La introducción (a modo de escueta a la par que acertada síntesis) versa “juego de mesa que trata sobre la lucha de los trabajadores en la Nueva York del periodo de los grandes incendios”, acentuándose asimismo (en el vídeo de presentación adjuntado acto seguido) el carácter cooperativo e inmersivo de un proyecto cuyo espíritu reivindicativo resta patente en el propio título (el mismo rinde tributo a una canción escrita por Florence Reece con motivo de una ardua huelga de mineros en el mil novecientos treinta y uno); los componentes son 157 cartas (de incidentes, infortunios, patronales, planificaciones y solidaridades), 50 marcadores (de interlocutores), 38 billetes (de dólares), 33 losetas (de condiciones, locales, localizaciones y viviendas), 32 eventos (de agitaciones, huelgas y sabotajes), 17 fichas (de personajes), 8 fichas (de locales) y 1 manual (de instrucciones), es decir, más de trescientos elementos de alta calidad.
Mecánica
Una partida (la duración aproximada no se ha desvelado aún) consta de tres turnos (cada uno con ofensivas del patronato que establecerán reglas temporales o permanentes) en los que cada miembro del clan a controlar (de uno a cuatro participantes) realizará una acción (recibir remuneraciones, conseguir comida, abanderar rebeliones...) en aras de combatir el atentado contra los derechos que amenazan con eliminar cualquier atisbo de subsistencia digna de su sumiso pueblo (procurando no terminar enfermo, lesionado o preso) consumando seis misiones con los recursos recibidos antes de que quien ostenta el poder llegue a diez intervenciones; podrían citarse más características pero es mejor examinarlas detenidamente y, para aquellos todavía indecisos, comentar que la recaudación se lleva simultáneamente en Kickstarter y Verkami (los desbloqueos fluirán) y que próximamente se organizarán contiendas en la popular plataforma Tabletop Simulator.
Mecenazgo
Los niveles transitan desde 1€ (“Hobo” con acceso al pledge manager) hasta 100€ (“Sindicato” con absolutamente todo), pasando por el básico de 50€ (“Workers” con un ejemplar) y el completista (“Wobblies” con una figura), siendo el objetivo (ya logrado) de 1000€ y, una vez superado, paulatinas metas (amén de las sociales) liberarán nuevos materiales de forma totalmente gratuita; la propuesta estará disponible en varios idiomas (francés, español e inglés), la caja se personalizará (con el número de patrocinador), las dos opciones más costosas incluirá una espectacular miniatura (de ocho centímetros de altura de nombre Sabo Tabby en referencia a la mascota original de los IndustrialWorkers Of The World creada por Ralph Chaplin) y los gastos de envío se facturarán tras la campaña (a tal efecto conviene consultar la tabla de relaciones territoriales en el muro de la misma), siendo eternamente plausible la transparencia con la que se especifican los pormenores.
Responsable
La autoría corresponde a Yeast Games, un colectivo de creadores que se definen como “amantes de los juegos en todas sus formas”, dotando a todos sus trabajos (circunscritos en un mercado ultralimitado bajo demanda) de un enfoque ecológico que los diferencias del resto; además, la compañía se ha asociado con Théo Vitte (fundador de “Les ludistes Origamistes”) para que cada cual fabrique sus propias cajas organizadoras a partir de hojas impresas de ciento gramos (incluidas en cualquier aportación a excepción de la altruista), por lo que la vertiente artesanal estará muy presente también en los hogares a través de la papiroflexia (tildar a la técnica recurrida como “Origami” sería un error ya que este tipo de origen japonés implica ciertas restricciones procedimentales que aquí no se contemplan), plegando papel sin usar tijeras ni pegamento para obtener figuras de formas variadas, muchas de las cuales se considerarían esculturas de papel.
Trazabilidad
La fecha estimada para la recepción de las recompensas es julio de este mismo año dos mil veintiuno, un ajustado período de espera (y margen) en el que se irá informando estrechamente a mediante actualizaciones para dar a conocer la evolución de una obra que desde Cementerio de Noticias solo puede aconsejarse adquirir, no solo subjetivamente por la gentileza dentada hacia la página por parte de sus responsables (quienes se pusieron en contacto por iniciativa propia) sino objetivamente por tratarse de una especie de reapropiación de la borrada, despreciada y odiada historia acaecida en territorio americano con un telón de fondo que, lejos de ser fatalista, es esperanzador como pocos; poco más cabe añadir tras todo lo expuesto a lo largo de la crónica, únicamente volver a recomendar a propios y extraños a que se unan a la causa de financiación que ocupa, pues no defraudará a nadie a juzgar por tan inconmensurables particularidades.
