Título original: Aquaman: The lost kingdom Año: 2023 Nacionalidad: EEUU Duración: 124 min. Género: Acción, Fantástico Director: James Wan Guión: David Johnson Reparto: Jason Momoa, Patrick Wilson, Amber Heard, Yahya Abdul, Nicole Kidman, Temuera Morrison, Dolph Lundgren, Randall Park, Indya Moore, Vincent Regan, Jani Zhao, Pilou Absaek y Martin Short
Sinopsis
Al no poder derrotar a Aquaman la primera vez Black Manta no se detendrá impulsado por necesidad de vengar la muerte de su padre...
Valoración
Lo mejor: la ondulación del cabello de los personajes en las profundidades marítimas es realista e hipnótica, traduciéndose en el mejor ejemplo de los matices que el director (por desgracia alejado del género de terror que le dio popularidad desde hace tiempo amén de ejercer en alguna que otra pieza de mero productor) cuida con minuciosidad para complacer al público ávido de una sátira al cambio climático (se cita explícitamente) sin pretensiones; el ritmo que impera (a excepción de varios impases familiares para que el fantástico elenco repleto de rostros conocidos se luzca emotivamente) torna la velada en fácilmente digerible, con escenas de acción por doquier cuyas coreografías asombran aunque a la postre se antojen repetitivas en su consumación; la epicidad alcanzada en el clímax (tras cierto giro de guión cuanto menos sorprendente) resulta majestuosa, solucionándose no obstante con demasiada premura la prometida última confrontación.
Lo peor: la saturación de elementos generados a partir de la digitalización abruma e irrita hasta límites insospechados, empleándose incluso cuando la situación no invita a ello para justificar el enorme presupuesto invertido (superando los doscientos millones de dólares) con espectacularidad visual en lugar de creatividad argumental; la escasa (por no sentenciar nula) ampliación del universo del superhéroe (circunscrito en la eterna batalla recaudativa de DC contra Marvel) que ocupa convierte la cinta en completamente prescindible, tratándose de una aventura más sin la siempre necesaria (sobre todo en esta clase de producciones) introducción de novedades; la retahíla de localizaciones mencionadas apenas despiertan interés, mas que no se especifiquen las coordenadas exactas (en teoría para evitar correspondencias físicas pero dicho alegato no termina de convencer) también contribuye a que en absoluto se logre una empatía situacional.
Daniel Espinosa
Avatar 2: El sentido del agua (James Cameron, 2022)
Ficha técnica
Título original: Avatar: The way of water Año: 2022 Nacionalidad: EEUU Duración: 192 min. Género: Acción, Fantástico Director: James Cameron Guión: Amanda Silver, James Cameron y Rick Jaffa Reparto: Sam Worthington, Zoe Saldana, Sigourney Weaver, Kate Winslet, Stephen Lang, Cliff Curtis, Joel Moore, Gio Ribisi y Edie Falco
Sinopsis
Los hombres del cielo regresan a los bosques de Pandora trayendo tras de sí el caos a la zona habitada por la raza de los místicos Navi...
Valoración
Lo mejor: la profundidad que infunde la tridimensionalidad (huelga aclarar que es el formato en el que es fervientemente recomendable proceder al visionado) es sencillamente brutal, permitiendo que uno se sumerja en el maravilloso mundo (re)creado confundiendo realidad con ficción en no pocos momentos; el radical cambio de medio en el que transcurre la acción respecto a la entrega inaugural es certero, derivando el terrenal (árboles) en el acuático (islas) con un sustento argumental más que válido; el atrevimiento de incluir varias escenas explícitas (entendiendo como tales aquellas que contienen cierto grado de violencia) es eternamente plausible, enfatizándose en gran medida la vertiente emotiva gracias a tan controvertida e inesperada decisión.
