“La granja”, de Munt games
Análisis
Descripción
En Cementerio de noticias no se suelen transcribir los textos de las obras que se analizan (por cuestiones basadas en criterios de elaboración personal y en evitar el tedio que causa la excesiva extensión escritural) pero, considerando la promocional naturaleza de la copia (conviene aclarar desde un principio que todo lo aquí examinado es en base a un prototipo), se ha creído la técnica más oportuna (aclarando, añadiendo y suprimiendo ciertas partes a consideración de un servidor) para no verter opiniones subjetivas hasta el pertinente apartado (el de las valoraciones, sito al término de la presente crónica); el principal motivo de dicha decisión no es otro que el de corresponder mínimamente la confianza de Silvana y Joel (los dos socios de la empresa de índole independiente Munt games que han posibilitado la primera aunque de buen seguro no la última colaboración entre ambas partes) que, en su afán de crear, desarrollar, fabricar y comercializar una línea de proyectos propios (consumado en este caso previa financiación en la popular plataforma Verkami, logrando en la campaña no solo alcanzar el objetivo principal sino también una meta recaudativa adicional), han hecho realidad La granja.
Prólogo
A modo de escueta introducción, en la caja consta “deberás ser más astuto que tus rivales para conseguir disponer del mayor rebaño al final de la partida..., ¿estáis preparados para llevar a cabo la batalla más divertida y alocada jamás disputada?..., ¡que dé comienzo la batalla” y en el muro del mecenazgo “tu misión será conseguir formar el rebaño de ovejas más numeroso..., para ello todo vale”; complementariamente, en el reglamentario la extensa presentación versa, para regocijo popular, “en un pequeño pueblo de montaña con poco más de media docena de granjas..., ¡un momento por favor!..., ¿un pueblo tranquilo?..., mejor volvemos a empezar..., en un pequeño pueblo de montaña con poco más de media docena de granjas se entabla entre ellas una verdadera batalla..., mejor dicho es entre los rebaños de ovejas de estas granjas que se disputa una auténtica batalla..., tu misión será conseguir formar el rebaño de ovejas más numeroso..., para ello todo vale..., boicotea y roba a tus rivales todas las ovejas que puedas..., pero debes estar atento para que no roben las tuyas o dañen los cercados..., ¿estás preparado para llevar a cabo la batalla más divertida y alocada jamás disputada?..., ¡que dé comienzo la batalla!”.
Componentes
La caja contiene 90 cartas (de rebaño y espaciales, amén de la “súper oveja” desbloqueada durante el mecenaje) y dos manuales (catalán y español); el interior posibilita un primoroso almacenaje de dos mazos.
Objetivo
Conseguir el mayor rebaño al reunir el número más elevado de ovejas.
Preparación
Se mezclan todas las cartas y se reparten cinco a cada jugador, colocando el resto en una pila boca abajo encima de la mesa en un lugar donde todos puedan llegar reservando el espacio de al lado para aquellas que se vayan descartando; como recomendación cabe señalar que, en caso de participar dos o tres personas, es aconsejable que se excluya el conjunto de naipes señalados con un cinco y con un seis.
Mecánica
Cada participante iniciará la partida con cinco cartas para, por turnos, ir colocando una de rebaño en su terreno y jugar una especial; se sucederán las rondas hasta agotarse el mazo, debiendo conservar dicho número en la mano (robando si faltan o descartando si sobran).
Fin
Al robar la última carta de la pila todos los participantes jugarán una ronda más y se terminará la partida, procediéndose entonces al recuento; resultará ganador aquel que haya reunido el mayor rebaño.
Valoración
La sencillez de la mecánica de juego no es en absoluto sinónimo de aburrimiento, más bien contribuye a que las partidas se sucedan sin fin.
La duración de cada contienda (quince minutos) es muy apropiada, tanto como el público al que va dirigida la obra (a partir de siete años).
La calidad del prototipo facilitado nada tiene que envidiar a acabados finales de otras piezas, luciendo genial cada uno de los componentes.
La ausencia de un modo solitario resta algo de valor integral a la obra, aunque conjeturar semejante variante para la ocasión se antoja difícil.
La cantidad de tipos de cartas especiales se presume un tanto desmesurada, conllevando un gran tiempo de dedicación a asumirlas.
El manual de instrucciones, si bien está muy bien detallado tanto en catalán como en español, resulta espinoso al desplegarse a lo largo.
Puntuación global
Arte Diversión Jugabilidad Originalidad
Daniel Espinosa