“Sherlock #1”, de GDM Games
Descripción
En Cementerio de noticias no se suelen transcribir los textos de las obras que se analizan (por cuestiones basadas en criterios propios de elaboración personal y en evitar el tedio que causa la excesiva extensión escritural) pero, considerando la promocional naturaleza adquisitiva de la copia, se ha creído la técnica más oportuna (aclarando, añadiendo y suprimiendo ciertas partes a consideración propia) para no verter opiniones subjetivas hasta el pertinente apartado (el de las valoraciones, sito al término de la presente crónica); el principal motivo de dicha decisión no es otro que el de detallar el juego con la mayor exactitud posible para que los potenciales consumidores conozcan de antemano lo que recibirán con su recomendable compra y corresponder la confianza de GDM Games en Cementerio de noticias.
Introducción
Muchos lectores (si no todos) conocerán la actividad mental (y cada vez más física) que causa furor en todo el planeta denominada escape room (o terminología derivada), aquella que se basa en la resolución de pruebas en una sala (o varias) para ir averiguando cómo avanzar hacia la salida antes de que el incesante cronómetro llegue a cero (clásicamente se conceden sesenta minutos aunque en la actualidad algunas experiencias superan la hora con holgura), siendo esta una síntesis un tanto superficial pero válida para la ocasión; lo que tal vez menos sepan es de la existencia de la línea que GDM Games ha patentado con tanto acierto como imaginación, resultando todo un reto tanto para principiantes como para expertos en la materia, siendo oportuno consultar el nivel de dificultad para dilucidarla con antelación.
Mecánica
Conviene aclarar que el presente juego pertenece a una serie editorial en la que todas las obras comparten idénticas características y, como tal, partiendo de una carta inicial se deben seguir unas sencillas reglas (para conservar e incluso incrementar el secretismo al que se apela es menester no detallar nada más al respecto) para desgranar pistas, exponer teorías y deducir hechos en aras de resolver el misterio planteado, midiendo la audacia alcanzada por los participantes en comparación con la puntuación del gran detective de referencia; atendiendo a lo descrito, los tres primeros aspectos positivos y negativos del apartado valorativo serán los mismos que en el resto de propuestas, añadiéndose dos más de cada uno ateniendo a las particularidades concretas de la misteriosa coyuntura (re)presentada.
Presentación
Cada ejemplar de la colección, ya sea “Q” o “Sherlock” (la primera que vio la luz y sus continuaciones respectivamente), se compone de un mazo de cartas, cada una de ellas con mayor o menor relevancia para la empresa encomendada (la decisión de atribuir más o menos importancia a unas u otras es enteramente de los jugadores y solamente cuando se consulte el relato de los sucesos sabrán si han estado acertados o no en tan complicada decisión); cada caja goza de su oportuna ilustración en el anverso (así como el nombre del autor de ideas e imágenes) y un pequeño texto temático en el reverso (junto con un código QR y la dificultad de entre un rango de tres), amén del sello de los responsables (GDM Games y Enigma Studio), el serial (tanto en barras como cifras) y un enlace digital vinculado con el sistema usado.
La tumba del arqueólogo
El texto exterior versa “en este mazo podrás encontrar un caso que debe ser resuelto..., junta a un grupo de amigos o disponte tú solo a resolver el misterio..., cada mazo es distinto y contiene un nuevo misterio que resolver”, mientras que el interior es más extenso sin convenir citarlo para mantener intacto el enigma; alternativamente, se puede dar comienzo a la aventura con el escaneo de la imagen encriptada anexa en la parte trasera de la caja, dirigiendo la misma a un audio que complementa la deductiva e investigadora historia con relevadoras frases como “según fuentes cercanas a la família el admirado profesor fue hallado por su esposa en su despacho con un abrecartas clavado en la espalda” y “dada la naturaleza violenta de los hechos se ha abierto una investigación interrogando a los allegados”.
El compacto tamaño de la caja permite el transporte casi cualquier sitio, precisándose solamente un reducido soporte para iniciar la diversión.
El desembolso de la propuesta está al alcance de todos los bolsillos, justificando las ilustraciones cada céntimo del escueto montante total.
La cantidad de teorías que se llegan a plantear es infinita, provocando que cada cual deje volar su imaginación en su detectivesco cometido.
La calidad del arte conceptual es maravillosa, entusiasmando especialmente las ilustraciones relacionadas con la escena del crimen.
El listado de nombres propios se expone fenomenalmente, siendo sencillo asociarlos a sus pertinentes rostros por los textos descriptivos.
El hecho de poder disfrutarse plenamente el juego solo una vez es categórico, pues tras la primera partida el factor sorpresa desaparece.
