“¡BOO! #1 Las Nasche”, de Jana Hill Horror Community
La eternamente enigmática Jana Hill (una de las amigas más apreciadas por los miembros de esta humilde página) se ha puesto en contacto con Cementerio de Noticias para proponer una nueva colaboración tras la llevada a cabo con motivo del proyecto Horror & CO: Experience Terror Magazine; aquella ocasión se tradujo en la (muy) grata sorpresa y reseña de los títulos Horror & CO (el glorioso primer volumen de recorrido local lanzado en octubre del dos mil veinte del que bebe el presente al ser prácticamente idéntico en esencia) y Creepy Historias (un memorable libro de relatos que ya no se comercializa), siendo este el flamante inicio de una inédita e innovadora línea que entusiasmará a los ávidos de emociones fuertes.
La citada campaña no terminó de fructificar en su momento pero, haciendo valer el pensamiento positivo (y la proactividad menos especulativa que uno conjeture) de que absolutamente nada deriva en resultados negativos, la creativa responsable ha dedicado gran parte del tiempo desde aquel entonces a dar una vuelta de tuerca a la idea original hasta convertirla en lo que ahora patenta, ¡BOO!: Vive una experiencia interactiva con Hana Hill; se trata de una revista en formato digital (pdf) sólo adquirible mediante suscripción a través de Patreon, una plataforma de micromecenazgo para publicaciones independientes fundada en dos mil trece por el músico Jack Conte y el desarrollador Sam Yam que se ha tornado referencial junto a Kickstarter y Verkami.
Conviene advertir de antemano que con cualquiera de las tres opciones de aportación económica habilitadas (“Invitado especial de la Mansión Hill” por 3€, “Invitado Senior de la Mansión Hill” por 6€ e “Invitado VIP de la Mansión Hill” por 35€) los mecenas recibirán un número mensual, divergiendo el material adicional a percibir amén del común en todas ellas (agradecimiento eterno y regalo sorpresa); además, de llegar a los seiscientos euros de recaudación, la periodicidad pasará a ser quincenal, por lo que merece la pena compartir tan valiosa información con seres queridos (e incluso no tan apreciados) para que formen parte de una comunidad deseosa de sumar adeptos a las creepypastas en un su vertiente más visceral con señales de amenazas (in)corpóreas.
El documento de este celebrable estreno (cuyo peso de más de tres cientos megabytes evidencia su calidad) alberga básicamente pistas de audio (la mayoría muy parecidas entre sí para mantener la coherencia ambiental sugestionando sobremanera al más impasible) con una amplia variedad de efectos (desde agónicos sollozos hasta estremecedores sonidos) que, junto a las estelares intervenciones de la propia anfitriona, remover algo más que conciencias (invitando siempre a la reflexión de lo expuesto); si bien es cierto que grabaciones presenciales e imágenes dinámicas dotarían a la obra de dinamismo, no lo es menos que quien ejerce de guía en la oscuridad palia cualquier atisbo de carencia global sin ni siquiera exigirse conexión a internet.
El mismo pivota sobre las Nashe (centrándose especialmente en su metodología), figura surgida de una leyenda urbana (o tal vez no) en la que la teórica abundancia de desapariciones de jóvenes (cuando padecen determinado cambio vital) prolongada en el tiempo (se remonta a cientos de décadas atrás) cobra tintes pavorosos con los expedientes (cartas, diarios, revistas e infinidad de archivos) contrastable adjuntada; helando la sangre por su verisimilitud, “Ellas” (como se las denomina expresamente en un segmento) ponen de manifiesto el peligro de las nuevas generaciones con los avances tecnológicos de los que gozan, empleándolos rutinariamente obviando las fatales consecuencias de abandonar radicalmente las tradiciones.
Durante aproximadamente una hora (si se profundiza el intervalo se incrementará exponencialmente) el respetable hallará en la extrema belleza de la mujer un fatídico telón de fondo no solo con las susodichas habitantes de los lagos (por desvelar su hábitat natural) sino también con las Rusalkas, entelequias consideradas sirenas de los ríos que inauguran la sección “Terrorpedia” (puede que la más esperada por muchos); denotando un talento innato para despertar el ansia de saber más a cada instante (por ejemplo con la inteligente estrategia de mostrar un extracto), con un formidable abanico sensorial que precisa de un ritmo pausado al ir descubriendo los recursos multimedia para que no propicie el caos reproduciéndose al unísono.
