Título original: The ninth gate
Año: 1999
Nacionalidad: Francia
Duración: 130 min.
Género: Drama, Suspense
Director: Roman Polanski
Guión: Enrique Urbizu, John Brownjohn y Roman Polanski
Reparto: Johnny Depp, Lena Olin, Frank Langella, Emmanuelle Seigner, James Russo, Allen Garfield, Barbara Jefford, Jack Taylor y Willy Holt
Sinopsis
Un bibliófilo dotado de una sólida cultura, nervios de acero y pocos escrúpulos, acepta la misión de encontrar los dos últimos ejemplares de un legendario manual de invocación satánica; con recursos ilimitados, se verá inmerso en un laberinto lleno de aterradores peligros y tentaciones.
Valoración
Lo mejor: la sumersión en el frenesí satánico que padece el meticuloso a la par que curioso protagonista del filme, encarnado por un inmaculado Johnny Depp, estremece hasta límites insospechados, convirtiendo la película en una de las mejores del pasado siglo; la esencia de la célebre novela de Arturo Pérez Reverte en la que se basa la obra, El club dumas, se recoge con tanta perfección y respetuosidad que cuesta dilucidar con claridad si se está leyendo o visionando el producto; la colección de grabaciones que supuestamente sirve para invocar al mismo anticristo hipnotiza de tal manera que emprender una búsqueda de los tres tomos necesarios para llevar a cabo el rito no se antoja un disparate sino más bien una necesidad para cualquiera mínima e intrépidamente aventurero.
Lo peor: el ocultismo de culto, valga la redundancia, del que hace gala cada escena no será comprendida, y por ende no podrá ser disfrutada, por no pocos espectadores; la trama se prolonga durante más de dos horas, en gran medida, a ciertas secuencias comerciales que restan algo de talento imaginativo a un Roman Polanski que, ejerciendo de maestro de ceremonias, demuestra aquí el don direccional que alberga; la relación entre la tentación más primitiva y el ente más insidioso figurable que supone el cuerpo femenino es un recurso tan habitual que, pese a funcionar a las mil maravillas merced a la majestuosa labor de Emmanuelle Seigner en su versión más irresistible, no despierta elogios.