La presentación inicial de la campaña es clara y concisa, anunciando que “¡ya existe tu juego sobre drogas y reducción de riesgos!”, enfatizando asimismo que es el “único juego de mesa de drogas y reducción de riesgos con más de mil preguntas”; la distribución de las cuestiones a resolver es en nada menos que seis categorías (“cine”, “en la calle”, “historia”, “música”, “reducción de riesgos” y “sustancias”), englobando un total de cien pruebas y, por si fuera poco, tarjetas sorpresa que provocarán tantas carcajadas como concienciación, influyendo en el devenir de cada contienda ciertas acciones derivadas del empleo de las fichas de los participantes con las casillas del tablero.
Lo primero que sorprende al analizar la caja es que en la misma no consta absolutamente ninguna sinopsis, solo el lema por excelencia de la propuesta en los cuatro laterales de la misma que, a su vez, conforman un genial diseño conceptual dejando entrever la calidad artística que alberga en su interior; delimitar una historia es imposible, pues el desarrollo dependerá de múltiples factores (controlables como las respuestas e imprevisibles como el azar), siendo cada contienda única e incomparable a cualquier otra, agradando de buen seguro a todos debido a las subtemáticas integradas con rigurosidad e inteligencia para gratitud tanto de veteranos como de recién iniciados.
Descripción
Aunando elementos inspirados en el clásico Trivial (así como otras obras similares pero completamente diferentes como Ahorcado y Tabú), cada participante deberá demostrar ser el que más domina de producciones cinéfilas, jergas callejeras, leyes toxicómanas, temas musicales y, en general, las propiedades (y los efectos secundarios) de la droga (en el más amplio sentido del término, porque abarca innumerables terrenos); se insta a consultar los vídeos explicativos adjuntados a lo largo del artículo para conocer el número de jugadores y la mecánica a seguir (la edad mínima recomendada y la duración aproximada no) y decidirse a convertir tan loable proyecto en realidad.
La creación no defrauda lo más mínimo, apreciándose el profundo cariño (y el solemne cuidado) con el que se ha elaborado tan plausible producto (fruto de cuatro largos años de trabajo) en aras de alcanzar al mayor público posible valiéndose de las ya citadas referencias (tal vez sea oportuno añadir el archiconocido Monopoly) para reconvertirlas en educativas; aunque en un principio la mecánica resulta algo tediosa (es la consecuencia natural de aunar en una sola obra tantos conceptos), lo cierto es que cuando ya se han llevado a cabo varias partidas la misma se asimila sin apenas percatarse (pese a que consultar el reglamento asiduamente es inevitable), fluyendo la diversión sin filtro.
Complementos
El objetivo puede antojarse un tanto ambicioso (14.000€), pero atendiendo al trasfondo del trabajo (y en especial el destino del montante dinerario que se recaude) se presume adecuado, mas considerando que el precio de lanzamiento es ahorrativo tanto en la versión básica con un ejemplar (30€) como en la completista con una suculenta ampliación digital (35€) tal vez incluso escaso; cómo no, se ha barajado la posibilidad de que establecimientos formen parte de la iniciativa con seis copias (138€), suponiendo esta opción un precio por unidad prácticamente irrisorio en comparación al de venta al público y, a la postre, un beneficio económico paralelo al intelectual ya adquirido.
El elevado peso de la caja (sin duda dificulta mucho su portación a ciertos lugares) se debe a la enorme cantidad de componentes que conforman la idea (ya hecha realidad), mas los acabados de los mismos son tan excelsos que uno dudará de su humilde origen (destroquelar las fichas provoca lástima por su sensacional posicionamiento en sus respectivos moldes); no se antoja exagerado afirmar que las cinco clases de drogas esenciales (sobre las que pivotan muchas otras) supera incluso el nivel esperado, no debiendo sino felicitar a los responsables por la elección de cada mente pensante (y mano ejecutora) que haya participado en las ocurrencias.