La esencia del entretenimiento lúdico en el que se inspira la línea se pierde al no existir presión temporal, si bien se palia con puntuaciones.
La inmersión podría tildarse de deficiente en cuanto a inmediatez se refiere, requiriendo subjetivas construcciones mentales para conectar.
La vertiente humana se acentúa en detrimento de la mística, desaprovechándose la oportunidad de enfocar la trama en dicha línea.
El arma empleada no para perpetrar el asesinato sino para justificar su por qué no termina de convencer, al contrario que sucede con el móvil.
Muerte el 4 de Julio
El texto exterior versa “en este mazo podrás encontrar un caso que debe ser resuelto..., junta a un grupo de amigos o disponte tú solo a resolver el misterio..., cada mazo es distinto y contiene un nuevo misterio que resolver”, mientras que el interior es más extenso sin convenir citarlo para mantener intacto el enigma; alternativamente, se puede dar comienzo a la aventura con el escaneo de la imagen encriptada anexa en la parte trasera de la caja, dirigiendo la misma a un audio que complementa la deductiva e investigadora historia con relevadoras frases como “ha aparecido un cadáver en la finca”, “lo encontré como escondido en unos arbustos en medio de la arboleda”, “le aseguro que este tipo está bien muerto”, “no es de la família”, “los señores y los niños están bien” y “soy el encargado de mantenimiento”.
El compacto tamaño de la caja permite el transporte casi cualquier sitio, precisándose solamente un reducido soporte para iniciar la diversión.
El desembolso de la propuesta está al alcance de todos los bolsillos, justificando las ilustraciones cada céntimo del escueto montante total.
La cantidad de teorías que se llegan a plantear es infinita, provocando que cada cual deje volar su imaginación en su detectivesco cometido.
La intríngulis resulta tan compleja como sencilla, siendo dicha afirmación una absoluta contradicción y a la vez una rotunda realidad.
La originalidad del pesente mazo es desbordante, debiendo emplear todas las dotes investigativas porque ni con ellas se asegura el éxito.
El hecho de poder disfrutarse plenamente el juego solo una vez es categórico, pues tras la primera partida el factor sorpresa desaparece.
La esencia del entretenimiento lúdico en el que se inspira la línea se pierde al no existir presión temporal, si bien se palia con puntuaciones.
La inmersión podría tildarse de deficiente en cuanto a inmediatez se refiere, requiriendo subjetivas construcciones mentales para conectar.
El contenido del audio de presentación es demasiado explícito, desvelándose en éste detalles temprana e indudablemente relevantes.
La dificultad del caso reside básicamente en acertar místicamente con la elección de cartas, pues hasta la comprobación no se define nada.
Última llamada
El texto exterior versa “en este mazo podrás encontrar un caso que debe ser resuelto..., junta a un grupo de amigos o disponte tú solo a resolver el misterio..., cada mazo es distinto y contiene un nuevo misterio que resolver”, mientras que el interior es más extenso sin convenir citarlo para mantener intacto el enigma; alternativamente, se puede dar comienzo a la aventura con el escaneo de la imagen encriptada anexa en la parte trasera de la caja, dirigiendo la misma a un audio que complementa la deductiva e investigadora historia con relevadoras frases como “comandante del vuelo TJ1309 solicita prioridad para aterrizaje”, “uno de nuestros pasajeros ha sufrido una parada cardiorrespiratoria a las siete horas treinta minutos después del despegue” y “su acompañante ha sufrido una gran crisis de ansiedad”.
El compacto tamaño de la caja permite el transporte casi cualquier sitio, precisándose solamente un reducido soporte para iniciar la diversión.
El desembolso de la propuesta está al alcance de todos los bolsillos, justificando las ilustraciones cada céntimo del escueto montante total.
La cantidad de teorías que se llegan a plantear es infinita, provocando que cada cual deje volar su imaginación en su detectivesco cometido.
El argumento cobra total sentido cuando se coteja la hipótesis, siendo asumible para cualquier mente comprendida en el rango especificado.
El arte es especialmente atractivo en este mazo, puede que por motivos de innovación al ser primero o por mera predilección personal.
El hecho de poder disfrutarse plenamente el juego solo una vez es categórico, pues tras la primera partida el factor sorpresa desaparece.
La esencia del entretenimiento lúdico en el que se inspira la línea se pierde al no existir presión temporal, si bien se palia con puntuaciones.
La inmersión podría tildarse de deficiente en cuanto a inmediatez se refiere, requiriendo subjetivas construcciones mentales para conectar.
La acumulación de detalles sin relevancia alguna a la postre puede inducir a muchos equívocos, aunque la intención de los autores es esa.
La evidencia que alberga cierta carta es demasiado directa, aunque todo dependerá de quién la examine para dictaminar su importancia.
Daniel Espinosa