Título original: Sinners Año: 2025 Nacionalidad: EEUU Duración: 137 min. Género: Acción, Drama Director: Ryan Coogler Guión: Ryan Coogler Reparto: Michael B.Jordan, Hailee Steinfeld, Miles Caton, Wunmi Mosaku, Delroy Lindo, Jack O’Connel, Jayme Lawson y Omar Benson
Sinopsis
Tratando de dejar atrás sus problemáticas vidas dos hermanos gemelos regresan a su pueblo natal para empezar de nuevo solo para descubrir que un mal aún mayor les espera para darles la bienvenida...
Valoración
Lo mejor: la experiencia audiovisual en la que se traduce la película es de inusual e incalculable valor, tratándondose no solamente de un homenaje al blues en particular sino a la música en general con multitud de simbolismos sobre sus ancestrales raíces con un formidable crisol cultural; el retrato afroamericano de principios de los años treinta en territorio estadounidense logra captar a la perfección las desigualdades e injusticias padecidas por la gente de dicha procedencia en esa época, reincidiendo tal vez en el mensaje en detrimento de otros que hubieran congratulado para complementarlo; el plano secuencia que acompaña al mimetismo de la comunidad congregada en el local en que íntegramente transcurren los hechos desde el ecuador abruma, significando casi sin discusión alguna el mejor intervalo de la cinta al transmitir ilusión e imaginación a raudales.
Lo peor: la arriesgada combinación de géneros desagradará a quienes esperen uno bien definido, promocionándose como una especie de revisión Abierto hasta el amanecer cuando a la postre nada más lejos de la realidad al centrarse en el componente carnal desde una perspectiva mundana con tintes de arraigo religioso; la mayoría de subtramas tienen cabida únicamente para prolongar la duración del metraje, superando finalmente las dos horas de duración sin demasiado sentido argumental pese a dotarlo de ciertos matices si uno valora el conjunto objetivamente; el vampirismo se alude básicamente para profundizar en la contradicción de deseos humanos que cualquiera siente en un momento u otro de su vida, decepcionando soberanamente a excepción de unos veinte minutos en los que sí luce en su esplendor a partir del baño de sangre tiñendo la pantalla de rojo.