“Hex gambit: Respawned”, de Blowfish Studios y One Man Left
El nuevo título publicado por Blowfish Studios (desarrollado por One Man Left) promete desde la premisa (consumándose con total dignidad) diversión a raudales tomando como referencia una temática nada original pero funcional, siendo la obtención de los mil puntos de gamescore (diecinueve logros) casi quimérica al implicar superar todos los niveles con la máxima calificación (las estrellas otorgan monedas).
Se contempla tanto el modo solitario (la inteligencia artificial supone un verdadero desafío) como el multijugador (local u online desde uno hasta cuatro participantes), con enfrentamientos por turnos contra la máquina u otros oponentes (en parejas e individualmente) con un sistema de regulación automático (basado en desventajas aplicables en los veteranos) para que todos gocen de equiparables posibilidades.
El avance se da con rebotes sobre las extrañas cabezas de goma de los adversarios eliminándolos del mapa tras ciertos golpes, siendo la estrategia clave pero también conocer determinados secretos ocultos de cada unidad (por ejemplo la explosión lírica que produce la figura con un altavoz gigante en la testa) que se traducen en un oasis de recreo en una dinámica tempranamente aborrecible por redundante.
La elección entre los diez capitanes disponibles (Abbacus, Bjorgolf, Hexpert, Penny Miser o Salvador de inicio más Doctor Superior, Grim Drake, Lolli, Molera o Violet desbloquables) apenas influye en el devenir a pesar del diferencial elenco del escuadrón de esbirros que llevan aparejados, al contrario que ocurre con una personalización de reglas para ajustar cuantiosos matices mediante tácticas a explorar.
Conviene enfatizar que para proceder en línea se requiere una membresía ajena a la gratuita (en este caso Xbox Game Pass ya sea Core o Ultimate al analizarse la versión para la consola de Microsoft aunque es adquirible asimismo para Nintendo Switch, Sony PlayStation, Steam o Ultra), limitando así dicho disfrute para aquellos dispuestos a abonar la correspondiente cantidad monetaria adicional.
Los botones asignados a los diversos movimientos aprovechan bastante el mando pese a que la sensación final es la de descuidarse alguna combinación especial (amén de concentrarse la acción en una zona demasiado reducida) que resulte épica, asimilándose arduamente los controles complejos debido a la escasez de instrucciones al respecto (solo una sección enteramente teórica en el menú principal).
El hecho que el lenguaje se convierta en anecdótico (la barrera idiomática es nula al explicarse visualmente la mecánica a seguir pero subtítulos e interfaz constan en alemán, español, francés, ruso e inglés) se torna un poderoso alegato positivo para recomendar la pieza, mas que el peso del archivo a descargar ascienda a dos gigabytes tampoco es desdeñable en semejante plano de grandes positivismos a destacar.
La adicción generada (sobre todo en la campaña) no es tan exagerada como otros trabajos similares (valga con mencionar el merecido éxito de Fall guys porque las comparaciones son odiosas pero inevitables), pero el precio de venta oficial (quince euros) de la edición digital (la única lanzada hasta la fecha) justifica la compra por las horas de entretenimiento que brinda desde el segundo cero por su simplicidad.