Título original: Terrifier Año: 2016 Nacionalidad: EEUU Duración: 80 min. Género: Suspense, Terror Director: Damien Leone Guión: Damien Leone Reparto: Katie Maguire, Jenna Kanell, Margaret Reed, Catherine Corcoran, Pooya Mohseni, David Thornton, Julie Asriyan, Samantha Scaffidi, Gino Cafarelli, Matt Allister, Ursula Anderman y Phil Falcone
Sinopsis
Un psicópata aterroriza a dos chicas durante toda la noche de Halloween matando a todos aquellos que se cruzan en su camino...
Valoración
Lo mejor: el (muy) esperado regreso del sarcástico e irreverente Art no decepciona en absoluto (ahora como antagonista en solitario), ofreciéndose una visión del maquiavélico payaso (o mejor dicho mimo ya que no emite sonido alguno salvo con su bocina) mucho más oscura e intrigante de la que ya pudo apreciarse en la magnífica All hallow’s eve dirigida por el mismo responsable (de hecho esta es una especie de continuación indirecta de aquella) que la que ocupa; el sadismo cobra tintes épicos en las escenas más macabras, mostrando todo tipo de torturas sin censura para beneplácito de aquellos ávidos de auténticas barbaridades; el aspecto retro vuelve a ser la plausible seña de identidad por antonomasia del autor, despertando una enorme nostalgia demostrando que no es imprescindible disponer de grandes presupuestos fílmicos para patentar un producto atractivo e ingenioso.
Lo peor: el guión está repleto de lagunas e incongruencias, introduciéndose los personajes secundarios tan gratuita como precipitadamente (los mejores ejemplos son la hermana de la coprotagonista y el fumigador del edificio en el que tienen lugar la mayoría de las atrocidades perpetradas por el ya mítico villano tras una breve introducción en exteriores) sin otro cometido que ser brutalmente asesinados; el contenido visual de algunas fechorías es altamente denunciable, mas que los efectos artesanales luzcan tan bien (las prótesis empleadas se aproximan tanto a la realidad que uno duda seriamente de su artificialidad) despierta verdadera repulsión incluso en estómagos acostumbrados a la serie b menos políticamente correcta; el (presunto) desenlace es un despropósito de siderales dimensiones, aunque parcialmente convence por el viaje temporal de la narrativa.
Daniel Espinosa
Terrifier 2
(Damien Leone, 2022)
Ficha técnica
Título original: Terrifier 2 Año: 2022 Nacionalidad: EEUU Duración: 138 min. Género: Suspense, Terror Director: Damien Leone Guión: Damien Leone Reparto: David Thornton, Lauren Lavera, Elliott Fullam, Sarah Voigt, Kailey Hyman, Griffin Santopietro, Owen Myresteiner y Casey Hartnett
Sinopsis
Tras ser resucitado por una entidad siniestra un asesino regresa al condado para destruir a una adolescente en la noche de Halloween...
Valoración
Lo mejor: el macabro humor negro del protagonista sigue intacto (respetando escrupulosamente la esencia de un personaje que sin pronunciar ni una sola palabra logra causar verdadero pavor), sucediéndose las sádicas ocurrencias para que luzca no solo su terrorífico disfraz sino los demenciales traumas que alberga tan deleznable ser (la onírica visión de descendencia es simbólicamente magnífica) en su afán de promover la voraz e insaciable búsqueda del sufrimiento ajeno a partir de la enfermiza curiosidad de determinado joven con la psicopatía como perenne telón de fondo con altas dosis de violencia; la emulación de la clásica serie b grabada en ocho milímetros es gloriosa (desde la estética de Jackie Hughes con lindezas artesanales hasta la banda sonora de Paul Wiley con temas alternativos pasando por las actuaciones debidamente adecuadas a las circunstancias con David Thornton de nuevo como el flamante payaso Art cada detalle se cuida al máximo), pareciendo de veras estar visionando una de las antaño cintas de escaso montante presupuestario pero descomunal entretenimiento visceral con el arsenal de contundentes e improvisadas armas para formalizar el sadismo con unos brutales efectos de maquillaje; el recuento de muertes (se contabilizan decenas por ametralladoras, bisturís, botellas, cuchillos, escopetas, fustas, machetes, martillos, mazas, palos, químicos, sopletes, tijeras y un largo etcétera en una azarosa selección de víctimas) ejemplifica el dinamismo predominante, resultando un festín de ocurrencias que harán las delicias del gore en general merced a un montaje del director repleto de delirantes e inquietantes escenas.
Lo peor: la estratégica publicidad difundida sobre la censura de la película para hacerla popular antes de su estreno misma (asegurándose que en las proyecciones se han dado casos de abandonos de la sala e incluso vómitos) no contribuye precisamente a la comercialidad, si bien suscita un enorme interés entre los acérrimos seguidores a este tipo de producciones creadas para exhibirse en certámenes especializados; el hecho de empezar exactamente donde terminó la anterior entrega (tal vez convenga señalar que se trata de una continuación directa) prácticamente obliga a disfrutar de la primigenia para comprender el origen de la presente historia (los seis años de espera entre ambas no influyen en cuanto a cuestiones puramente técnicas), si bien no es imprescindible (pese a las constantes referencias a aquella) al tratarse de una trama sin otro propósito que brindar un pasajero e insustancial disfrute no apto para todo el público por su explícito e incesante contenido sanguinario (anatómicamente imposible pero visualmente funcional al impactar sobremanera) aunque ofrece una lectura bastante más concienciadora e inteligente de analizarse detenidamente; la excesiva duración (nada menos que casi ciento cuarenta minutos con la secuencia postcréditos) convierte la experiencia en algo densa, mas el nulo hilo conductor racional (catalogar como tal el pretexto adolescente para justificar mínimamente la estructura narrativa sería un error) provoca que la sucesión de atrocidades no trascienda de lo meramente anecdótico valorándola objetivamente como conjunto atendiendo a la forzada conexión mística a la que se alude para explicar los fatídicos eventos.