Con el ocurrente nombre de Zacachila (evidente combinación de la compañía con el objeto en cuestión) ve la luz la enésima joya de Zacatrus, alejada esta vez de los fantásticos lanzamientos lúdicos que constan en su extenso catálogo; el cometido es precisamente almacenarlos en aras de portarlos a cualquier lugar sin problemas con una comodidad equiparable a la ergonomía (el ligero pero resistente material de fabricación junto a la zona acolchada en la espalda resulta óptimo), adaptándose a ambos hombros para asegurar no únicamente los productos sino el cuerpo soslayando el siempre latente riesgo físico.
El elegante diseño (en color negro con el logotipo bordado en blanco) goza de pequeños tacos en la base para evitar el desgaste, manteniéndola limpia al elevarla del suelo (sorteando así la típica suciedad adherida en la parte baja al dejarla en determinados pavimentos); amén del compartimento principal (para el abanico de obras en sí introducidas) tiene otro frontal (para accesorios varios), permitiendo hasta quince quilogramos de peso distribuido uniformemente merced al elaborado sistema de compensación con una funcionalidad digna de alabar con delicados pero robustos acabados.
El holgado tamaño (33cm de ancho por 32cm de profundidad por 50cm de altura) se traduce en una alta disposición espacial (el total de juegos almacenables dependerá obviamente de las dimensiones de los mismos), con una capacidad de más de cincuenta litros que garantiza llevar cajas u objetos de múltiples tamaños; las correas (mediante la clásica brida ajustable) así como la cremallera (cuyo recorrido se efectúa suavemente como la sensación al tacto del conjunto) facilitan todavía más la misión maletera, pareciendo que la versatilidad (se antoja ideal también para libros o ropa) halla el límite en la imaginación.
Como aspectos negativos (adoptando una postura severa) conviene citar tanto el método de entrega (la manera no es la mejor al apreciarse dobleces alrededor de las costuras por la compactación del envío en el plástico que la recubre) como la carencia de separadores (apilar por supuesto no entusiasma), aunque para subsanarlos el sumatorio monetario requerido aumentaría ostensiblemente perjudicando la asequibilidad; por el contrario menester ensalzar el hecho que quepan decenas de trabajos (como se observa en la fotografía adjunta sobra mucho hueco tras añadir catorce sin ordenarlos), reafirmando su valor.
El amigo masivi recopila las mencionadas características en uno de sus estupendos vídeos para dar a conocer las últimas novedades de la firma, sintetizándolas visualmente de modo complementario al fotográfico elegido para para presente reseña; solo resta recomendar encarecidamente una para uso propio (que el algo privativo precio de 44,95€ de venta al público no impida a nadie proceder a la compra porque los beneficios aportados superan con creces dicho desembolso), convirtiéndose en el complemento preferido en adelante cuando se visiten instalaciones u hogares ajenos por tanta practicidad.