La escueta introducción oficial versa “invoca criaturas extintas zombi para derrotar al nigromante enemigo”, desarrollándose a la largo de la presente crónica para que las formidables ideas que residen tras tan curiosa (y extraña) sinopsis resten lo suficientemente claras como para decidir apoyarlas mediante la campaña objeto de la misma; huelga aclarar desde un principio que la índole independiente de la propuesta se traduce en desdichadas e innumerables limitaciones, pero estas pueden ser entendidas como favorecedoras de una esencia real cuyo distanciamiento de las del resto del mercado la convierte en atractiva e incluso indispensable para todo buen amante de los juegos de mesa.
Mecánica
Cada turno se divide en cuatro fases (de invocación para desplegar los naipes de la mano sobre el tablero, de movimiento para mover los mismos de manera estratégica, de magia para lanzar hechizos con temática prehistórica y de combate para atacar a los enemigos), respetándose casi siempre la regla de la prioridad (para evitar que se hiera únicamente al adalid suele obligarse a centrar las acometidas en el enemigo más cercano); durante la partida los participantes (de dos a seis) simularán comandar una feroz batalla en la que el único objetivo es proclamarse vencedor valiéndose de las distintas habilidades del particular ejército (conjunta e individualmente) que posea cada cual.
Mecenazgo
Los niveles de aportación van directamente relacionados con los ejemplares que se deseen adquirir y el territorio al que enviarlos, oscilando entre 29€ (uno a la Península) y 236€ (diez a Canarias), sorprendiendo que no se haya contemplado otros que incluyeran camisetas, tazas u objetos promocionales similares; cada copia contiene 48 cartas (estucadas de trescientos gramos), 1 tablero (reversible de impresión digital plastificada sobre cartón compacto de un milímetro y medio de grosor), plastilina (de calidad estándar), 1 dado (de seis caras) y 1 reglamento (de breve extensión con ejemplos prácticos), todo ello almacenado en una caja de ideales dimensiones.
Personajes
Un dilatado listado de fascinantes seres (Azotasaurios, Cazadores, Frankernícolas, Mamuts, Menhires, Necromínidos, Pájaros, Paleozombis, Perezosos, Raptores, Sauros, Vampiceratops y Vomitodáctilos entre ellos, por citar algunos de entre más de una veintena) conforman las amenazas de los Líderes, quienes deben ser protegidos a toda costa (su muerte significaría la derrota inmediata); aunque no exista el modo solitario sí se facilita lo necesario para proceder en pareja, siendo entonces las contiendas tan rápidas (apenas quince minutos) como fructíferas (tanto si se gana como si se pierde por las lecciones), pudiendo hacerse con grupos sin problemas.
Responsable
La autoría corresponde a Pablo Alonso Lasagabaster (más conocido bajo el pseudónimo Blosky Smith empleado en el propio título de esta humilde y prematura reseña para hacer prevalecer sus deseos artísticos), un animador e ilustrador de las dos dimensiones con décadas de experiencia en su currículum dibujando en el sector de la animación y los videojuegos al que, en sus ratos libres, le gusta crear universos; en el último párrafo se adjuntan varios enlaces de interés para conocer mejor a tan virtuoso profesional, derrochando en todas las incursiones talento e imaginación (es algo casi quimérico que ambos conceptos confluyan tan fluidamente como en él) a raudales.
Trazabilidad
La fecha estimada para que los contribuyentes (quienes desembolsen el sumatorio dinerario que sea no dejan de ejercer de tal) reciban sus recompensas es agosto del próximo años dos mil veintiuno pero, aunque por temas logísticos no vean la luz en ápocas navideñas como se desearía, es una opción más que válida e interesante entregar un cupón (descargable de forma totalmente gratuita en el muro) como adelanto del regalo (ajeno o propio); dicho lo cual, desde Cementerio de Noticias solo resta aconsejar formar parte de la financiación a todo el mundo, adoptando una postura afable y paciente ante futuribles demoras ya que el resultado, sin duda alguna, bien merecerá la pena.
