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“Room: Agus & Monsters”, de GDM Games
La introducción (debidamente modificada para no desvelarla en su totalidad en aras de preservar cierto misterio) versa “os presentamos a un muchacho muy despistado y un poco caradura que debería tener la habitación bien ordenada pero siempre espera a que su madre se lo recuerde..., ¿qué harías si un buen día te encontraras la alcoba llena de monstruos?”; el trasfondo resta evidente desde el inicio, antojándose tan simple como tributario de clásicos fílmicos infantiles.
La historia se enmarca en las novelas gráficas homónimas que pretenden despertar el gusto por la lectura valiéndose de una perfecta combinación de ritmo ágil, estilo directo y humor exagerado de la editorial Combel; la serie comprende veintitrés publicaciones en catalán, desde “Arriba el Sr. Flat!” hasta “Monster notebook”, pasando por “Salvem el Nautilus!”, “La cançó del parc”, “La llegenda del mar”, “La carta més alta”, “La nit” y “Els carters de l’espai”, por citar algunos.
El contenido se limita a cuarenta y cuatro cartas (dos de ellas promocionales de otros trabajos de la firma junto a tres sabios consejos), presumiéndose viables futuras expansiones o entregas circunscritas en el universo plasmado; el manual se despliega en español e inglés, ofreciendo un cúmulo de maravillosas instrucciones que recogen las distintas tipologías de acciones con sus respectivas funcionalidades mediante breves textos e impresionantes imágenes.
Los personajes abarcan varios estereotipos populares que permiten comenzar contiendas, robar naipes e intercambiar puntuaciones, aunque tanto o más importantes son los elementos que cada cual acumule a la postre; la duración estimada de cada partida es de escasos diez minutos, intervalo temporal más que suficiente para que propios y extraños encuentren en la propuesta un enorme entretenimiento al que dedicar horas debido a su exquisita fugacidad.
Los jugadores que pueden participar son de dos a seis, si bien en pareja no ofrece tanto divertimento como en cuarteto y con más intervinientes acaba desembocando en una agridulce experiencia al consumirse los turnos sin concienciarse de ello; la edad mínima recomendada es de seis años, no suponiendo mucha complejidad para la inmensa mayoría de adquisidores gracias a una dinámica de fácil asimilación con conocidas pero no por ello menos atractivas normas.
El tamaño de la caja (considerablemente más robusta que lo albergado en su interior) facilita sobremanera su portación a (casi) cualquier lugar, y es que apenas ocupa el equivalente a la mano extendida de un adulto (de hecho la cuna permite bastante holgura espacial); el precio oficial de venta al público es de trece euros, cantidad dineraria plenamente justificada a tenor de lo expuesto a lo largo de esta divulgadora crónica y un sinfín de motivos omitidos para no eternizar dicho escrito analítico.
El responsable es Pak Gallego (con la inestimable labor creativa e ilustrativa de Jaume Copons y Liliana Fortuny) que en su nueva línea de GDM Games destinada a toda la familia, logra patentar un producto genuino donde los haya sin innovar en exceso, lo cual resulta más admirable si cabe; el catálogo de la compañía es amplio (mayormente reseñado en esta humilde página), destacando a criterio puramente propio entre las decenas de obras en el mercado los casos Sherlock.
Daniel Espinosa, a fecha 28 de mayo del 2021 |
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