Título original: Battle: Los Angeles
Año: 2011
Nacionalidad: EEUU
Duración: 116 min.
Género:Acción, Ciencia ficción
Director: Jonathan Liebesman
Guión: Chris Bertolini
Reparto: Aaron Eckhart, Bridget Moynahan, Michelle Rodríguez, Michael Peña, Ne-Yo, Ramón Rodríguez, Taylor Handley, Will Rothaar, Jim Parrack, Cory Hardrict, Jadin Gould, Bryce Cassy y Joey King
Sinopsis
Durante años ha habido casos documentados de avistamientos de OVNIS en todo el mundo; en dos mil once, lo que hasta ese momento eran simples avistamientos se convierten en una terrible realidad cuando la Tierra est comenzando a ser atacada por fuerzas desconocidas...
Crítica
Las primeras filtraciones sobre la cinta objeto de la presente crítica presentaban destellos de imágenes que hacían ilusionar creyendo que la película podría llegar a ser algo más que humanos enfrentándose a una raza alienígena y una banda sonora apoteósica, pero los temores generalizados eran ciertos y lo que propone Invasión a la Tierra es una batalla pura y dura entre humanos (en este caso Marines) y alienígenas, con amagues e intentos torpes por parte del director (Jonthan Liebesman, quien en 2003 nos presentara la más que correcta En la oscuridad y tres años después la formidable La matanza de Texas: El origen) de querer caracterizar a las escenas de un dramatismo que no concuerda en absoluto con la mayoría de situaciones planteadas.
El filme comienza presentándonos a los personajes que a lo largo de la historia protagonizarán las numerosas situaciones conflictivas, de este modo, se presentan el Sargento Michael Nantz (un Marine en horas bajas que tras veinte años repletos de méritos y distinciones por su decisión y entrega profesional tiene planeado retirarse al término de la instrucción que está llevando a cabo en la actualidad; Aaron Eckhart, al que no consigo desvincular de su increíble papel de Harvey Dent en El Caballero Oscuro), al Cabo Primero Nick Stavrou (un joven que luce bigote tan singular como ridículo; Gino Anthony Pesi), al Cabo Primero Kevin Harris (un hombre de color que aparece por primera vez en escena con unas odiosas gafas; Ne-Yo), al Sanitario Jibril Adukwu (quien posee un rostro poco amigable; Adetokumboh M’Cormack), al Cabo Richard Guerrero (el chico de color más joven que forma las filas dispuestas a partir hacia la misión encomendada; Neil Brown Jr.), al Cabo Peter Kerns (un nervioso y torpe hombre que hasta el momento no ha conseguido adaptarse al medio y precisa de ayuda médica y psiquiátrica para poder continuar permaneciendo en el lugar; Jim Parrack) y a Shaun Lenihan (unrecién reclutado Marine con más temores que ganas de defender su país; Noel Fisher, entregado como pocos); la tropa se encuentra en la zona de Instrucción bajo el mando del Sargento Nantz, pero los Marines de presentan ante su compañía solicitando ayuda, ya que los meteoritos que están cayendo desde hace varios días están comenzando a impactar contra la costa de California (precisan de tal ayuda porque es previsible una movilización global, y los efectivos no resultan suficientes como para realizarla eficazmente), por lo que Nantz debe comprometerse a actuar bajo las órdenes del Teniente William Martínez (recientemente ascendido y sin apenas experiencia en el terreno de las evacuaciones; un convincente Ramón Rodríguez), para efectuar tal maniobra con las menores complicaciones (y bajas) posibles.
