“Retro gaming cards!”, de Gabriel García
Introducción
La presentación comienza versando “los jugadores deben tratar de emparejar las diferentes pantallas de carga” continúa clarificando “descubriendo dos de las cartas y consiguiendo tantos pares como sea posible” y termina advirtiendo “¡pero cuidado, ya que muchos errores (y posibles soluciones) pueden aparecer en tu camino!”; tras lo expuesto, resulta obvio que el transporte a la época dorada del entretenimiento está más asegurada a base de una estética tremendamente evocadora (la inspiración de los ochenta es minimalista pero funcional) a un precio muy asequible (sea cual fuere la contribución por la que cada cual se decante), incitando a emplear la memoria constante e inteligentemente.
Descripción
Las características principales no pueden ser más sencillas e inmediatas, y es que la propuesta promete ser dinámica (la duración estimada es de dos a quince minutos) y participativa (el número de jugadores es de uno a cinco), sin demasiadas complicaciones para poder ser disfrutada como es debido sin apenas importar la edad (la mínima recomendada es de ocho años); a partir de cinco tipos de cartas, “loading” (para emparejar), “error” (para ceder), “hacked” (para combinar), “antivirus” (para suprimir) y “game over” (para eliminar), los contrincantes tratarán de alzarse con la victoria, pudiéndose consultar el reglamento en español e inglés en el muro de la campaña (aunque conviene advertir que el mismo es independiente del juego en sí) a fin de conocer completamente los pormenores de tan asombroso trabajo.
Complementos
El copia básica está valorada en 15€ (13€ para quienes aprovechen el “early bird”), y consta de 41 cartas (seis más sumando las que se facilitarán únicamente mientras el proyecto esté activo); asimismo, existen otros niveles de aportación, tales como 1€ para colaborar y recibir gratitud a cambio o 40€ para pedir tres ejemplares de todo lo mencionado (así como otros tantos carteles promocionales firmados y dedicados), siendo un detalle muy a tener en cuenta que los gastos de envío están incluidos en cualquier compra, algo que no suele ser habitual en esta clase de obras de índole tan personal e independiente.
Desbloqueables
Una vez alcanzado el objetivo inicial (1495€), una serie de componentes se irán añadiendo al superarse ciertas cifras recaudativas, desvelándose de momento las dos primeras, que no son otras que 2000€ y 3500€ (nuevo modo y naipe respectivamente); pero eso no es todo, y es que el responsable ha decidido brindar la oportunidad de poseer, por el mero hecho de formar parte de la financiación, un modo (“time bomb!”) totalmente exclusivo (amén del “hard mode”, cuya nomenclatura evidencia su propósito, no citado anteriormente para mantener la máxima coherencia informativa) que no se producirá en el futuro a implementar de manera opcional para dificultar la mecánica y, a su vez, ajustar el cuestionable factor azaroso.
Calendario
Tras los veintinueve días de mecenaje en Kickstarter (atendiendo a que dio inicio el diez de abril la conclusión se hará efectiva a mediados de mayo), se prevé físicamente para agosto del presente año dos mil diecinueve, especificándose el formato porque el digital (adquirible por unos paupérrimos cinco euros) estará disponible apenas escasos días después de dicha finalización; las últimas líneas no pueden ir dirigidas sino a Gabriel García, no solo para darle la enhorabuena por tan atractiva idea (ojalá coseche el éxito que se merece) sino por confiar en Cementerio de noticias al proporcionar un prototipo para analizarlo y escribir sobre él, adjuntándose seguidamente la consecuente reseña.
Reseña
En primer lugar conviene dilucidar que la presente reseña del esperado juego de mesa Retro gaming cards se ha confeccionado a partir de un prototipo gentilmente cedido por el propio Gabriel García, por lo que las sensaciones (mayormente subjetivas dentro de la formal objetividad que se intenta siempre venerar a la hora de plasmarlas) pueden diferir (o no) de las suscitadas por el producto final, obviándose por ello valorar aquellos aspectos puramente técnicos (en especial en cuanto a materiales de fabricación se refiere); dicho lo cual, no cabe la menor duda del mérito del autor para, valiéndose de algo más de una cuarentena de elementos (y de la caja contenedora de los mismos), transportar al respetable a la que para muchos fue, es y será la época dorada del entretenimiento, primando la estética (tremendamente evocadora) en detrimento de la mecánica (sumamente primitiva), pues el viaje al pasado es equiparable al que antaño brindara el gran Steven Spielberg con su visionaria e imperecedera saga de Regreso al futuro.
Así pues, se podría asegurar que el mayor de los aciertos (entre los innumerables a enumerar) es la inspiración ochentera, minimalista pero funcional como pocas, ofrecida a un precio muy competitivo (sea cual fuere la contribución por la que cada cual se decantara en la financiación mediante la popular plataforma Kickstarter a tal efecto) incitando a emplear la cabeza (no en sentido literal) constante e inteligentemente; en la línea de lo mencionado, si bien es cierto que el modo solitario supone un reto mayor desafiarse a uno mismo siempre es más estresante y no lo es menos que proceder en compañía se traduce en un descomunal vicio, pues aquel que se limite a solo una partida proviene de otro planeta, debiéndose añadir que la edad no es en absoluto un inconveniente, pues en los testeos de Cementerio de noticias han intervenido tanto mayores como menores de edad y la diversión ha sido mayúscula para todos (de hecho tal vez los menores tuvieran ventaja al intervenir más el factor memorístico que el azaroso.
En referencia a los modos complementarios, amén de las normas básicas basadas en el dinamismo (las contiendas no superarán los quince minutos de duración) y la sencillez (los turnos se sucederán hasta que se dé cualquiera de las condiciones de recuento), el “hard mode” (gratuito como los gastos de envío) suma dificultad a la empresa y el “time bomb” (exclusivo de la campaña) dinamita la estrategia preestablecida manteniendo, no obstante (y puede que contra todo pronóstico), la máxima coherencia reglamentaria al seguir hábil la revelación a pares; en lo pertinente a las cartas, el gran (y fundamental) atractivo de la obra, decir que lucen magníficas en cuanto a diseño se refiere pese a su escueto nivel detallístico (tanto las de “loading” para emparejar, las de “error” para ceder, las de “hacked” para combinar, las de “antivirus” para suprimir y las de “game over” para eliminar), refutando aquel dicho que versa “las mejores esencias se guardan en frascos pequeños”, pues el formato no resta ni una nimiedad al recreo.
A lo largo del artículo que ocupa un servidor (en nombre propio y del equipo de la página cómplice en esta fase de prueba) ha tratado de exponer las impresiones provocadas por el trabajo lúdico objeto del mismo sin desvelar un sinfín de pormenores que, aunque resultan suculentos, llevan implícitos un componente sorpresivo que conviene descubrir por el comprador cuando reciba su copia en el domicilio particular o la adquiera en alguna de las tiendas adheridas al proyecto; sin más dilación, únicamente resta dar por enésima vez las gracias a Gabriel García por la confianza depositada en este humilde grupo de amantes de esta clase de propuestas de índole personal e independiente, gozando desde ya de una tumba cavada con su nombre en la lápida (entendiendo la sentencia desde una perspectiva metafórica) para cuando desee visitar tan peculiar cementerio, pues en él encontrará una familia que siempre recibirá ansiosa, gratamente y participativamente sus nuevas e inescrutables incursiones en el sector.
Enlaces
Campaña: www.kickstarter.com/projects/1919081643/1548402863?ref=772175&token=972ed064
Facebook: www.facebook.com/RetroGamingCards/
Daniel Espinosa