En resumen, el nivel del contenido es excelso (el desembolso que los detallados niveles suponen es irrisorio en comparación al mismo), situándose el grado de terror estimado (según la cantidad de calabazas) de la aventura (no deja de ser una en toda regla) en un dos sobre tres (la subjetividad dictará sentencia al respecto pero se antoja la idónea); como único requisito indispensable cabe destacar la instalación previa de Adobe Acrobat Reader DC con las herramientas secundarias activadas para la correcta visualización, aconsejándose asimismo utilizar cascos (incrementan ostensiblemente la sensación de inmersión) y apagar las luces (para sumergirse al máximo en el multiverso recreado), optimizándose el extenuante trabajo realizado.
Daniel Espinosa, a fecha 21 de septiembre del 2021
“¡BOO! #2 Libeth”, de Jana Hill Horror Community
Tras una primera entrega tan apasionante como terrorífica (resta constancia de ello en la reseña que se confeccionó a tal efecto adjuntada en el último párrafo junto a otros enlaces de interés) con el título de “Las Nashe”, la enigmática Jana Hill regresa con “Libeth”; se trata del segundo número de la línea BOO: Vive una experiencia interactiva con Jana Hill que torna la mera curiosidad en intenso pavor.
El volumen que ocupa se compone de treinta y dos páginas en formato virtual, siendo especial para una fecha tan señalada como es Halloween; no vuelve a requerirse ningún tipo de herramienta externa para visualizar óptimamente el contenido, siendo este un gran acierto digno de mencionar ya que de este modo nadie tiene que preocuparse ni siquiera de disponer de conexión a internet u obligaciones similares.
Solo es preciso tablet u ordenador con Adobe Acrobar Reader DC, pues pese a existir otras versiones esta es la recomendable al no generar problemáticas de reproducción tras seguir las instrucciones de habilitación de funciones; es imprescindible también un sistema de sonido para estremecerse con tan elaborado material audiovisual, estipulándose el máximo de calabazas que valoran la contundencia.
La historia central está subdividida en cinco partes (la situacional “Introducción”, la descriptiva “Oscuridad”, la tétrica “Renacer”, la opresiva “Advenimiento” y la reveladora “Vida”), entusiasmando sin remedio; en ella se reconstruye paulatinamente una serie de sucesos unidos entre sí por un vínculo de índole mística que entusiasmará a los afines a las artes oscuras aún con el peligro que entraña su práctica.
El relato de cierta canguro con un trágico desenlace (obviamente no se especificará para quien) de torna el complemento idóneo, mas el hecho de que en este caso se proceda a viva voz infiere poderío; además el excepcional grimorio del tomo inaugural se extiende a quince páginas cual manuscrito con documentación real (por ello el valor es incalculable), con temas tan delicados como la brujería o la misoginia.
La siguiente cita de La gente blanca de Arthur Machen se presume el mejor extracto posible para anteceder a un sinfín de aproximaciones (repentinas visiones, espaciales proyecciones, ocultistas ritos, dañinos recuerdos, apoteósicos regresos e intrusivos pensamientos); las reminiscencias a las cintas El resplandor (conserje) e Insidious (viajes astrales) no hacen sino aumentar la sensación póstuma de regocijo.
Con un sonido mucho más nítido que en el lanzamiento (la evolución en apenas un mes es considerable en este aspecto), la invitación a la meditación e interiorización sobre lo que no hay que hacer en aquellas situaciones críticas que llevan implícitas lecciones de inevitable aprendizaje es genial; las pesadillas recurrentes o la inseguridad en el hogar son únicamente dos ejemplos de los campos aquí explorados.
Adoptando una postura tremendamente susceptible pero objetiva cabe señalar como apuntes negativos que tal vez el texto sea demasiado abundante (en relación al resto de recursos), así como que algunas pistas son de corta duración (terminan antes de la lectura) y que la presencia de vídeos de nula (una narración corpórea nutriría enormemente); pese a ello, el disfrute está garantizado por la calidad.
