Título original: El gato negro Año: 2014 Nacionalidad: España Duración: 18 min. Género: Drama, Suspense Director: Antonio Lama Guión: Antonio Lama Reparto: Sergio Sánchez, Sabrina Rodríguez, Margarita Fernández, Jorge Rodríguez, Carles Fiestas, Vicente Prioridades y Antonio Beltrán
Sinopsis
Un hombre adicto al alcohol asesina a su gato en uno de sus ataques de cólera y, a partir de ese momento, comenzarán todos sus problemas, pues la venganza del difunto minino no tardará en llegar...
Valoración
Lo mejor: el arte conceptual en el que se trasforman las imágenes reales de los actores en la apertura, un detalle tan sumamente atractivo que uno lo disfrutaría infinidad de veces sin que perdiera un ápice de su encanto; la sucesión de acontecimientos se produce con tanta fluidez que ni un solo segundo de respiro permiten, un hecho tan difícil de conseguir que alcanzarlo como aquí se hace supone uno de los mayores alicientes a destacar; el apartado audiovisual, aunque propio del independentismo fílmico, luce sensacional, apreciándose todos y cada uno de los matices de la paranoia que el protagonista padece para tornar la experiencia ineludible, mas adquiriendo la copia física la encomiable labor se valorará todavía más al contener, a modo de material adicional a reproducir, un tráiler (con el mismo avance que el adjuntado al término de la presente crónica), varias escenas eliminadas (con situaciones que se decidieron suprimir por unas razones u otras a la hora de confeccionar el producto final) y una galería (con multitud de fotografías tanto del proceso de rodaje como del equipo interviniente).
Lo peor: la síntesis del afamado relato del célebre Edgar Allan Poe (huelga añadir imprescindible para propios y extraños) en el que se basa la obra se antoja un tanto limitada, si bien es cierto que el escaso espacio temporal (poco menos de veinte minutos) que abarca la misma no permite mucho más; la recreación de la época en la que se inspira el cortometraje puede resultar algo básica en cuanto a puesta en escena se refiere, aunque los elementos observados (en especial vestimentas y decorados) se han cuidado con exquisito rigor; el sacrificio de la tenebrosidad original por comicidades varias (teñidas de un dramatismo que dista bastante de uno que evoque al llanto para amenizar la velada sin contemplar inalcanzables ambiciones) puede no congratular a los más puritanos, pese a que en caso de respetarse escrupulosamente la esencia del escrito primigenio el visionado iría destinado solo a adultos por su gran e inestimable impacto emocional.