Desbloqueables
Las aportaciones servirán para sufragar una parte (sólo una fracción) del proceso de producción del juego (diseños gráficos, elaboraciones audiovisuales, gastos distributores...) para que llegue a los domicilios sin cargos adicionales de ningún tipo (lo que se traduce en una inversión directa sin añadiduras posteriores); la elaboración del contenido (educativo e ingenioso como pocos) lo asumen las mentes pensantes del mismo, siendo este sin duda el apartado más meritorio de una propuesta que debiera de gozar de un rotundo éxito y que, por más que lo logre, nunca alcanzará el verdaderamente justo, trascendiendo cada dato más allá de las meras intenciones intrínsecas.
Los elementos añadidos a causa del éxito cosechado durante la campaña añaden más horas de entretenimiento a las originales, llegando a ser una actividad tan adictiva como las sustancias que la protagonizan (para considerarlas villanas de la sociedad); el precio de venta al público oficial (34,90€ a los que hay que sumar unos paupérrimos tres euros en concepto de gastos de envío al territorio español) está más que justificado juzgando el desorbitado talento que en cada ejemplar brindará la oportunidad de descubrir un sinfín (centenares) de anécdotas y datos de interés que, en resumidas cuentas, significará un cúmulo de prácticas e informales sensateces.
Autor
Consumo ConCiencia es una asociación cuyo primordial (que no el único) objetivo es la reducción de riesgos en relación al uso de sustancias psicoactivas en multitud de regiones, promoviendo para ello un modo de abordar el tema desde la salud pública a través de conferencias, cursos y talleres para usuarios de todo tipo (así como para profesionales de la información); además, ofrece un servicio gratuito de análisis de drogas para obtener en el acto resultados cualitativos de presencia o no de la misma (y de posibles adulterantes) tanto en el local como en festivales (Nowhere, Own Spirit, Slap!...), por lo que su labor social es absolutamente celebrable e inconmensurable.
Javier Sánchez (junto al resto del equipo que consta en el anverso del tablero en el que, por cierto, aparece esta humilde página como medio que ha ayudado a la difusión a gran escala, estando profundamente orgullosos de haber ejercido de tal desde el segundo cero) ha creado un juego que apasiona sobremanera y divierte sin remedio, sin importar las creencias de cada cual; la adquisición es muy recomendable para reuniones de índole familiar (conviene aclarar que el mínimo de personas es cuatro, lo cual perjudica a grupos más pequeños) para comprobar cuán valioso es el conocimiento sobre estupefacientes, narcóticos o como desee llamarse para advertir sus nefastos efectos.
Calendario
Aunque el deseo inicial de los responsables era que la obra viera la luz en verano, lo cierto es que el actual panorama social (la dichosa pandemia sigue haciendo estragos a día de hoy) dificulta sobremanera poder predecir fechas sin crear falsas expectativas, por los que se han comprometido a mantener a los mecenas estrechamente informados sobre el proceso de producción (no existe mejor modo de corresponder su confianza ciega); así pues, una estimación posiblemente certera sería octubre del presente año dos mil veinte, aunque conviene mantener una postura flexible y comprensible al respecto ya que, como se indicaba, es una ardua (sino quimérica) tarea conjeturar al respecto.
Pese a las leves demoras sufridas (la mayoría causadas por la terrorífica pandemia que ha azotado con catastrófica crueldad al mundo entero), los períodos preestablecidos se han respetado escrupulosamente, informando estrechamente de los progresos que se iban consumando durante el arduo proceso de fabricación; así pues, incluso un aspecto que frecuentemente sellos independientes como el que ocupa no cumplen (habitualmente no por cuestiones propias sino por terceros), en esta ocasión se ha subsanado con comunicados que, lejos de perturbar, tranquilizaban al recoger minuciosamente el sendero para que pudiera viera la luz, ya en el presente, tan celebrable trabajo.
