Título original: Jurassic world
Año: 2015
Nacionalidad: EEUU
Duración: 116 min.
Género: Ciencia ficción, Suspense
Director: Colin Trevorrow
Guión: Amanda Silver, Colin Trevorrow, Derek Connolly y Rick Jaffa
Reparto: Chris Pratt, Bryce Dallas, Nick Robinson, Vincent Donofrio, Ty Simpkins, Irfan Khan, Jake Johnson, Omar Sy, Lauren Lapkus y Brian Tee
Sinopsis
Una isla ha sido transformada en un enorme parque temático, con versiones domesticadas de algunos de los dinosaurios más famosos; cuando todo parece ir sobre ruedas y ser el negocio del siglo, un nuevo ejemplar resulta ser mucho más inteligente de lo que se esperaba...
Valoración
Lo mejor: la gigantesca, en todos los sentidos, Isla Nublar, cuyo consumo total de doscientas toneladas mensuales se destina a catorce especies herbívoras y seis carnívoras sin sumar el nuevo ejemplar de laboratorio resultante del reordenamiento genético de otros ya existentes para reavivar el interés del público, un híbrido criado en cautividad concebido furtivamente como la más mortífera arma viva; el incesante tributo que se rinde a la cinta original, con guiños como tipografías, puertas, avatares, logotipos, camisetas, dinosaurios, vayas, helicópteros, muñecos, bandoleras, sacrificios, gradas, muros, vehículos, emboscadas, volcamientos, cascos, carteles, bengalas, persecuciones y un largo etcétera que sacian de diversión y justifican por qué la presente se ha convertido en la cuarta película que más dinero a recaudado a nivel mundial, solamente superada por Avatar, Titanic y la séptima entrega de Star Wars; la intensidad con la que es narrada una trama en principio predecible, con pinceladas de comedia y otras tantas de suspense combinándose imágenes creadas por ordenador y reales de forma asombrosamente perfecta en un típica consecuencia derivada de una recurrida e insaciable ambición contemporánea y vanguardista, sin saturar ni mucho menos desagradar, aunando tecnología e historia, presente y pasado para completar resolutivamente una sólida cuatrología.
Lo peor: la repentina traición, previo inexplicable cambio de líder a obedecer, de cierta raza adiestrada que guía a la humana a la rebelión definitiva hacia la supervivencia más ardua, una confabulación a la que se suma otra variedad en discordia para que la conspiración se torne más inverosímil si cabe; la filosofía del dueño del parque temático en el que transcurre la acción, centrada en la felicidad tanto de clientes como de animales sin reparar en gastos ni atender a órdenes jerárquicos, se aleja tanto de un negocio sostenible que se percibe como pura demagogia, aunque la eventualidad detonante del caos fílmico ya se venga de tan quimérica idea; la escasa probabilidad de que el reparto vuelva a reunirse, ya sea en futuras secuelas u otros trabajos, y es que disfrutar de la belleza de Bryce Dallas, la profesionalidad de Chris Patt, la emergencia de Ty Simkins y la presencia de Omar Sy al mismo tiempo, compenetrándose entre sí como aquí lo hacen, es un verdadero lujo.