Título original: Dangerous animals Año: 2025 Nacionalidad: Australia Duración: 93 min. Género: Drama, Suspense Director: Sean Byrne Guión: Nick Lepard Reparto: Hassie Harrison, Josh Heuston, Jai Courtney, Rob Carlton, Ella Newton, Liam Greinke, James Munn, Mike Goldman, Ryland Pearson, Teah Fraser, Sean Richard, Josh Thrissler y Jess Tredinnick
Sinopsis
Una surfista de espíritu libre que es secuestrada por un asesino en debe averiguar cómo escapar antes de un cruel ritual de alimentación...
Valoración
Lo mejor: el contraste situacional entre los diferentes personajes funciona maravillosamente a medida que las escenarios evolucionan tanto como ellos transmitiendo el cruento desasosiego que les invade por actos propios o ajenos, pese a determinada danza de celebración en alta mar; la presentación de quien ejerce de villano aporta brillo al guión, imposibilitando intuirlo al inicio de la película por la manera en la que se desvela aunque a partir de entonces mantiene su voracidad sin escrúpulos hasta el visceral desenlace cual snuff movie; la excelente oportunidad para disfrutar de la cinta coincidiendo con la época estival en la que se estrena en salas comerciales, conviniendo advertir que debe evitarse por aquellos que padezcan galeofobia ya que dicho trastorno psicológico caracterizado por un miedo intenso e irracional a los tiburones derivará en sufrimiento extremo en la ocasión que ocupa.
Lo peor: la aproximación a los escualos ofrece cero novedades al subgénero, primando no obstante la tensión sostenida en base a ellos al exprimirse cada aparición con curiosos e inteligentes simbolismos según lo plasmado en una pantalla que va tiñéndose de rojo sangre a intervalos; la vertiente romántica que propicia la segunda mitad del filme resulta aborrecible, justificando ciertas actitudes completamente indefendibles por el mero hecho de acumular experiencias negativas en el pasado obviando el futuro por próspero que sea; la facilidad con la que la protagonista logra superar los obstáculos que se le presentan se antojan inasumibles, desde sobrevivir a una autolesión de alta gravedad sin cuidados posteriores hasta conducir un barco de grandes dimensiones sin ninguna noción al respecto entre otras proezas para mayor epicidad pero también hipocresía desde una vertiente objetiva.