Lo peor: la oscuridad provocada por la portación de las gafas para disfrutar de la mencionada versión (la convencional pierde el sentido al que hace alusión el título) perjudica severamente la nitidez visual de unos paisajes de ensueño, abusándose no obstante del uso de efectos digitales; la cantidad de veces que los protagonistas parecen morir (la lógica invita a pensar que así será) sin hacerlo es alarmante e intolerante, sucediéndose los giros narrativos en dicho aspecto con tanta frecuencia como incredulidad; la reiteración del mensaje sobre el que pivota la película (el sentimiento de pertenencia familiar) suscita recelo, dedicándose cuantioso tiempo a ello sin necesidad alguna pese a la densidad de minutos totales (superior a las tres horas) del metraje.
Daniel Espinosa
La huérfana: Primer asesinato (William Brent, 2022)
Ficha técnica
Título original: Orphan: First kill Año: 2022 Nacionalidad: EEUU Duración: 99 min. Género: Suspense, Terror Director: William Brent Guión: David Coggeshall Reparto: Isabelle Fuhrman, Julia Stiles, Rossif Sutherland, Hiro Kanagawa, Stephanie Sy, Jade Michael, Andrea Campo y Erik Athava
Sinopsis
Una joven consigue escapar del peligroso psiquiátrico ruso en el que está recluida haciéndose pasar por la hija de una familia adinerada...
Valoración
Lo mejor: la atmósfera opresiva que prima en todo momento logra mantener al espectador en tensión durante (casi) la película al completo, maravillando especialmente (de nuevo) la variante artística para ocultar imágenes en lienzos; el giro argumental del ecuador torna la historia interesante (hasta entonces todo hace presagiar que poco o nada sorprendente sucederá), antojándose sumamente plausible la reinvención de una figura a priori sin recorrido cinéfilo; la manera de simular la diferencia de estatura entre la villana (por citar de un modo básico e injusto al personaje sobre el que vuelve a pivotar la trama) es magnífica, situando la cámara en lugares estratégicos e incluso con un recurso tan sencillo como el de portar el resto calzado con plataformas.
Lo peor: la decisión de respetar a la absoluta protagonista de la franquicia (ya puede considerarse así una cinta que con la presente goza de una precuela que promete derivar en secuela) no termina de convencer, pues aunque la misma sería inimaginable sin ella lo cierto es que situar los hechos narrados con antelación cronológica a la original observándola con el obvio crecimiento fisiológico despierta serias dudas al respecto; el descuido que propicia determinada fuga es inconcebible, repercutiendo muy negativamente en el devenir natural del producto; el desenlace resulta tan típico (pese a las plausibles tesituras plasmadas hasta él) que no agradará a los más curtidos en la materia que ocupa, percibiéndose precipitado a la par que predecible.
Daniel Espinosa
Afterparty
(Miguel Larraya, 2013)
Ficha técnica
Título original: Afterparty
Año: 2013
Nacionalidad: España
Duración: 78 min.
Género: Suspense, Terror
Director: Miguel Larraya
Guión: Fernando Sancristóbal y Miguel Larraya
Reparto: Luis Fernández, Alicia Sanz, Ana Caldas, Andrea Dueso, Rocío León, Juan Blanco, David Seijo, Úrsula Corberó y Pilar Rubio
Sinopsis
El protagonista de una popular serie de televisión, uno de los grandes ídolos adolescentes del momento, se despierta tras una alocada fiesta encerrado en una casa enorme en compañía de tres chicas a las que conoció la noche anterior; a través de un móvil que no pueden manipular en su beneficio empiezan a recibir vídeos que muestran una serie de muertes perpetradas por un misterioso y cruel asesino enmascarado...
Valoración
Lo mejor: la idea, perversa y accesible, que se despliega cual abanico impreso como publicidad empresarial de odiosas celebridades a partir de una inocente venganza generada a raíz de un comportamiento machista y provechoso comúnmente compartido por rostros conocidos; el giro de guión que resulta el detonante del festival de sangre que sentencia a prácticamente la totalidad del elenco, muy en sintonía con el aspecto anteriormente citado; el aprovechamiento de los medios técnicos en un escenario irriosorio, exprimiéndose al máximo cada ángulo de una lujosa morada de más que considerables dimensiones.
