“Darkness rollercoaster: Ultimate edition”, de Creative VR 3D
La breve sinopsis oficial versa “vive una aventura extraordinaria donde la acción es la protagonista..., dispara a los enemigos con tus movimientos..., bloquea sus ataques con tu escudo o ralentiza el tiempo para contraatacarlos..., ¡ten cuidado con las trampas y los obstáculos que tendrás que esquivar en todo momento para salir airoso!”; el argumento, sin estar muy bien definido (por no sentenciar que no existe formalmente), resulta plausible por la escasa ambición que alberga (y se plasma), traduciéndose en una especie de montaña rusa de la oscuridad (así de hecho la definen los propios autores) en la que los cinco sentidos se ven puestos a prueba sólida e intensamente.
Los controles (se requieren las gafas y la cámara para disfrutar en Play Station 4, consola sobre la que se lleva a cabo el análisis que ocupa, siendo los Move motion opcionales para mejorar más aún la experiencia sin censurar a quienes no los posean) se limitan a las herramientas portadas y los giros dados, combinándose así extremidades superiores y cabeza sin lindezas ni complicaciones; la compatibilidad con las plataformas de rigor (PS VR y Steam VR) es notable atendiendo a las circunstancias y, aunque no se llega al nivel del magnífico Until dawn: Rush of blood, es una pseudoalternativa más que decente con un modo solitario que no hace extrañar el cooperativo.
La jugabilidad es sin duda el aspecto más favorable de una propuesta que fluye formidablemente (a excepción de los intervalos de carga que, sin embargo, se amenizan con una majestuosas animaciones al más puro estilo Tim Burton), percibiéndose una sincronización excelente (salvo cuando el escudo y la pistola interfieren entre sí en el campo de visión); el idioma seleccionable de las voces es exclusivamente el inglés, aunque los textos están en perfecto español (así como en alemán, chino, francés, italiano y japonés), no existiendo la supuesta barrera lingüista ya que los diálogos pronunciados no gozan de apenas relevancia, al contrario de unos textos tan sencillos como meticulosos.
El peso del archivo a descargar es sumamente ligero (apenas alcanza el gigabyte), por lo que no repercute lo más mínimo en la capacidad total de almacenamiento en aras de mantenerlo en el menú principal para iniciarlo con premura; desde una perspectiva exitosa, las probabilidades de conseguir logros (un componente que para muchos es anecdótico pero para otros incentivador) van directamente relacionadas con la consumación de determinadas proezas para obtenerlos que, sin llegar a antojarse quiméricos, sí desvirtúan un poco el divertimento banal que impera, aconsejándose encarecidamente a los pequeños para acostumbrarse al universo virtual sin frustraciones.
El mapa (estrictamente ocular entendiendo como tal aquel basado en la mantenencia de la mirada para acceder a la zona deseada) se reduce a la indicación de los retos que, en resumidas cuentas, transitan entre la acción a raudales (disparar a todo lo que se vislumbre en la pantalla) y la supervivencia (proceder a lo anteriormente indicado son morir en el intento); la mayoría de misiones se valen de una candidez que contrarresta con su caótico transcurso, pudiéndose describir como una sucesión de asesinatos (al fin y al cabo es así) para, a la postre, vencer a un jefe final con mayor resistencia y letalidad en sus golpes.
La elección de personajes es nula (es de extrañar que ni siquiera se haya contemplado una expansión para tal cometido), aunque lo cierto es que la vista (religiosamente subjetiva como es costumbre) impediría verlos y, por ende, es un anecdótico descuido; en cuanto al arsenal no se mencionará nada para que se vaya descubriendo por parte del respetable (pese a que en las capturas adjuntadas en la crónica ya se revelan las esenciales), sorprendiendo la escasez de las mismas y sus presumibles modificaciones, ya no para adaptarse al estilo combativo de cada cual sino para que los más jóvenes (el trabajo es apto a partir de los doce años) se deleiten con tan estimulante y gratificante tarea.
Los gráficos (que exprimen la resolución que las gafas permiten) presentan unas texturas bien definidas que hacen justicia al primoroso arte conceptual, apreciándose en todo su esplendor las acometidas a los atacantes que pueblan los escenarios, valga añadir, bastante pobres en detalles que, sin embargo, cumplen con creces su cometido inmersivo; por otro lado, el sonido es simplemente espectacular (los temas infunden un tremendo frenetismo) y, además, aunque la banda sonora sea un tanto repetitiva, encandila sobremanera al sumergir al intrépido caballero (léase el usuario que se enfunde el casco) en un mundo de ensueño infestado de pesadillescas y entrañables criaturas.
La duración variará mucho de lo que uno desee consentir a un entretenimiento cuyo mayor incentivo es superarse uno mismo (y a los amigos agregados en el perfil) para escalar posiciones en un ránking global (también se puede filtrar la búsqueda para comparar puntuaciones con ciertas delimitaciones); el precio de venta al público (8,99€ la versión básica y 11,95€ la completa) es realmente asequible para todos los bolsillos, ofreciendo un producto poco genuino pero adictivo donde los haya, con un loable dinamismo que agradará a todos sin importar las predilecciones propias, extendiéndose a quien observe la partida en la televisión desde la comodidad de su sofá o derivados.
El estudio responsable es Creative VR 3D, una pequeña empresa con sede en territorio francés que pese a su corta existencia destila profesionalidad, atesorando una gran generosidad (se han disculpado por la demora en la respuesta colaborativa y enviado varios códigos que, en fechas próximas, se sortearán entre los seguidores de Cementerio de Noticias) y humildad (el presente análisis se ha efectuado en base a ella); el catálogo de la firma no abarca muchas obras (la siguiente será Bad drams: The first contact), pero merece toda difusión posible y recomendar su adquisición es casi obligatorio, pues pese a los aspectos negativos aludidos los positivismos abundan.
Daniel Espinosa, a fecha 04 de octubre del 2020