“Tim Burton’s labyrinth”, de Letsgo Company
Del ocho de marzo al dieciséis de junio de dos mil veinticuatro llega a la Ciudad Condal (en la inmejorable ubicación del Palacio Victoria Eugenia frente a la Plaza de las Cascadas de la Fira de Montjuic barcelonesa) la exposición Tim Burton’s labyrinth; se trata de la cuarta capital europea (tras Bruselas, Madrid y París) en la que se instalará el proyecto de la productora Letsgo Company liderado por Iñaki Fernández (director ejecutivo de la misma) junto a Felype de Lima (diseñador del espectáculo que ocupa) bajo el aval del propio genio al que se rinde tributo (de hecho supervisó el montaje restando encantado con el resultado final) en esta gira internacional que se llevará a cabo.
En tan esperada experiencia interactiva cada asistente verá quince salas (el total no se ha revelado pero el pase de prensa previo a la apertura al público posibilitó a un servidor hacer lo propio con más del doble al tener la excepcional libertad de retroceder cuanto se quisiera) descubriendo centenares de detalles de la celebridad que ha otorgado el sello de calidad al igual que las compañías de las que forman parte las películas plasmadas; conviene aclarar que es una recopilación de las más icónicas fruto de un exhaustivo estudio sobre cuáles aprecia más el público omitiendo por desgracia muchas por evidentes cuestiones de viabilidad de la conseguida con creces enorme hazaña.
Como incentivo adicional (recomendable pero opcional) es menester mencionar que existe una entrada Premium que da derecho a realizar un doble recorrido (con estancias que de ningún otro modo se pueden disfrutar) a un precio bastante superior aunque justificado a la general (treinta y dos euros frente a catorce incluyendo una lámina exclusiva) escogiendo en cualquier caso las puertas a abrir (en cada una hay de dos a cuatro pero suelen confluir a la postre) tras el azaroso botón rojo inicial que dictamina la primera a atravesar después de un telón (enfatizando el carácter teatral de la obra); el equilibrio de las diferentes bifurcaciones está tan logrado que la plenitud al final está asegurada.
Los temas sobre los que pivota el fantástico (en la más amplia concepción de acepciones del término) microcosmos creado abarcan "¿Qué es?", "Alien-nación", "Alrdededor del mundo", "Amor, fantasmas y cementerios", "Apasionados y engañados", "Atormentados y enloquecidos", "Chico ostra", "Demasiado tiempo libre", "El final", "En el espacio", "Esperanzados y desesperados", "Juguetes trágicos", "La vida y la muerte", "Lugares extraños", "Malvados y salvajes", "Monstruos incomprendidos", "Payasos, marionetas y muñecos de ventrílocuo", "Personas" o "Vincent" entre otros; el método de disposición no se reduce a contemplar sino a meditar con profundidad.
La enriquecedora complementación de textos explicativos con frases lapidarias definitorias (procedentes de celebridades como Danny Elfman, John August, Johnny Depp, Paul Reubens, Rick Baker, Rick Heinrichs, Winona Ryder e Ian Mackinnon) invita asimismo a reflexionar sobre el éxito (en especial los orígenes) del maestro con melancolía e ilusión (sugerentes palabras); comentar que no hay edad establecida pero se exige que los menores de catorce años accedan con un adulto en aras de evitar que manipulen los objetos ya que despiertan tanta curiosidad que la tácita prohibición tal vez se viole involuntariamente pese a que los empleados lo repitan asiduamente.
Alicia en el país de las maravillas, Batman returns, Beetlejuice, Charlie y la fábrica de chocolate, Eduardo manostijeras, Frankenweenie, La novia cadáver, Mars attacks!, Pesadilla antes de navidad o Sweeney Todd son solo una decena de ejemplos de los metrajes que durante la hora (duración meramente orientativa) de visita harán alucinar al respetable; con unos efectos tanto visuales (las proyecciones lucen fantásticas) como sonoros (los tétricos escenarios intimidan de veras) que casan a las mil maravillas con la combinación de bocetos (doscientos de ellos originales expresamente cedidos para la ocasión) con esculturas (el nivel de realismo es brutal) complace los sentidos.
Amén de las citadas cintas el excitante e inversivo viaje sensorial (con la privación del tacto por motivos de preservación de los elementos exhibidos) ofrece conocer en rotunda primicia (jamás se habían desvelado a nadie) multitud de trabajos que ni siquiera han visto la luz con una ambientación general de órdago en la que la tecnología los acompaña para tornar la velada en inolvidable; la enésima muestra de devoción de los responsables se encuentra en una zona de merchandasing como despedida para adquirir souvenirs de diversas índoles (desde figuras hasta camisetas pasando por tazas o cuadros) alejada por completo de la convencional estrategia de venta comercial.
Como principal aspecto negativo conviene señalar las dimensiones de algunos espacios (no llegan a ser claustrofóbicos pero son propensos a provocar fortuitos golpes con aquellos que entran con posterioridad) así como la limitación de análisis global por la aludida mecánica de avance (la comprensible restricción de volver hacia atrás suscita recelo al implicar perderse ya no ciertos bustos o esbozos sino los correspondientes paneles informativos de incalculable valor que residen en dichas habitaciones); por todo lo relatado qué duda cabe que cada céntimo invertido merece la pena juzgándolo objetivamente puesto que el convencimiento de agrado será absolutamente unánime.
Entradas: Tim Burton's Labyrinth Barcelona
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Instagram: Tim Burton's Labyrinth
Web: Tim Burton Official
Daniel Espinosa, a fecha 08 de marzo del 2024
