“Banjooli xeet”, de Diego Ibáñez
Detalles
Título: Banjooli xeet.
Creador: Diego Ibáñez.
Diseñador: Pedro Soto.
Jugadores: 2-5.
Duración: 30 minutos.
Edad: +8 años.
Lenguaje: alemán, español, francés e inglés.
Precio: 18,00 € (“Zacatrus!”, a fecha 23/04/19).
Distribuidor: “GDM games”.
Año: 2018.
Análisis
Descripción
En Cementerio de noticias no se suelen transcribir los textos de las obras que se analizan (por cuestiones basadas en criterios propios de elaboración personal y en evitar el tedio que causa la excesiva extensión escritural) pero, considerando la promocional naturaleza adquisitiva de la copia, se ha creído la técnica más oportuna (aclarando, añadiendo y suprimiendo ciertas partes a consideración propia) para no verter opiniones subjetivas hasta el pertinente apartado (el de las valoraciones, sito al término de la presente crónica); el principal motivo de dicha decisión no es otro que el de detallar el juego con la mayor exactitud posible para que los potenciales consumidores conozcan de antemano lo que recibirán con su recomendable compra y corresponder la confianza de GDM Games en Cementerio de noticias.
Prólogo
“La tribu Noamomi debe elegir a un nuevo hechicero y para ello tienen una tradición milenaria, ¡una carrera de avestruces!.., los aspirantes a brujos deberán demostrar sus poderes adivinando cuáles de estas imprevisibles aves llegarán a meta y en qué orden lo harán”, versa la mística introducción de tan magnífica propuesta que, valga añadir, fue nominada a los prestigosos premios concedidos por Board game geek.
Componentes
La caja contiene 27 fichas (de avestruz, baya, león y predicción), 10 losetas de terreno (de salida, meta y caminos) y 6 dados (de movimiento y brujería) fabricadas para desmontar tras su adquisición.
Objetivo
Conseguir la máxima coincidencia entre la predicción y los resultados.
Preparación
Se colocan en la mesa los terrenos de salida y meta añadiendo cuatro al azar entre ellos (si se desea una mayor duración se puede hacer lo propio con alguno adicional) para, tras situar las cinco fichas de avestruz por el oportuno lado (“corriendo”) en los nidos, barajar las predicciones y dar una boca abajo a cada contendiente para asumirla.
Mecánica
Cada jugador activo tira los seis dados (de no estar satisfecho con el resultado de alguno o todos, puede volver a lanzarlos una vez más) y escoger entre mover la avestruz (empleando las caras de movimiento) o des/embrujar (haciendo los propio con las de brujería), debiendo avanzar siempre hacia delante (en línea recta o diagonal pero nunca lateralmente o retrocediendo) e interviniendo tanto los espacios de arenas movedizas (si se cae en ella se adopta la posición de “asustado” volteando la ficha) como las losetas especiales (cocodrilos, desfiladeros, ríos de lava y vórtices) y las bayas (“avestruz blanco”, “corre”, “frenesí mágico”, “jade” y “vórtex”) con consecuencias propias.
Fin
En el momento en el que tres avestruces crucen la meta se dará por concluida la partida, descubriéndose entonces las hojas de predicción y resultando el nuevo hechicero de la tribu el que obtenga más puntos de victoria, cabiendo tener presente el estimable añadido de que acertar cuál quedará última se traduce en la duplicación del recuento terminal.
Valoración
La calidad de los componentes supera cualquier expectativa posible, mas el detalle del logotipo adjunto ensalza más si cabe este aspecto.
El sistema de lanzamiento de dados es muy divertido e intuitivo, estando al alcance de todos los públicos su instantánea comprensión.
La posibilidad de incrementar ostensiblemente la duración con, únicamente, la añadidura de losetas en el momento de la preparación.
El peso de los componentes, algo superior a la media de este tipo de propuestas a causa de los materiales, dificulta un poco su transporte.
El desarrollo es tan peculiar que llega a desorientar su dinámico e impredecible proceder, sorprendiendo sobremanera en cualquier caso.
El factor místico puede antojarse demasiado fantasioso para los más puristas, pero qué duda cabe que es la seña de identidad del trabajo.
Puntuación global
Arte Diversión Jugabilidad Originalidad
Daniel Espinosa