“Nivahnvyr: Arcanos y leyendas”, de Pedro Aguado
Introducción
El tercer tomo de la Colección Guiverno publicada por Ediciones Tusitala, como se puede leer en el prefacio, se presenta como “un universo de fantasía donde se suceden grandes y pequeñas historias, cada una con un buen manejo del lenguaje y con capacidad de sobra para capturar nuestra atención desde el primer instante”, permitiendo una vez más que “la voz vea también la luz a través de nuestra lente” y que las letras de Pedro Aguado (con la oportuna revisión de textos de Blanca Libia y Fermín Moreno, firmando asimismo la primera la maquetación) queden plasmadas y complementadas con las ilustraciones de Ana Kummerow (artífice tanto de la portada como de las fotografías interiores); tras una breve biografía del responsable (entre sus más de cincuenta trabajos constan “La piedra pirámide”, “En el armario” y “La fuga”) y un mapa del imaginario mundo en el que se sitúan las tramas, comienzan las peripecias perpetradas por los más variados personajes que uno llegue a conjeturar, siendo los siguientes párrafos una disección de la obra urdida por parte de Daniel Espinosa (responsable de contenido de esta humilde página en cuestión) con el objetivo de ejemplificar, a modo de síntesis, la calidad que destilan sus hojas y el singular nivel de detalle descriptivo que albergado en ellas, siendo el mismo tal que la ficción parece tornarse a menudo realidad.
Relatos
“El nimbo de la virgen sangrante” (16 páginas)
Un díscolo e imprudente soberano se excede en el disfrute de sus poderes en la imperativa vorágine de pobreza y amargura que reina bajo su mandato, inasumible panorama ante el cual uno de sus consejeros decide actuar tras la visita de un espiritual recadero...; lujuria y divinidad para reinventar los orígenes bíblicos del ser humano.
“Una corta historia del rey Nelix” (3 páginas)
Un pusilánime e inútil monarca (valga la redundancia) se dispone a cazar en la nieve a lomo (o joroba) de un gigante, pero su honorable majestad no se alzará con la presa deseada sino con otra curiosa gesta a añadir a su ya dilatado listado de infortunios...; concreción e impericia para ajusticiar a alguien que se niega a aceptar sus claras limitaciones.
“Jennifer” (14 páginas)
Un granjero profundamente enamorado de una lozana aparentemente inalcanzable compagina sus estudios con el negocio familiar cuando, contra todo pronóstico, logra el idílico encuentro que tanto ha deseado...; romanticismo y magia para evidenciar que la esperanza afectiva es eterna y que la maldad desfallece en un cuento de hadas.
“La muerte dulce o el asedio de Erfrebehim” (39 páginas)
Un joven asiste apresurado a una elegante y multitudinaria cena en una fecha señalada, pero no todos los comensales aguardan pacientes sino que algunos ansían divagar...; concurrencia y escepticismo para debatir sobre la preponderancia de las vivencias sobre los aprendizajes académicos y de las creencias (fe) en detrimento de bases científicas.
“En el bosque de los vientos” (7 páginas)
Un exitoso y egocéntrico aventurero se dispone a adentrarse donde jamás nadie lo ha hecho y, exagerando su gesta, emprende un camino que se traducirá en una metamorfosis tal que nunca más volverá a ser el mismo...; grandilocuencia y exploración (tanto interna como externa) para abanderar la defensa de la naturaleza a quienes la atisban nimia.
“Muñeca rota” (15 páginas)
Un devoto (de la religión y el baile) acude a un novedoso festival celebrado en su antiguo colegio ávido por reencontrarse con la alegría que antaño le inundaba, pero el destino le tiene deparado una revelación de lo más impactante...; condescendencia y confidencia para patentizar que donde no llega la ciencia lo hace el fervor pasional.
Conclusiones
Conviene aseverar que todo aquel que adquiera un ejemplar se verá recompensado con una rápida (dependiendo de la agilidad de asimilación apenas horas), entretenida (el dinamismo es una formidable virtud) y gratificante (los contextos y situaciones brindan un majestuoso abanico de mensajes) lectura fraccionada a lo largo de seis relatos de dispar extensión (la misma se irá especificando en cada uno de ellos junto a su título) precedidos por la siguiente dedicatoria por parte del autor, “este libro está dedicado a Fermín y Blanca, antiquísimos miembros de Tribbles, que me animaron a publicar de nuevo y son de las pocas personas que, cada vez que hay quedada, me inspiran para seguir un poquito más adelante en este mundo”, habiéndose decidido mencionarla explícitamente porque para él significará, de buen seguro, mucho y hacer lo propio aquí es una muestra de afecto más en sintonía con la enorme gentileza mostrada hacia Cementerio de noticias (www.cementeriodenoticias.es.tl); la brevedad del análisis obedece a la única y exigente finalidad de no adelantar más de lo estrictamente necesario (posiblemente todavía menos) y mantener intacto el misterio para que, aquel que lo decida descubrir, se sorprenda como un servidor ha hecho al proceder con las lecciones en forma de muy aconsejable experiencia narrativa; poco más cabe añadir salvo reiterar, a riesgo de pecar de repetitivo, la eterna gratitud a Blanca Libia y Fermín Moreno, a quienes se vuelve a nombrar como al principio al haber sido ellos los encargados de hacer llegar una copia del volumen que ocupa a estas aficionadas pero hábiles manos que tanto han gozado con el devenir del viaje hacia el reino olvidado de Nivahnvyr del que, cómo no, ya forman parte activa al cavar una tumba para que, de ahora en adelante, una parcela del cementerio desde el que han escrito la presente crónica le pertenezca.
Daniel Espinosa