Título original: Cloverfield
Año: 2008
País: EEUU
Duración: 85 min.
Género: Ciencia ficción, Suspense
Director: Matt Reeves Guión: Drew Goddard Reparto: Michael Stahl, Odette Yustman, Mike Vogel y Lizzy Caplan
Sinopsis
En vísperas de su marcha para Japón, Rob considera que su fiesta de despedida es una buena oportunidad para confesar sentimientos sin resolver y atar cabos sueltos, pero sus planes toman un giro inesperado cuando la ciudad sufre una fuerte sacudida; la multitud se mantiene en un principio callada para ver las noticias de un terremoto, y luego se apresura a la azotea para evaluar los daños, una explosión de vislumbra en el lejano horizonte y la confusión y el pánico se apoderan de las calles.
Crítica
Mostruoso se podría definir, en pocas palabras, como el resultado de la suma de El proyecto de la Bruja de Blair más Godzilla (si te gustaron estas dos te encantará), pese a que en la historia también tiene cabida el amor y el sentido de la lucha por lo que uno más quiere, así como una espectacularidad visual de la que pocos metrajes pueden presumir.
Matt Reeves (que ha dado un importante salto recientemente con el remake Déjame entrar) es el encargado de dirigir esta producción de J.J.Abrams (inconfundible en cuanto a espectacularidad se refiere, como sucedió con la aclamada por algunos sectores Transformers), con un presupuesto medio que ha generado hasta la fecha más de cien millones de dólares en ganancias netas, logrando un éxito abrumador (quizá por eso ya está en proceso la secuela de esta cinta) en todo el mundo y cosechando mayoritariamente halagos con sus costosas producciones.
La película se nos presenta como un falso documento militar, una recopilación de imágenes que ayudan a comprender los sucesos ocurridos en la zona US-447, anteriormente conocida como Central Park (supuestamente todo ha quedado reducido a cenizas); un monstruo salido de la nada (no nos aportan en ningún momento ni un solo detalle acerca de la procedencia de éste) comienza a atacar la ciudad de Nueva York, precisamente el día en que los amigos de Rob (Michael Stahl) organizan su despedida (ya que tiene pensado irse a Japón), y es precisamente éste es el hecho por el que el espectador dispone de esas supuestas imágenes reales, ya que Hud (T.J.Miller) se encargará de grabar todos los acontecimientos con una videocámara casera (de aquí se entiende que muchas de las críticas lanzadas a la cinta sean precisamente acerca de la demasiada vertiginosidad y el irremediable mareo que produce, ya que está grabada totalmente cámara en mano, sin estabilización alguna) para que los recuerde cuando esté lejos.
También acude a la cita Beth (Odette Yustman), el amor de su vida, que actualmente está teniendo una relación con otro chico y esto provoca una fuerte discusión entre los dos, que terminará con la ausencia de ella en la fiesta, e instantes después el monstruo se dará a conocer, lanzando la cabeza de la Estatua de la Libertad en plena calle (es de agradecer la valentía que demuestra el director en estos momentos, mostrando desde el primer instante al monstruo sin tapujos); apartir de aquí empezará una lucha por seguir con vida, teniendo que moverse el grupo constantemente para evitar los ataques incesantes del bicho (una de las mejores escenas la obtendremos en las túneles de metro, donde una plaga de pequeños bichos atacaran a nuestros protagonistas) y, a pesar de poder marcharse fácilmente de la ciudad camino de vuelta hacia Manhattan, deciden (promovidos por Rob) ir en busca de Beth, que llama desesperadamente pidiendo auxilio, ya que está atrapada en la otra punta de la ciudad debajo de una pared que ha cedido ante los ataques del monstruo; una serie de circunstancias acabarán desembocando en un final trágico, con la muerte de absolutamente todos los integrantes de la trama principal y dejando abierta la puerta a una (inimaginable) segunda entrega.
La aventura trepidante a la que se ven obligados emprender los personajes es altamente adictiva, dejándote en todo momento con ganas de más, de saber qué pasará tras un nuevo suceso que sirve de fundamento para la extensión del pánico (al mismo tiempo que la epidemia y los ataques, tanto del bicho gigante como de los militares en el afán de derrotarlo); audiovisualmente impecable (a pesar de estar rodada con una videocámara sencilla) y sonoramente inmejorable, resultando cada escena de acción una obra de arte para el oído (en especial los disparos militares en plena ciudad); por lo general, el guión de Monstruoso es exquisito, aunque sobran escenas del estilo 28 días después que en esta ocasión no vienen a cuento (ya que al parecer la gentes también se contagia, aunque no se nos da ningún motivo ni apunte acerca del por qué), y la extraordinaria intensidad, siempre de menos a más, ayuda a que el rimo frenético se sostenga en la base argumental.
