“YesterMorrow”, de Blowfish Studios
La breve sinopsis oficial versa “sigue la atractiva historia de una joven que viaja al pasado para salvar a su familia y los restos de un mundo atrapado en una noche interminable”; el argumento seduce sin remedio pese a no exponerse claramente (de hecho la adjetivación “atractiva” resulta cuanto menos sorprendente en el contexto en el que se emplea), traduciéndose a la postre en un juego de plataformas bidimensional (una técnica en absoluto desfasada a juzgar por el funcional modo en la que se utiliza) que mezcla (pocas) secuencias de acción con (muchos) elementos de rompecabezas que hará las delicias de propios y extraños por su envidiable (aunque particular) estética.
Los controles (cabe señalar que la plataforma sobre la que se lleva a cabo el análisis que ocupa es la Xbox One aunque también está disponible para las que se indicarán seguidamente), sin ser complejos, requieren cierta habilidad en cuanto a combinaciones se refiere (sobre todo cuando se efectúan determinados movimientos como escalar), asumiéndose sin problemas desde la primera misión; la compatibilidad abarca desde consolas (Nintendo Switch y Play Station 4 amén de la citada) hasta ordenadores (Gog y Steam), al parecer (según afirman medios especializados tras analizar las diferentes versiones), con notables resultados en su (únicamente) modo solitario.
La jugabilidad es excelente en cuanto a maniobrabilidad se refiere, gozándose cada paso que se da para desentrañar los misterios de la luz eterna en aras de purificar el mundo de las sombras, debiendo utilizar sabiamente el entorno a favor viajando en el tiempo a través de los portales para descubrir, asimismo, zonas secretas que ocultan potenciadores e información de vital importancia para entender la intríngulis; el idioma seleccionable abarca ocho dialectos (alemán, chino, español, francés, japonés, mandarín, ruso, e inglés) aunque se limita a unos textos (absolutamente ni una sola palabra se pronuncia) que recuerdan, junto a la puesta en escena, a la franquicia Pokémon.
El peso del archivo a descargar apenas alcanza el gigabyte (exactamente novecientos veintiséis megabytes), por lo que no repercute apenas en la capacidad total de almacenamiento en el disco duro para mantenerlo en la pantalla principal e iniciarlo asidua e inmediatamente; las probabilidades de completar las exigencias para conseguir logros van directamente relacionadas con la dedicación a la propuesta, pues entre los cuarenta los hay acumulativos (como rodar quinientas veces) y progresivos (como ir completando la propia trama), cabiendo aclarar que avanzar no es sencillo en algunas fases pero los puntos de autoguardado abundan para que no se atisbe tedio alguno.
El mapa se subdivide en cuatro islas (frondosos bosques, abandonados desiertos, glaciales tundras y pasajeros cayos) en las que destacan los efectos (regulables en el menú junto al volumen de la música), primando las búsquedas e interacciones (la más curiosa tal vez sea la de acariciar a los animales sin un propósito definido) en detrimento de las batallas e introspecciones (pese a que a priori pudiera parecer al contrario); la mayoría de misiones se especifican en la parte superior (previo reajuste para visualizar las actualizaciones correctamente) y no se extienden demasiado, pese a que van hilándose paulatinamente para conformar una racionalidad subyacente.
La elección de personajes es nula (a menos que en fechas próximas se lancen expansiones para tal cometido), aunque lo cierto es que la vista (en una tercera persona muy lejana) impediría apreciarlos adecuadamente y, por ende, es un anecdótico descuido (o más bien una comprensible decisión); en cuanto al arsenal no se mencionará nada al respecto ya que supone uno de los mayores incentivos de la vertiente mística, bastando con asegurar que el estilo combativo convencional se ha reinventado para estimular al público más joven (que la edad mínima recomendada sea de siete años es indicativo de ello) sin descuidar al más curtido con impases de enorme emotividad.
Los gráficos lucen en una calidad suprema (4K Ultra HD real), apreciándose unas texturas espectacularmente bien definidas que hacen justicia al primoroso arte conceptual (no mostrada explícitamente como debiera), si bien ciertos escenarios se antojan bastante pobres en detalles (pese a cumplir con creces igualmente su cometido); el sonido se basa en una banda sonora un tanto repetitiva pero idónea para la ocasión, haciendo que disfrute e inmersión casen para exprimir los altibajos (deliberados todos ellos) de una aventura en la que el denominado efecto mariposa cobra tintes épicos cuando se pulsa los botones que las (muy variopintas) tesituras solicitan imperiosamente.
La duración se sitúa en la media (sin profundizar mucho unas ocho largas horas y haciéndolo con tranquilidad posiblemente el doble), por lo que dicho apartado saciará las expectativas del comprador más exigente sin escusas; el precio de venta al público (17,99€) es un tanto elevado en comparación a otros de semejante índole (y más atendiendo a que la única versión adquirible es la digital), compensándose el (relativamente) alto desembolso con un cúmulo de ideas (entre ellas algunas pinceladas culturales que dejan boquiabierto al más experimentado en la materia) que, en su conjunto, suponen una muy grata sorpresa para quienes no esperen lindezas tradicionales.
El estudio responsable es Bitmap Galaxy (bajo la distribución de la aclamada firma Blowfish Studios con la que Cementerio de Noticias ya ha colaborado con motivo de, por ejemplo, Obey me y Pojection: First light), un galardonado desarrollador independiente con sede en tierras eslovacas formado por miembros con décadas de experiencia en la industria, derrochando todos ellos entusiasmo y pasión para crear títulos memorables; el catálogo de la compañía no cuenta con muchos títulos (entre los que destaca el internacionalmente premiado Little galaxy), pero todos poseen una personalidad distintiva que se acentúa más en el presente, motivo por el cual merece todo el apoyo posible.
Daniel Espinosa, a fecha 04 de noviembre del 2020