Título original: Click Año: 2006 Nacionalidad: EEUU Duración: 107 min. Género: Ciencia ficción, Comedia Director: Frank Coraci Guión: Mark Keefe y Steve Koren Reparto: Adam Sandler, Kate Beckinsale, Christopher Walken, David Hasselhoff, Henry Winkler, Julie Kavner, Sean Astin, Joseph Castanon, Jonah Hill, Jake Hoffman, Tatum Cann, Lorraine Nicholson, Katie Cassidy, Cameron Monaghan, Jennifer Coolidge y Rachel Dratchman
Sinopsis
Un arquitecto muy ocupado en progresar laboralmente compra un mando a distancia que parece que le permite controlar toda su vida...
Valoración
Lo mejor: el metafórico mensaje de apreciar todo instante que se viva, incluso aquellos impases más desesperantes y trágicos, pues de unos de aprende y de otros se evoluciona; la lágrima está asegurada a partir del ecuador, cuando las consecuencias de egocéntricas decisiones comienzan a provocar irremediables decepciones a quien ha pretendido ejercer de dios del tiempo con total impunidad, lográndose así que el ansiado drama cobre conmovedores tintes; la excepción que confirma la regla en cuanto al nivel interpretativo de Adam Sandler, habitualmente (si no en el noventa y nueve por ciento de sus películas en un porcentaje muy próximo) inepto que, sin embargo, aquí firma (junto con el resto del reparto, repleto de secundarios de lujo como la bella Kate Beckinsale, más adorable que nunca, o el mítico David Hasselhoff, tan engreído como siempre) una de sus mejores labores.
Lo peor: la previsibilidad con la que transcurre la trama, inmensamente plausible en entretenimiento (no decae un solo segundo en ningún momento) pero altamente criticable si el cometido era sorprender (innumerables detalles así lo corroboran); el componente cómico, uno de los géneros del filme, es el que más flirtea con el concepto de decadencia, recurriéndose a escenas tanto obscenas (perros intimando con peluches) como soeces (ventosidades ajusticiando a vanidosos) para encontrar carcajadas solamente en el público más básico, pues el mínimamente escrupuloso sentirá más bien vergüenza ajena; el temprano (casi inmediato) olvido en el que cayó una película verdaderamente aconsejable, mas cuando otras obras totalmente prescindibles se ensalzan sin justificación alguna la irritación es mayor.