“Spoilers Edición Definitiva + Travel”, de BrainPicnic y Zacatrus
Spoilers Edición Definitiva
“¿Qué traman un perro karateca, una científica alienígena y un dinosaurio con ganas de marcha?”; este es el principio (parafrasearlo explícitamente sería un error al traducirse en la enésima desternillante ocurrencia de la retahíla que alberga tan genuino e irreverente producto) de una sinopsis en la que resta evidente el carácter del mismo, ideal para toda velada que se precie (ya sea entre amigos, familiares u otras relaciones más banales), que pivota sobre el arte de adivinar el argumento de cintas de pura serie b agudizando la capacidad deductiva e incredulidad del respetable, sin olvidar que la mayoría de contiendas se decidirán por el engaño al contrario (intentando que este elija la respuesta errónea) para agenciarse más palomitas (la representación de los clásicos puntos a acumular) que él.
Con una mecánica de sencilla e inmediata comprensión (la edad aconsejada de catorce años en adelante es meramente orientativa puesto que menores también podrían proceder sin problemas) Manu Palau (el artífice bajo el sello de BrainPicnic y Zacatrus) logra entusiasmar a niveles desorbitados; en cuanto a los grupos a formar (oficialmente se indican dos), podrían citarse otras modalidades de cosecha propia para participar más (con el simple hecho de descartar el bote y repartir los premios para que el devenir sea equitativo), creándose así alternativas en las que el único límite es la imaginación de cada cual ya que las posibilidades son enormes tras analizar en profundidad las vías no reglamentadas que invitan a modificaciones (ligeras o grandes) para customizar las veladas aumentando su interés.
Pequeños detalles como el código de barras de rigor en la parte trasera (simulando una claqueta al igual que la propia cuna), las frases alrededor de la caja (“esto no es lo que parece”, “podría contártelo pero después tendría que matarte” y “tengo un mal presentimiento”), la forma de la normativa (cual entrada de cine) o el mapple adicional (aprovechando así al máximo el espacio del troquel) marcan la diferencia al tiempo que sirven para tematizar (todavía más) la propuesta; no obstante, la confección del cubo en particular (luce espectacular una vez unidas las cinco piezas) y la calidad de los componentes en general (fabricados con materiales de primera categoría) no desmerecen en absoluto lo comentado, asegurando una integridad óptima para la posteridad (o casi) de cuidarse mínimamente.
Ante semejante juego no podían faltar los spoilers y, para que no sean determinantes para el disfrute, se harán respecto a algunas de las lindezas recogidas (de hecho se trata de información que hace referencia a lo que aparece en el avance de las películas o las carátulas de vídeo sin desvelar en ningún caso los desenlaces) junto a sus introducciones textuales; Extraterrestre forajido (“solo una mujer tuvo las agallas de enfrentarse”), Pasando al frente (“si estás desesperado por una chica este es tu colegio”), Fiesta asesina (“todos mueren”), Alaridos (“descansa en trozos”), A dios rogando y a los fieles timando (“la comedia por la que has estado rezando”), Femalien (“más allá del deseo humano”), Robots asesinos (“compra o muere”) o Peligro en las aulas (“el instituto puede ser un lugar peligroso”), son ejemplos.
Que nadie piense que con completar los sesenta y cuatro largometrajes seleccionados para la ocasión (un compendio formado por algunas de las mejores filmaciones de las ediciones The game, The beginning y Popcorn así como más de una veintena completamente nuevas) se ha acabado el entretenimiento, pues entonces se puede ejercer de crucial e imparcial (o no) maestro de ceremonias; por ende, la durabilidad del trabajo (atendiendo a que cada partida asciende a unos treinta minutos si se asumen e interpretan los roles preasignados debidamente) abarca cuantiosas horas, suponiendo un desembolso monetario (el precio de venta al público es de algo menos de quince euros) simbólico a juzgar por lo expuesto y otros motivos omitidos para no eternizar la reseña con alegatos que reafirman su recomendación.
Spoilers Travel Edition
“¿Sois capaces de adivinar una película con frases sacadas del tráiler?”, este es el inicio de una sinopsis que no deja lugar a dudas sobre el objetivo a lograr; veinticinco tarjetas (más la reglamentaria) con cinco frases célebres a modo de pistas (la primera es la que consta en el anverso junto a una imagen bidi a escanear si se desea) paulatinamente más relevantes es el único material necesario para disfrutar del trabajo, consiguiendo finalmente un nivel calificativo (desde “albóndiga” hasta “jedi” pasando por “superagente 86”, “top gun” y “starfighter”) según lo certero que se sea esclareciendo la producción.
Las normas son sencillas, pues basta con retirar el plástico de la caja (en la que se advierte que antes de nada se lea las instrucciones), volver a introducir el mazo en ella con la cara blanca coincidiendo con la trasera (la que se corresponde con el código de barras) e ir colocándolas de manera que al comienzo solo se vea la locución de apertura (es imprescindible ir sacándolas con cuidado para no observar al mismo tiempo varias sino hacerlo cronológicamente); por último, solo resta anotar dos títulos por ronda y comprobar la respuesta correcta obteniendo así de cero a diez estrellas según los aciertos acumulados.
Al contrario que la obra anterior, la dinámica permite proceder en solitario (obviamente con más gente la diversión es exponencial), recomendándose una edad mínima de diez años (por meras cuestiones técnicas porque es apta para cualquier tipo de público sin ninguna clase de contenido censurable pero la inmensa mayoría de los metrajes se circunscriben en la época de los noventa) para las rápidas partidas (unos quince minutos cada una) que se sucederán; habrá quienes conciban los debates previos a las apuestas como aborrecibles, pero sería injusto ya que significan a una fase de unión entre los presentes.
El principal inconveniente severo es que la rejugabilidad es nula, pero ejerciendo de maestro de ceremonias (pronunciando los textos a un tercero) se alarga ostensiblemente la limitada vida de la propuesta, por lo que no es un factor determinante; además, la opción intrínseca de elegir entre cooperación o competición (calculando conjunta o individualmente los puntos para establecer al ganador) aumenta las posibilidades de entretenimiento, dibujándose sinceras sonrisas en los rostros de los más nostálgicos al descubrir los blockbusters (la colección se centra en auténticos éxitos) a medida que los recuerdan.
En cuanto al precio, señalar que es de unos paupérrimos seis euros, por lo que no es nada privativo (de hecho se antoja poco menos que un regalo para consumo propio o ajeno); se trata pues de una versión compacta para portarla a cualquier sitio (incluso en el bolsillo porque las dimensiones son de apenas doce centímetros de largo por siete de ancho y ni siquiera uno de grosor) con ostensibles modificaciones respecto a la original que aporta las suficientes novedades (manteniendo la esencia primigenia) como para considerarse una adquisición obligatoria para amenizar un largo viaje en coche o avión.
Daniel Espinosa, a fecha 25 de julio del 2022