“Destiny 2: Temporada del simbionte”, de Bungie Studios



La sinopsis oficial (debidamente modificada para no desvelarla en su totalidad al contener a la postre importantes spoilers) versa “los Vex han sumido la Última Ciudad en una noche eterna amenazando a los que seguían resguardándose con la protección de un viajero..., en esta situación Ikora nos desvela la identidad de un nuevo aliado que será clave para parar este ataque”; el argumento se traduce en una consecuente continuación de una saga que cada vez gana más adeptos debido no solo a su espectacularidad visual sino también a su profundidad narrativa, acumulando con esta ya catorce temporadas.



Los controles (cabe señalar que la plataforma sobre la que se lleva a cabo el análisis que ocupa es la Xbox One aunque también está disponible para las que se indicarán seguidamente) son exactamente los mismos que en toda la franquicia, por lo que aquellos que ya hayan disfrutado de anteriores capítulos los tendrán completamente interiorizados (para el resto tal vez se trate de un tema algo más complejo pero rápidamente se asimilan); la compatibilidad abarca desde consolas (Play Station 4 amén de la citada) hasta ordenadores (Steam) con (según los medios especializados) notables resultados.



La jugabilidad es exquisita en cuanto a maniobrabilidad se refiere, gozándose sobremanera cada paso que se da en un futuro próximo (e incierto) en el que una aparentemente banal decisión puede suponer una permuta radical en el devenir de la historia (aunque el guión no se adapte un ápice a las elecciones que se efectúen sí lo hacen no pocos matices); el idioma seleccionable abarca media docena de dialectos (entre ellos un español nativo sin fisuras en su traducción) no solo escriturales (subtítulos) sino también vocales (diálogos), por lo que el entendimiento de la trama no supondrá problema alguno para nadie.



El peso del archivo a descargar apenas alcanza los 40,45 megabytes (cabe recordar que la crónica se ha confeccionado a partir de la “Deluxe edition”  valorada en 69,99€ especificándose otras opciones de compra cuatro párrafos más abajo), pero es necesario instalar también la base que asciende a más de 100 gigabytes; las probabilidades de superar las exigencias para conseguir logros van directamente relacionadas con la dedicación a la propuesta, pues entre ellos los hay acumulativos (como exterminar a un número concreto de monstruos) y progresivos (como ir completando la trama), siendo privativo el pleno.



El mapa pivota sobre la denominada Sala de Guerra, que cambia para adaptarse a tan peligrosos hechos (desde ella se planeará cómo combatir al poderoso enemigo), exigiendo al respetable seguir una estrategia muy precisa para alcanzar sus propósitos; la retahíla de misiones abarca desde exclusivas para poseedores del pase (con “Override” robando el código tras desactivar la red del villano junto a otros cinco compañeros o con “Expunge” obteniendo recompensas de nivel hito) y totalmente gratuitas para el resto de usuarios (con “Incursión” regresando a una épica raid) con un muchas sorpresas.



La elección de personajes es singular (solo uno a encarnar en la aventura) pero personalizable (con todo tipo de rasgos customizables), mas los aliados unidos para la causa (un pequeño grupo de Eliksni comandado por Mithrax) fundamentarán los movimientos en conjunto (a buen entendedor pocas palabras bastan); el arsenal es uno de los aspectos más plausibles, y es que se abastecerá al intrépido defensor de la galaxia (al fin y al cabo lo es) de treinta armas legendarias (entre ellas tres botas exóticas para cada guardián y una letal pistola exótica), por citar algunas de las novedades (no las únicas) más reseñables.



Los gráficos lucen en una calidad suprema (4K Ultra HD real en plataformas de última generación), apreciándose unas texturas espectacularmente bien definidas que hacen justicia al primoroso arte conceptual, con unos escenarios que dejarán boquiabierto al más curtido en estos peculiares lares con un Roadmap perfectamente detallado que deja atrás los “Juegos de los Guardianes” para adentrarse en el conocido “Solsticio de Héroes” a medida que avancen las catorce semanas preconcebidas); el sonido exprime al máximo una banda sonora de infarto que apasiona con unos altavoces potentes.



La duración es muy relativa al vincularse a cada cual (más concretamente al tiempo que destine a los cometidos encomendados), aunque se puede asegurar sin temor a errar que saciará las expectativas del más exigente; el precio de venta al público es dispar según la versión que se elija, pues oscila desde 0€ (el ejemplar básico de “Destiny 2”) hasta 79,99€ (la “Legendary edition” con todas las expansiones), con un suculento descuento del diez por ciento en cualquiera de los casos para quienes tengan contratado el servicio Xbox Game Pass, cuya membresía es asequible indagando por la red.



El estudio responsable es Bungie, una empresa diseñadora de videojuegos fundada hace treinta años, antes de su emancipación de Microsoft, por dos estudiantes de la Universidad de Chicago, Alex Seropian y Jason Jones, actuando desde entonces como marca independiente pese a las limitaciones que ciertos derechos de autor llevan implícitas; el catálogo de la compañía cuenta con títulos tan emblemáticos como Halo, Marathon y Myth, siendo el que ocupa el más longevo (y exitoso) bajo un prisma puramente objetivo, sin desmerecer los demás trabajos que han hecho a la firma referencial.



Daniel Espinosa, a fecha 20 de mayo del 2021