Lo peor: la temeridad que supone reflejar fielmente las costumbres carnales de la juventud actual, un sector que confunde la libertad con el libertinaje con tanta frecuencia como uso dan de las redes sociales; el infame nivel interpretativo del reparto, compuesto por unos actores que despiertan el ferviente deseo de que mueran, en especial el único superviviente final, el cual no se especificará para no desvelar la incertidumbre; la desigual tensión argumental, basada en una sucesión de dispar radicalidad con intercambios de fluidos y fatales confusiones conductuales sin llegar a destacar, desgraciadamente, ni unos ni otras.
Daniel Espinosa
La mujer del momento (Anna Kendrick, 2023)
Ficha técnica
Título original: Woman of the hour Año: 2023 Nacionalidad: EEUU Duración: 89 min. Género: Drama, Suspense Director: Anna Kendrick Guión: Ian Macallister Reparto: Anna Kendrick, Daniel Zovatto, Max Llloyd, Jessie Fraser, Darcy Laurie, Andy Thompson, David Beasto, Tighe Gill y Jacob Woike
Sinopsis
Una aspirante a actriz se cruza con un prolífico criminal en el gran plató de un concurso de televisión debiendo elegir entre tres pretendientes...
Valoración
Lo mejor: la recreación de la época en la que se sitúan los hechos (finales de los setenta) alcanza la excelencia, apreciándose la fidelidad alcanzada incluso en efectos de pérdidas granulares visuales propios para brindar un meritorio viaje a la misma; el juego de citas (literalmente según el nombre del programa que abarca la parte central) se exprime sabiamente, alejándose de canónicos diálogos para confrontar tabúes de antaño a modo de satírica crítica sin concesiones; la manera de abordar una mentalidad tan perturbada como la que posee quien aquí ejerce de villano (la justificación de una enfermedad sociopática no tiene cabida) absorbe la atención plenamente, mostrando tanto virtudes para conquistar como debilidades para dañarse de forma argumentalmente original e inmensamente acertada.
Lo peor: el (des)orden para exponer la historia dificulta inútilmente su composición general, siendo un misterio por qué se ha optado por dicho recurso narrativo cuando en realidad no afecta a un desarrollo exagerado en cuanto al consabido machismo pasado característico del período en el que se inspira; la elección de deleznables (unos más que otros punibles) actos plasmados se antoja voluble, representando los nada menos que ciento treinta documentados que se le atribuyen al asesino en serie sobre el que pivota la película; la permisiva decisión (impropia de alguien tan calculador e impulsivo como el que la adopta) que desemboca en el desenlace defrauda, pues confiar a ciegas en la sumisión voluntaria a raíz de una relación puramente forzosa se aleja de toda lógica derivando en una sensación póstuma un poco agridulce.
Daniel Espinosa
Return to Nuke’em High
(Lloyd Kaufman, 2013)
Ficha técnica
Título original: Return to Nuke’em High
Año: 2013
Nacionalidad: EEUU
Duración: 79 min.
Género: Ciencia ficción, Comedia
Director: Lloyd Kaufman
Guión: Casey Clapp, Derek Dressler, Lloyd Kaufman y Travis Campbell
Reparto: Asta Paredes, Catherine Corcoran, Peter Parker, Ashely Chris, Rick Collins, Dan Snow, Casey Clapp, Kelsey Lehman, David Hook, William Dreyer, Mike Schmal, Jeff Lasky, Lloyd Kaufman y Jess Mills
Sinopsis
Treinta años atrás, una fuga de material radioactivo contaminó el suministro de agua en la escuela de Tromaville, convirtiendo a los estudiantes en mutantes; ahora, la historia amenaza con repetirse...