En resumen, las virtudes son cuantiosas antojándose por ello inestimable aconsejar unirse a una comunidad ávida de recibir nuevos adeptos suscribiéndose a la modalidad que cada cual prefiera (desde tres paupérrimos euros) para recibir su ejemplar periódicamente; sin otro particular más que agradecer eternamente la confianza depositada por la familia artífice, un servidor se despide hasta la próxima ocasión.
“¡BOO! #3 Ersébeth Báthory”, de Jana Hill Horror Community
El terror en estado puro regresa con el tercer número de ¡BOO!, la popular experiencia interactiva que cobra tintes épicos con la serie de relatos (y otras sorpresas) que alberga, desde el apasionante primer capítulo de Ersébeth Báthory (“Yo, vampira: El diario”) hasta la sensacional incursión del horror guest star Aitor Pérez (“El martillo de las brujas”), pasando por un formidable pasaje (la recreación de un ticket simulando atracción de feria es sublime) y un horror snak digno de alabar (el macabro trasfondo es apoteósico); en efecto, la misteriosa maestra de ceremonias (con su tétrica familia) se ha superado para ofrecer una entrega (aplaudiendo el resto) sin comparativa por ahora.
Decenas de minimalistas pero efectivas e incipientes pistas de audio (algunas ya conocidas en las que lamentos provenientes del averno resuenan implorando clemencia y otras inauditas que casan maravillosamente con la temática sobre la que pivota la trama central) perturban al respetable, acompañándolo en un viaje sobre la vejez (concretamente la aceptación del paso del tiempo) junto a los demonios internos de cada cual; el mismo se lleva a cabo con especial dinamismo e interés merced a las múltiples mejorías de las que se ha dotado al producto para tornarlo (aparentemente) insuperable en cuanto a calidad se refiere adoptando una perspectiva justa y objetiva.
Con el satírico e irreverente humor que caracteriza a la anfitriona, el consumidor se enfrenta a un volumen cuyo nivel de pavor se sitúa en un punto medio (“tendrás pesadillas” según la la escala de estimación creada para la línea), con el suculento incentivo de disfrutar al fin del flamante debut de Candy Bloom (los juguetes que atesora exigen sumisión total); esta aparece en uno de los cinco vídeos que lucen esplendorosos a lo largo del tomo (las plegarias de un servidor han sido complacidas e incrementan sin duda mucho más el potencial de la idea), siendo la labor de edición tan digna de alabar como la tangible intención del afán de saciar las expectativas del público más exigente.
En esta ocasión son dos los documentos (como es habitual en Portable Document Format) que conforman la revista, uno clásico de casi tres cientos kilobytes con el contenido íntegro y otro de apenas veinte solamente con elementos visuales; amén de la narración (la estructura es óptima), las ilustraciones denotan una profesionalidad tal que uno duda de veras si se encuentra ante una exposición de arte, valiendo por sí solas el desembolso (desde los 4€ de “Hall de la Mansión Hill” hasta los 35€ de “Invitado VIP” para recrearse con los diferentes niveles de membresía tras revisarse los precios originales) que la suscripción (dicho paupérrimo abono monetario es mensual) requiere.
Entre las principales novedades cabe enfatizar el ya citado formato retrospectivo (una delicia para los amantes del mismo e imprescindible para quienes deseen proceder a la lectura en dispositivos móviles ya que carece de materiales multimedia), pues se ha cuidado minuciosamente cada página (añadiendo, modificando o suprimiendo frases coherentemente) para que luzca gloriosamente sin perjudicar un ápice el conjunto; como siempre, las frases célebres (la mayoría de índole bíblica como se aprecia en una imagen anterior) presiden las horripilantes historias introducidas por el carismático Marty Polack, personaje que rinde un sentido homenaje a la época de los ochenta.
A modo de exclusiva (facilitada por la propia Jana Hill, a la que por enésima vez el equipo de Cementerio de Noticias debe agradecer su eterna generosidad), anunciar que próximamente se lanzará (independientemente de la revista que ocupa) un fascículo semanal (correspondiéndose con la célebre terrorpedia), antojándose el complemento perfecto para tan loable trabajo; asimismo, invitar a todo aquel que se vea capaz de contribuir con sus invenciones escriturales a que lo haga proporcionándolas a través de los medios adjuntados al término de la presente reseña en el póstumo apartado de enlaces, ya que la invitación a unirse al sumatorio de escritores se ha formalizado.