Lo que en un principio parecen ser meteoritos no son tal cosa, puesto que en el centro de los mismos se observa una estructura metálica, y de ella comienzan a salir miles de criaturas dotadas de armas sumamente poderosas, que comienzan a destruir todo aquello que se encuentran a su paso, es por ello que se ordena arrasar Santa Mónica en tres horas, puesto que es la única manera de que los Marines puedan dominar el territorio aéreo frente a unas abominables naves provenientes de otro planeta que parecen nutrirse del agua de la Tierra para repostar (al igual que lo hacen los seres invasores, motivo por el cual los científicos deducen que se ha producido la invasión, para sustraer de nuestro planeta el agua, ya que es el único que la presenta en forma líquida) y, en su camino hacia la destrucción de los extraños alienígenas, se topan con la unidad cuarenta de la Infantería, en la que se encuentran, entre otros, la Sargento Elena Santos (perteneciente al cuerpo de aire que denota ser una luchadora y superviviente en toda regla; la para algunos atractiva y para otros horrible Michelle Rodríguez) y el Cabo Steven Mottola (al que sus compañeros llaman Motorola por la evidente semejanza entre su apellido y la famosa marca de móviles; James Hiroyuki Liao), emprendiendo todos ellos una desesperada huída junto a unos civiles (que permanecían escondidos en una comisaría en la que realizan una parada) antes de que el bombardeo empiece pero, como es lógico, éste no acontece (ya que la base de operaciones militar que se tenía que encargar del mismo ha quedado completamente arrasada); la única salvación del grupo consiste en llegar a la única zona de evacuación operativa existente, pero llegar hasta ella no resultará nada sencillo, y sufrirán numerosas bajas tanto militares como civiles, librando de este modo la mayor de las batallas, derrochando miles de balas y arrollando (sí, una de las geniales ideas que plantea la cinta es conducir vehículos en tales circunstancias...) a toda criatura que se interponga en su camino para abandonar de una vez por todas Los Ángeles y, como era de esperar, tal propósito no resultará nada sencillo llevarlo a cabo (por enésima vez), y para realizarlo el Sargento Nantz se alzará una vez más como héroe (junto a sus fieles Marines), llevando a cabo la última hazaña para destruir a los invasores, eliminar su centro de mando y control, una gigantesca estructura dotada de la mejor tecnología existente y desde la cual los alienígenas controlan sus naves (una vez destruida solamente quedará terminar con los propios alienígenas, tarea mucho más sencilla).
La película trata las invasiones extraterrestres desde un enfoque estrictamente bélico, lejos de propuestas como War of the World (donde la invasión se veía desde la perspectiva de una típica familia civil), poniéndonos de este modo en la piel de unos soldados con más patriotismo que cabeza (muestra de ello es la frase repetida hasta la saciedad durante el filme “¿retirada? ¡y un huevo!”; y precisamente aquí radica el gran fallo de esta cinta, en sobredimensionar la figura de estos héroes (almenos se les trata como tal en la historia) de guerra a tal nivel que llega a asquear de alguna manera, convirtiéndose en máquinas de matar extraterrestres (aunque peor resultan los momentos en que el director intenta introducir en la trama algo de dramatismo, pues esta intención resulta totalmente fallida, al igual que el penoso guión y los indecentes diálogos), aunque no solamente este detalle es reprochable al metraje, también está el hecho de querer hacernos creer que un pelotón de Marines puede vencer a un ejército de extraterrestres que llega con una tecnología que es a años luz más avanzada y poderosa que la suya, pero sin embargo palidecen frente a un sólo y triste pelotón de soldados.
Nada se puede decir de los efectos especiales y las grandes dosis de acción que se pueden ver, con una cámara que sin embargo puede llegar a marear (los movimientos constantes de la misma no ayudan a seguir la acción con nitidez, pero sí a sumergirnos en ella), pero es que ni éste apartado es totalmente positivo, porque la animación de los alienígenas robóticos es cuanto menos criticable, y las explosiones, que tienen por objetivo ser impresionantes y dotar de esta forma a la película de una espectacularidad inmensa, tampoco cumplen del todo su finalidad, puesto que terminan siendo repetitivos; lo único destacable de Invasión a la Tierra son las (muchas) escenas de acción (aunque analizándolas individualmente hasta podríamos decir que no son nada del otro mundo, porque entre el movimiento de la cámara y la necesidad de mostrar de forma fugaz a los extraterrestres se pierde un poco la emoción y el sentido de lo que estás viendo) y el papel de Aaron Eckhart (que vuelve a bordar, una vez más, el personaje que le ha sido asignado), el resto de componentes de la película son totalmente prescindibles, en especial el sentido patriótico que rezuma de cada una de las acciones acontecidas.