Título original: Day of the dead
Año: 2007
País: EEUU
Duración: 86 min.
Género: Acción, Terror
Director: Steve Miner
Guión: Jeffrey Reddick
Reparto: Annalynne McCord, Mena Suvari, Michael Welch y Nick Cannon
Sinopsis
Cuando el fin de los días está muy cerca, un grupo de supervivientes a la plaga zombie se esconden en un búnker subterráneo como último intento por salvar sus vidas, pero evidente y peligrosamente no están solos...
Crítica
Esta nueva entrega del tan solicitado género zombie para nada logra convencer en ninguno de los sentidos, ya que argumentalmente deja mucho (pero que mucho) que desear, interpretativamente todavía es más bochornoso el asunto y si intentamos verla positivamente centrándonos en el apartado gráfico (atendiendo a los efectos espaciales de los que hace alarde) tampoco podemos afirmar que cumple las expectativas, ya que recurrir constantemente a ello para intentar salvar las escenas no debe (ni puede) ser válido por muchas explicaciones que se busquen.
La historia, previsible y aburrida donde las haya, comienza como es habitual en películas de esta temática, con un par de parejas (entre las que se encuentra Nina, encarnada por Annalyne McCord, una de las protagonistas de la cinta) que se disponen a montarse una fiesta furtivamente a las afueras de la ciudad, en una cabaña alejada del mundo civilizado; pronto sucederán una serie de acontecimientos que les obligará a apearse rápidamente del lugar sin tan siquiera premeditarlo.
En la ciudad, una plaga está teniendo lugar, el tráfico se aglomera fruto de las inmovilizaciones policiales llevadas a cabo a fin de prevenir, retener y solucionar el percal; una de las encargadas en hacerlo será Sarah (Mena Suvari), una eficiente policía dedicada en cuerpo y alma a la protección ciudadana cuya madre se encuentra enferma en el hogar, por lo que se dispone a llevarla al hospital para que la examinan y curen, pero la idea no podía haber resultado más fatídica, y todos los allí enfermos comienzan a transformarse en zombies, atacando a los presentes con una agilidad y fuerza descomunales (y desmesuradas, ya que en varias escenas podemos observar como los no muertos corren cual atleta propulsado, atraviesan cristales como si se tratase de agua y realizan saltos de cinco metros sobre sus presas, situaciones que bien podrían emplearse para elaborar una magnífica parodia del género).
Por suerte para nuestras dos protagonistas (que he de hecho se conocen porque una es la hermana del novio de la otra) se toparán con otros supervivientes, entablando una relación de supervivencia y decapitaciones conjuntas y, así, Sarah se atrinchera en un momento en una sala del hospital, para posteriormente salir del edificio y dar rienda a su carácter más salvaje asesinando a cientos de zombies; Nina, por su parte, se cobijará en un domicilio que resulta ser el lugar de retransmisión de la cadena de radio KXWT, un lugar aparentemente seguro y apartado de la realidad que se vive en las calles (aunque quizás el problema surja en el seno de los allí presentes); todo culmina con ríos de sangre, decenas de decapitaciones, mutilaciones varias e inútiles escenas de acción, que lograr empalagar hasta límites insospechados y ponen de manifiesto los (múltiples) defectos de esta película, en la que se prescinde por completo de coherencia y/o historia para recrearse en muertes tan espectaculares (aunque no todos, porque hay algunas que consiguen infundir una importante vergüenza ajena) como innecesarias.
Poco espacio para la sorpresa queda en esta cinta dirigida por Steve Miner, que se nutre directamente de anteriores producciones de similar índole (la fuente más clara es La noche de los muertos vivientes, el clásico de terror que catapultó al éxito a George A.Romero, pero también serían claro ejemplo la magnífica 28 días después o su correspondiente secuela 28 semanas después; también es de destacar la poca conexión que tiene la sinopsis (la adjuntada en esta crítica es la oficial) con la trama que realmente presenta el filme, otro claro síntoma de las inconcluencias e incoherencias que afloran de la misma aunque no se pueda hablar en ningún caso de plagio de la ya mencionada La noche de los muertos vivientes, ya que esta cinta es mucho peor en todos los sentidos y tan siquiera el carisma de los personajes ha tratado de pulirse para intentar encandilar por esa vía, sino que se pretende hacerlo de la forma más fácil y banal posible, mediante el empleo de mediocres escenas de acción y decenas de desmembramientos sin sentido.