Valoración
Conviene aclarar en primer término que la presente opinión se basa en una versión preliminar (es decir, el clásico prototipo facilitado a medios especializados para poder confeccionar un artículo al respecto), por lo que la misma puede diferir ostensiblemente de la que pudiera resultar de la definitiva (en cualquier caso es obvio que siempre sería a mejor); la misma (con una sentida dedicatoria de los artífices invitando a los miembros de esta humilde página a disfrutar de las partidas así como agradeciendo la paciencia e instando a contactar con ellos en caso de albergar alguna duda o sugerencia) se compone de nada menos que veintinueve planchas (el proceso de recorte no lo tendrá que asumir el consumidor), veinticuatro sellos (seis de cada agitación y propaganda), medio folio de tokens (el papel será cartón a la postre) y dos hojas a doble cara (la traducción del reglamento tiene ciertos errores gramaticales), detallándose en adelante extensamente.
La puesta en escena entusiasma de veras, con grandes alardes artísticos fundamentados en sublimes diseños en los diferentes sucesos (todos ellos con sus respectivas consecuencias), subdivididos (destacando a criterio personal las que constan entre paréntesis aunque no sean los únicos) en patronales (corrupción de los representantes electos e interdicción de construir), patronales difíciles (aumento de la jornada laboral e incendios en las viviendas), patronales planificadas (ley de reducción salarial y poner bajo presión a los organismos de caridad) y planificación patronal (repercusión en las restricciones de la jornada laboral e inspecciones abusivas), cobrando sentido por qué están impresas en vertical u horizontal según sus cometidos; cabe señalar que el dinamismo aumenta ostensiblemente merced a que los efectos no son unánimes, fomentándose por ello la constante adaptabilidad a las circunstancias.
Los domicilios captan magníficamente la situación cultural vivida en la época recreada por cada una de las cuatro procedencias con unas reglas especiales realmente logradas para viviendas chinas (nunca será ciudadano salario menos un dólar), viviendas estadounidenses (evitan el primer encarcelamiento), viviendas italianas (gestión de tráficos menores) y viviendas rusas (corren más riesgos ya que financian la revolución) con factores de amenaza, riesgo e insalubridad (en una escala de hasta siete puntos en los dos primeros y hasta cinco en el tercero); lo mismo ocurre con los distritos de East River Docks, Triangle Shirtwaist Factory y Wool Worth Building, con una gloriosa doble cara que permite comprobar la evolución que padecen junto a otras localizaciones menos estables como Greenwich Village, Labor Union, Newtown Creek Dye Industry, Tenderloin y Western Pen, siendo complicado destacar alguna al resultar un formidable conjunto.
Además de la loseta de fuerza patronal (de considerables dimensiones), se adjuntan setenta y dos fichas de personajes (una mitad femeninos y la otra masculinos cual monedas de dos céntimos) y un sextete de ejemplares de pocos milímetros cuadrados tanto de las reivindicaciones Join The One Big Union y La Morale Anarchiste como de los movimientos The Fight For Free Speech y Direct Action & Sabotage; además, las contextualizaciones de Bonesetter, Chemist Room, Grocery Store, Local Anarchist, Modern School, Political Cafe, Underground Distillery y Union Section no dejan a nadie indiferente por los costes (y las rentas) que llevan aparejados, con una serie de modificaciones sobre las que pivota todo cuanto ocurre (desde el abogado independiente de la Solidaridad hasta la helada del Infortunio, pasando por los arrestos y el chantaje de los Incidentes), tratándose de un estremecedor e impredecible entretenimiento lúdico.
En lo referente a la jugabilidad, la normativa es compleja (hasta en el nivel fácil, por no citar el máximo desafío) de asumir (dominarla es casi quimérico) al desarrollarse (no solo plasmarse fugazmente) conceptos que requieren muchas horas de estudio previo para entenderse debidamente, generando gran confusión entre quienes no empaticen con la historia (pese a ser un erudito en la materia proceder en solitario es desaconsejable por completo debido a la trivialidad que se alcanza al asumir el rol del cuarteto individualmente); una cosa (entre otras igualmente positivas) se puede afirmar sin titubeos, y es que propuestas tan serias (en todos los aspectos) como la que ocupa no abundan en el mercado y, por ende, su recomendación es poco menos que obligatoria, traduciéndose en un ejercicio concienciador de cuán cruel puede llegar a ser la sociedad consigo misma (en pleno régimen autoritario no deja de ser así) de bastante rápida preparación.