“Hombres lobo y otros depredadores de la mitología”
La sinopsis del presente volumen versa “desde la oscura noche de los tiempos han existido historias sobre el hombre lobo... ¡pero la aventura no acaba aquí!... en este libro hemos emprendido un viaje a lo profundo de los folclores del orbe... ¿sabías que en África creen en los hombres leopardo?... ¿conocías la leyenda de la osa de Andara?... ¿y la historia del hombre tiburón descendiente del rey de los mares?... descubre los relatos de una época en la que la magia y la alquimia podían despertar tu alma animal más primitiva”; se trata, en efecto, de una reveladora e intimista introducción en la que resta evidente la intríngulis de una obra que no dejará a nadie indiferente por la enorme controversia analizada.
Tras una gloriosa campaña de mecenazgo en la popular plataforma Verkami en la que se superó el cuádruple de la cantidad del objetivo inicial (se lograron ocho mil euros pretendiendo dos) pudiendo adquirir multitud de material exclusivo (balas de aleación, figuras de animales, láminas de artes, linternas de ultravioletas, monedas de conmemoración, papiros de disecciones, pines de licántropos, viales de elixires...) con el fin de incentivar a propios y extraños a colaborar en una atípica e imperdible propuesta; en apenas cuarenta y ocho horas ya se alcanzó la cifra requerida para financiarse, desbloqueándose media docena de metas adicionales con sus respectivas recompensas.
Así, medio año después de consumarse el éxito recaudativo (el proceso siempre es arduo en esta clase de trabajos independientes), quienes contribuyeron al mismo han recibido (como mínimo) su ansiada copia junto a una carta de agradecimiento (recreando perfectamente el modelo escritural inquisitivo), un punto de libro (con épicas e inspiradoras frases) y dos cartas coleccionables (“cazador” y “cambiapieles” con sus características únicas emulando en el anverso el estilo del Tarot clásico); la espera desde luego ha merecido la pena a juzgar por lo ofrecido, estando el precio más que justificado por los motivos (meramente ejemplificadores) que se mencionan en el artículo.
El índice refleja la división por capítulos, pues “Orígenes y evolución del mito”, “Interpretaciones del hombre lobo”, “Metamorfosis”, “Variantes del hombre lobo” y “El hombre lobo en la actualidad” siguen a un prólogo (“La bestia que llevas dentro”) de órdago firmado por Mercedes Pullman (vicepresidenta de la Sociedad Española de Antropología y Tradiciones Populares) para concluir con el listado de patrocinadores de esta versión física inaugural cuya coautoría (Elisa Rivero, Pablo Ruiz, Sonia Gupta e Ion Ander) funciona a las mil maravillas; a modo de particular tributo a dichos responsables (correspondiendo su entrega), se ha decidido adjuntar una breve presentación de cada uno.
La fórmula para ensalzar la criatura sobre la que pivota el tomo como símbolo de lo desconocido inscrito en las estructuras de la conciencia con una imagen psicológica y filosófica cual transformación temporal trayendo a colación anécdotas (nombrarlas sería injusto para respetar el factor sorpresa), lenguas (bálticas, celtas, eslavas, germánicas, romances, ugrofinesas...) y un sinfín de referencias (la mayoría citadas explícitamente) es apasionante, mas la labor de recopilación (y sobre todo exposición) de información se antoja sublime; la combinación de géneros (abarca varios) es sencillamente maravillosa suscitando asombro e interés a raudales alejándose de la mediocre comercialidad.
Con una espectacular portada (la índole realista se mezcla con la fantástica al igual que ocurre con lo relatado) e inmejorable cubierta (la suavidad al tacto del acabado es verdaderamente agradable para tratarse del básico obviando la edición especial fabricada en piel), a lo largo de ochenta y dos páginas a doble cara (contabilizando absolutamente todas) la fascinación crece hasta plausibles e insospechadas cotas; mantiene al lector en constante tensión a causa de la curiosidad que sin duda despertará ya no solo cada palabra (sabiamente seleccionada) sino cada ilustración (meticulosamente trazada), aunque la plasmación panorámica de ciertas les reste calidad.