Daniel Espinosa
Cloverfield 2 (Dan Trachtenberg, 2016)
Ficha técnica Título original: 10 Cloverfield lane Año: 2016 Nacionalidad: EEUU Duración: 113 min. Género: Ciencia ficción, Suspense Director: Dan Trachtenberg Guión: Damien Chazelle, Josh Campbell y Matthew Stuecken Reparto: Mary Elizabeth Winstead, John Goodman y John Gallagher
Sinopsis
Una joven sufre un accidente de coche y, cuando despierta, se encuentra encerrada en una celda bajo tierra, secuestrada por un hombre que dice haberla salvado, y a otro chico, del día del juicio final.
Valoración
Lo mejor: la habilidad, por parte del debutante director, de hacer creer al espectador que algo de utilidad cinéfila sucederá en algún momento u otro, lo cual no se da aun permaneciendo la tensión en una especie de telón de fondo que no se alza nunca; el trío actoral principal trasciende a lo que aporta la pésima trama y se convierte en el mayor sustento fílmico, firmando unas actuaciones poco menos que memorables con sus fragilidades (Mary Elizabeth Winstead), imposiciones (John Goodman, haciendo valer el eslógan que versa “los monstruos tienen muchas formas”) y adaptabilidades (John Gallagher); el giro argumental en el que desemboca cierta deslealtad, desatador de una serie de acciones que dinamitan todo atisbo de cordura pero engrandecen el resultado final (circunscribiéndose en el espectáculo).
Lo peor: la excéntrica (que no sugerente) y ridícula hipótesis desarrollada en el claustrofóbico búnker donde se despliega la historia que, a la postre, revela una verdad alarmantemente precaria que no merece ni tildarse de tal, sentenciando esto no por pretender mantener una posición contraria a la mayoría sino por defender una opinión propia; el devenir de los acontecimientos no responde a ninguna razón mínimamente racional (el provecho de determinada cortina de ducha es propio de una comedia), mas atendiendo a que se relaciona directamente con Monstruoso (cuyo título inglés es Cloverfield) y el flamante productor es J.J.Abrams (un cebo más que claro) el sinsentido es mayúsculo por más esperanza y paciencia que se conceda a la ocasión (incluso habiendo visionado la obra en un lujoso hotel sito en el corazón de Bruselas con la persona a la que más se ama); la increíble reacción de la prensa afirmando que la película no merece sino halagos cuando debiera ser al contrario, pues la originalidad de la puesta en escena pierde enteros a medida que avanzan los minutos situándose bajo cero en una escala del mismo al diez desde el primero.
Daniel Espinosa
Cloverfield 3 (Julius Onah, 2018)
Ficha técnica
Título original: The cloverfield paradox Año: 2018 Nacionalidad: EEUU Duración: 97 min. Género: Suspense, Terror Director: Julius Onah Guión: Oren Uziel Reparto: Gugu Mbatha, David Oyelowo, Daniel Brühl, Elizabeth Debi, Zhang Ziyien, John Ortiz, Aksel Hennie, Roger Davies y Donal Logue
Sinopsis
Con el planeta en guerra y en mitad de una crisis energética, un equipo de astronautas se encuentra en el espacio buscando una solución...
Valoración
Lo mejor: la diversión que brindan las escenas protagonizadas por cierta extremidad, muy en sintonía con el videojuego Dead space y su macabro sentido del humor, negro como el humo que desprende la nave una vez accidentada en su ardua misión de extraer energía para subsanar la falta de la misma en el planeta; la esencia que desprende esta odisea espacial (original de la multiplataforma de pago Netflix, la cual comienza a asumir los derechos de propuestas medianamente destacables) poco o nada tiene que envidiar a otras de semejante índole (obviando, por supuesto, clásicos del género como Alien y similares), siendo la más ambiciosa (que no provocadora, pues esa sería sin duda la anterior) de las partes hasta ahora lanzadas al mercado; la serie de infortunios que acaban con la vida de algunos personajes (no se detallará el número exacto por no desvelar la trama pero es bastante elevado), atroces sucesos muy bien resueltos desde la perspectiva visual pese a primar el ordenador en su consumación.
Lo peor: la inaceptable reacción de determinado miembro de la tripulación cuando descubre que le ha sido amputada una parte de su cuerpo, tan contradictoria como varios impases de la película (quien pueda creerse la gravitatoria hazaña lograda posee el envidiable don cinéfilo de no cuestionarse lo imposible); la escasa (apenas el monstruoso desenlace y alguna que otra citación puntual) relación del título con sus antecesores, algo que resulta decepcionante respecto al primero (la acción subjetiva era absorbente) y satisfactorio en comparación con el segundo (la parsimonia argumental era tediosa); la paradójica explicación final convence tan poco como la temática de los universos confluyentes y las dimensiones paralelas, restando la sensación de haberse desaprovechado una magnífica oportunidad de incrementar notablemente el interés por una franquicia de calidad demasiado oscilante (incluso en las propias entregas de la saga) aun entreteniendo de una manera muy directa y, en gran medida, solvente.