Crítica
Lloyd Kaufman dirige (también coescribe e incluso aparece en pantalla realizando una pequeña aparición) Return to Nuke’em High, la nueva locura de Troma Entertainment que nace básicamente del seguimiento del ejemplo patentado por las tan de moda sagas juveniles que tan buenos éxitos dan, modelo que se respeta tanto en cuanto a argumento como en lo referente al paulatino lanzamiento de capítulos, pues es una constante la efervescencia de feromonas y se trata de una estrategia que naturalmente conduce a varias subtramas de cuestionable importancia con personalidades que no tienen otro cometido asignado en la trama que el de convertirse en fáciles víctimas (referirse a la vagina como una “caja”, defender que “la propagación es alud” y animar a una chica que está luchando con otra a grito de “golpea su útero” son posturas tan vergonzosas como anunciadoras de una muerte inminente) o forzados bufones (despotricando contra todo cuanto existe sobre la faz de la tierra, ya sea a través de comentarios racistas, feministas u homófobos, sin un por qué); pese a que la cinta no se alzará con ningún premio artístico, lo cierto es que a partir de su ecuador (hasta entonces es costoso no entrecerrar los ojos fruto del aburrimiento) se percibe ligera y avanza con la suficiente agilidad como para divertir sin sentirse engorrosa, y es que vulgar, ruidoso y amateur, el trabajo entretiene más que muchos otros (la incerteza de concretar si de humor o ciencia ficción es irremediable, pero en ningún caso de terror) producidos con mayor presupuesto y supuesto profesionalismo, siendo a pesar de ello muy costoso obviar las innumerables carencias, de las más distintas índoles como se irá señalando en las siguientes líneas junto a las oportunas explicaciones.
Habiendo explotado al máximo la franquicia de El vengador tóxico (con cuatro secuelas, una serie animada, diversos cómics y un prometido producto venidero situado con anterioridad a los primeros sucesos narrados), el siempre creativo responsable fundador de Troma Films buscó en el amplio catálogo de su estudio otro título que pudiera resucitarse para audiencias contemporáneas y ésta se convirtió en último término en la presente propuesta, una pseudosecuela (si se puede aceptar el término como válido) de la clásica Class of Nuke’m High (de hecho la activación de nostalgia transportadora a un pasado que nunca regresará la activará el pequeño resumen introductorio de aproximadamente dos minutos), cuya similar premisa incluye innovaciones para distinguirla de su predecesora y adaptarla a la época actual sin perder, como no podía ser de otra manera, los elementos que tanto disfrutan los seguidores de tan particular estudio, si bien la fijación por recoger relaciones sexuales y masturbaciones, así como estridentes sonidos escatológicos, es tan preocupante como la cantidad de absurdeces y cortes en el montaje; en esta ocasión las protagonistas son unas atractivas féminas que no sólo se enfrentan al resto de los estudiantes sino que tratan de aceptar las confusas emociones que surgen entre ellas (la excusa perfecta para explotar la vertiente lésbica y lucir los atributos de las bellas actrices), confiriendo finalmente un inusitado sentimiento a su relación y logrando así trascender la trivialidad para formar una sólida pareja que realmente envuelve en la narrativa a pesar de ser tan excesivamente caótica cuya conclusión subraya la importancia de contar con sólidos personajes (aun siendo exhibidos previa congelación de la imagen adjuntando a la misma un titular definitorio, a cuál más odioso) que despierten suficiente interés en el espectador como para esperar deseosos que la segunda parte (no oficializada pero sí pactada verbalmente entre los que se postulan como firmes participantes) vea la luz y no traicione la confianza suscitada, lo cual habrá conseguido únicamente en el caso de los seguidores, pues la justa calificación será de ocho en la escala fan y de cuatro en la global.
En mil novecientos ochenta y seis, una fuga de material radioactivo contaminó el suministro de agua de Tromaville High School, la escuela preparatoria situada en las proximidades de la central nuclear fuente del desastre que, a la postre, fue derruida por completo después de que dos estudiantes erradicaran la plaga mutante que estaba asolando el hasta entonces tranquilo centro de aprendizaje con una gran explosión que hizo retumbar los cimientos de todos los edificios de la ciudad misma; ahora la historia amenaza con repetirse, pues donde antes se ubicaba la planta se construyó una fábrica de alimentos procesados, comida orgánica que a diario ingieren, casualmente, los alumnos de la citada academia, siendo en esta ocasión Chrissy (Asta Paredes, deseable hasta límites insospechados) y Lauren (Catherine Corcoran, quien compensa su falta de empatía con grandes muestras de solvencia interpretativa), peligrosa la una y adinerada la otra, previa involuntaria liberación de un pene de gigantesco tamaño al ceder una tubería del departamento del profesor de educación física y sembrar éste el caos al hacer mutar ilógicamente a los calenturientos adolescentes que pueblan la residencia educativa, las que deban hacer frente a tan imprevisto, lastimoso y trascendental percal.
