“Ha desparecido una heredera adolescente... se sospecha de un crimen...” versa el comienzo de la sinopsis para contextualizar la acción de Forest grove, la nueva publicación de Blowfish Studios (en colaboración con Miga Games ejerciendo de desarrolladora) que se presenta como un juego de misterio en vista subjetiva (dotando a la experiencia de una brutal pertenencia) bebedor directo de series como CSI; optimizado para Xbox Series X/S (conviene aclarar que la reseña se centra en la consola One pero en dicha plataforma de Microsoft ya luce de lujo), la estética literaria (de hecho la intríngulis obedece a la clásica novela negra) tiene como objetivo el paulatino descubrimiento de secretos (vaya si los hay) para aplicar la ley como miembro activo del Remote Forensics Bureau (un departamento tecnológico de defensa recién creado por la élite gubernamental) como es menester.
Con el fin último de dilucidar el caso, el respetable (sería viable incluir un modo cooperativo para aunar esfuerzos pero por ahora solo se contempla el solitario) debe hallar pesquisas forenses en el escenario del mismo (la casa de la familia protagonista) resolviendo los puzles que encuentre a su paso (algunos genuinos de veras) al tiempo que revela una fantástica historia (las interrelaciones ocultas abundan cual telenovela) que permite múltiples lecturas (cada cual extraerá sus propias conclusiones); el elenco de personajes con los que interactuar asiduamente (el inspector Sommerset, el jefe Brad, el médico Reihardt, el novio Keith, el padre Max, el socio Roger, la amiga Yuki, la criada Henrietta, la máquina Aida, la joven Zooey, la madrastra Mary y la progenitora Rebecca en rigurosa retahíla alfabética) encandilan, tornando las burdas tipicidades conductuales en lindezas dialécticas.
En cada estancia es preciso identificar los elementos clave (analizando al detalle los oportunos indicadores) para recrear lo ocurrido (alineando posición con dirección) mediante claridad de audición (siempre los acompañan fragmentos de grabaciones a escuchar con atención) utilizando correctamente el Nanoteck (denominación patentada del complejo e ingenioso invento sobre el que pivotan las fases de investigación) para reconstruir , conviniendo asumir un rol detectivesco en el que los pensamientos laterales para una deducción próspera; como positivismo adicional cabe mencionar que los objetos no se limitan a los esenciales, pues se introducen easter eggs (al territorio patrio con la comunidad que sirve de título ubicada en Oregón o a la firma con un código bidi enlazando a la web de la misma por citar dos ejemplos tácitos) con gratificante sutileza e incriminatoria convicción.
Los principales inconvenientes residen en matices técnicos como las demoras de carga (el loading es interminable al iniciar la partida perjudicando notoriamente el congratulante panel de pruebas al esperar demasiados minutos) o la navegación por la pantalla con el joystick (al ser un puntero de reducidas dimensiones no apto para gente con problemas oculares se dispersa aconsejándose recurrir a la cruceta al situarse automáticamente en los iconos seleccionables siendo la intuición el mejor arma), pero seguro que en futuras actualizaciones (la versión es la 0.9.124) se solventan dichos fallos; también irrita un poco la ingente cantidad de secciones que engloba el menú (además se despliegan en subapartados suprimibles e innecesarios), pero es cuestión de restar paciente igualmente a que los responsables reajusten los pormenores para formalizar la joya lúdica.
Los idiomas admitidos comprenden cuatro en subtítulos e interfaz (alemán, español, francés e inglés) pero únicamente uno en cuanto a audio se refiere (británico) con traducciones realizadas por auténticos profesionales nativos (se aprecia en ciertas expresiones que de otra manera serían erróneas), ascendiendo el tamaño del archivo a descargar a tres gigabytes (exiguo para unos gráficos tan cuidados), mientras que la calificación por edades es PEGI 12 (por atisbos no consumados groseramente de contenido malsonante); en otro orden de factores los logros a desbloquear para un total de mil puntos de gamescore se antojan asequibles, bastando para la inmensa mayoría con avanzar (las cinco ranuras de guardado facilitan el almacenaje de momentos concretos) para obtenerlos sin desorbitada dificultad (una vez dominada la mecánica procedimental) para curtidos en la materia.
Se trata de una obra de ciencia ficción (de ambos campos tiene mucho) eternamente recomendable por el precio de venta oficial (en el mercado apenas existen de la temática que ocupa por veinte euros) que por lo expuesto merecería ver la luz en formato físico (de momento es digital) con extras como un disco con la banda sonora (las pistas son gloriosas) u otros coleccionables, mas la duración aproximada para completarlo de unas cinco horas (explorando en profundidad cada rincón) lo justificaría al evitar la derivación de disfrute a monotonía; esta primera entrega de tan apasionante línea (o al menos así se percibe atendiendo a las características) se digiere fácilmente, suscitando gran interés en especial entre aquellos acérrimos seguidores de la controvertida Por trece razones al asemejarse el trasfondo concienciador con tintes de suspense e intriga ligera pero sabiamente.
