Título original: Cowboys and aliens
Año: 2011
Nacionalidad: EEUU
Duración: 118 min.
Género:Acción, Ciencia ficción
Director: Jon Favreau
Guión: Alex Kurtzman, Damon Lindelof y Roberto Orci
Reparto: Harrison Ford, Daniel Craig, Olivia Wilde, Paul Dano, Sam Rockwell, Keith Carradine, Noah Ringer, Clancy Brown y Adam Beach
Sinopsis
En el territorio de Arizona, un extraño sin memoria alguna, y cuyo único indicio de su pasado es una marca misteriosa que rodea una de sus muñecas, llega a la ciudad de Absolution en medio del duro desierto, donde descubre que los extranjeros no son bien recibidos, y que en sus calles nadie hace ningun movimiento a menos que se lo ordene la mano férrea del coronel Dolarhyde; pero Absolution está a punto de experimentar un miedo invasor que apenas podrá comprender...
Crítica
Era cuestión de tiempo que Harrison Ford y Daniel Craig formaran la dupla protagonista de un filme, sobretodo por aquello de juntar a dos de los héroes más populares y carismáticos de la historia del cine como son Indiana Jones y James Bond (puesto que son quienes los encarnan respectivamente), pues bien, Cowboys & aliens es esa cinta, y aunque es cierto que resultará inolvidable (precisamente por lo comentado anteriormente, por tener entre su reparto a dos actores mundialmente famosos, y si además añadimos la presencia de la bella Olivia Wilde catapultada al estrellato por su papel en la galardonada serie House el asunto se torna prácticamente irresistible) no es menos cierto que la falta de ritmo y sentido del humor (ya que éste prometía ser un apartado puntero) hacen de ella una película algo insulsa y aburrida a ratos (otros momentos realmente absorbentes compensan en parte ésto), que a un servidor ha recordado en cierta medida a la elogiada hasta la sociedad Valor de ley (la cual cosa no pretende ser algo positivo, puesto que a mi entender ésta dejaba mucho que desear en cuanto a fluidez de la trama).
La sinopsis resume perfectamente la historia; la trama comienza presentándonos a un singular personaje, Jake Lonergan (el agente con licencia para matar de moda Daniel Craig, convincente como siempre), despertándose completamente desmemoriado en el desierto de Arizona; desde ese primer momento ya se perfila como un hombre duro y violento, y gracias a ello consigue desarmar a tres cowboys que intentan asaltarle y coger uno de sus caballos para dirigirse a Absolution, ciudad en la que conocerá (entre otros) a la enigmática Ella (la hermosa y buena actriz Olivia Wilde) y al Coronel Woodrow Dolarhyde (el siempre divertido Harrison Ford, que en esta ocasión encarna al villano de la película, aunque finalmente se unirá a Jake y al resto del pueblo para combatir a los insaciables y poderosos invasores), cuyo hijo Percy (un desconocido pero correcto Paul Dano) siembra el pánico en la ciudad chantajeando a sus habitantes con no proporcionarles carnes (aprovechándose de que ése es su cometido, el proporcionársela a toda la ciudad); todos ellos (junto con unos guerreros Apache que aparecen de la nada), enfrentados en un principio por intereses diferentes y unidos después por un objetivo en común, deberán luchar por su propia existencia contra una raza extraterrestre de lo más convencional (naves espaciales, estructura algo más musculada de lo normal pero básicamente idéntica a la de muchas otras producciones...) que ansía el oro que posee la raza humana.
Como su propio nombre indica, Cowboys & aliens es una mezcla de cowboys y alienígenas, y precisamente aquí radica la estabilidad del proyecto, merced a una primera mitad de absoluto western (muy similar a los protagonizados por el mítico Clint Eastwood, aunque con un pueblo ridículamente pequeño y ciertos detalles que no terminan de encajar en la época recreada) y una segunda mucho más trepidante centrada en la lucha entre los cowboys residentes en la ciudad de Absolution y unos alienígenas muy bien recreados, aunque terror transmiten más bien poco (de hecho lo mejor es el rostro, especialmente en cierta autopsia).
Los excelentes efectos especiales y el soberbio apartado sonoro son dos de los aspectos más destacados de Cowboys & aliens, junto con la memorable interpretación de Harrison Ford (al que los años han hecho mermar su elegante y atractivo físico de antaño que creaba furor entre las féminas) y la batalla final, apoteósica y muy bien representada. Como puntos negativos destacaría su excesiva duración (en relación a la historia que acontece) y la sobreexplotación del sentido de lo absurdo, ya que apenas se nos dan detalles de hechos que tendrían que considerarse de suma importancia (como es el motivo por el cual los alienígenas precisan el oro de la Tierra para subsistir, algo que no alcanzo a entender, aunque agradezco en parte el detalle de que no sea el agua, un motivo arduamente utilizado aunque más que lógico teniendo en cuenta que la Tierra es el planeta ideal para recoger litros y litros de ella).
Jon Favreau deja aparcada su exitosa franquicia Iron man (de la que ha dirigido hasta el momento las dos entregas que han visto la luz) para mostrarnos unos héroes (aunque más bien sean defensores del pueblo) de lo más humano (sin tener en cuenta la pulsera que lleva desde el comienzo de la trama Jake, una poderosa arma proveniente de otro planeta que a la conclusión del filme tendrá su explicación), unos decorados magníficos (entre los que destacaría la recreación del barco volcado en el que los personajes se resguardan de la lluvia en una de las intempestivas noches de batalla) y una puesta en escena en la que la intervención en la producción del siempre sugerente Steven Spielberg está presente en cada resquicio de la pantalla. No querría terminar esta crítica sin señalar la exquisita mezcla de western, ciencia ficción y acción, géneros combinados en perfectas dosis, y que de no ser por la escasa influencia del humor y la ausencia por completo de lógica podría provocar en el espectador mucho más que indiferencia (o, a lo sumo, un poco de diversión, pero nada más reseñable propenso a considerarse positivo).