Por un lado, dosis extra de obertura de mente va hacer falta para que la producción consiga dibujar una sonrisa a alguien (el sentido del humor es propio de alumnos de primaria, ya que cualquiera que haya dejado atrás aquella época en la que comenzó a odiar de verdad las matemáticas y a fantasear en la intimidad de su alcoba con el escote de su tutora no es que no vaya a percibir gracioso todo el carrusel de verborreas propuestas sino que pasará sincera vergüenza ajena) y, por otro, la certeza de estar ante una de las entregas más descafeinadas ofrecidas en los últimos años por los propulsores de tan emblemático género cinematográfico (curiosamente destinado siempre a, en los mejores de los casos, adquirirse en formato doméstico y nunca encontrarlo en proyecciones comerciales por motivos axiomáticos); pero es que, por extraño que se antoje, existe un tercer paraje (las leyes de la física, por enésima vez, no se aplican al particular que ocupa), el de la naturaleza de la obra que atañe, concebida en dos fragmentos, algo que en condiciones normales no supondría un problema pero que aquí sí debido a la abrupta forma en la que se concluye la especie de aventura onírica, porque si se aguanta estoicamente el visionado es menester obtener al menos un desenlace (mejor o peor ya es otra cuestión), pero en lugar de dicha recompensa (mínimo requisito común en realidad) se ofrece un infame vacío que agudizará aun más si cabe la ya de por sí profunda sensación personal de sandez por haber perdido el tiempo con algo esperado desagradable e incluso asqueroso sino desternillante y divertido, lo cual no se da por más que ridículas hipérboles se sucedan, siendo el apartado erótico festivo el único elemento de peso gratificante.
Tromaville ya era la capital tóxica para los no pocos buenos conocedores de la vasta filmografía del universo Troma (la ficción puede tornarse rápidamente en asunción realística en sus envidiables imaginarios), pero incluso siendo un profano en la materia es apreciable que la factoría tóxica sigue siendo a su filosofía de no engañar ni pretender hacerlo, siendo por ende el margen de decepción, al menos en el espectador eventual, ya sea mínimo o gigantesco, previsible sin discusión, y es que intentar analizar un producto de tan particulares características es harto complejo y hacerlo con los baremos y herramientas habituales, aquellas con las que se suele afrontar el análisis de un metraje concebido para la parte mentalmente sana de la población o amantes del séptimo arte, clarifica que la concepción estándar no es aplicable salvo entender los trabajos de dicha compañía como un complemento para amenizar la ingesta de bebidas alcohólicas de un grupo de amigos solteros (a poder ser adolescentes) un sábado por la noche; cuatro son las gratificaciones supremas que pueden destacarse tras la hora y veinte de visionado, la breve aparición de la tienda “Obscura” junto a sus dueños (objeto de un programa televisivo emitido recientemente), algún que otro tema pegadizo compuesta por una irrisoria letra (sirva de muestra “ésta es la última canción que escribiré, me suicidaré esta noche”), el encuentro lésbico de los compases finales (la delicadeza se entremezcla con la más malsana grosería visual) y el laborío en los efectos especiales de Drew Bolduc (responsable junto a Dan Nelson de la eternamente recomendable The Taint), exiguos alegatos favorables de diversión entre tanta desfasada inconexión de una película que se sitúa en un nivel inferior al de similares como Poultrygeist: La noche de los pollos muertos al fracasar la genuinidad que trata de abanderar el director.