“Bola de nieve”, de Cat2heory
En pleno auge de los escapes rooms portátiles, los amigos (la cercanía entre ambas partes trasciende más allá de la mera cordialidad colaborativa) de Cat2heory retoman en este año tan convulso (fruto de una pandemia que solo olvidarán aquellos que por desgracia se han marchado sin que fuera el momento natural de hacerlo) su creación más festiva, Bola de nieve; circunscrita en el marco de las denominadas “cajas neutrón” (entre las que también se encuentran la gloriosa Noventazos y la prometedora Flechazo, gozando ya en este particular cementerio la primera con su correspondiente crónica y haciéndolo próximamente la segunda), se trata de una sublime alegoría en la que tienen cabida encantadoras especies (águilas, alces, ardillas, ballenas, camellas, elefantes, guacamayas, llamas, macacos, osos, pandas, ponis, tigresas y urones, sin descuidar los emblemáticos gatos) e ingeniosos desafíos que requieren atención y compenetración.
La introducción (la pretensión de plasmarla no es desvelar absolutamente nada relevante de la obra pero sí adelantar en primicia algunos detalles más de los que se observan en la propia página para compensar a los lectores) versa “esto no te va a gustar..., Papa Noel ha perdido tu regalo..., por suerte no todo está perdido..., alguien que te quiere mucho ha contratado a nuestros gatitos cuánticos para deshacer este entuerto..., se han puesto patitas a la obra y han reunido varios testimonios que a lo mejor pueden ayudarte”; con tan enigmática y personal (la esencia de la compañía se percibe en cada palabra aunando ambos conceptos con la sutileza que les caracteriza) presentación, que a su vez es parte de la prueba inaugural, el objetivo resta perfectamente definido, y es que el sobre (totalmente customizado) que contiene la información básica para comenzar luce tan profesional como los acabados de la caja-cofre propiamente dicha.
El racionalmente acertado tiempo estimado a invertir para solucionar el juego es de una hora y media, pues a pesar de dividirse únicamente en tres fases con otras tantas combinaciones numéricas a averiguar el proceso para descubrir estas es laborioso, siendo en su conjunto un trabajo sumamente educativo al abarcar actividades geográficas, matemáticas y musicales (esta última puede llevar a equívocos al confundirse ciertos elementos esenciales) que guardan una muy estrecha relación con la temática que ocupa, desembocando todo en un alentador, concienciador y emotivo mensaje; conviene aclarar que para proceder es imprescindible un dispositivo móvil con conexión a internet (los códigos QR abundan atendiendo a las circunstancias), recurriéndose tal vez en exceso a medios externos para quienes valoren más la vertiente artesanal que, por supuesto, impera incluso en el villancico que todo el mundo tarareará a la conclusión de la aventura.
Por todo lo expuesto, se puede aseverar sin el menor temor a errar en dicha afirmación que los compañeros de Cat2heory han logrado, de manera relativamente humilde (en comparación con la ya citada anterior propuesta de la firma) e intencionadamente minimalista (cabe recordar que el nivel de dificultad atribuido es el fácil), captar el espíritu navideño de una forma tan realmente espléndida (haciendo alusión expresa a la magnífica serie La maldición de Bly Manor) que la recomendación de su compra es obligada; así pues, que nadie dude en desembolsar los cuarenta euros del precio de venta al público (a los que habrá que sumar los gastos de envío) para adquirir un producto diferencial donde los haya que, sin duda, entusiasmará a pequeños (por su espectacular puesta en escena) y adultos (por su mediana complejidad resolutiva), antojándose el regalo más original que uno pueda conjeturar para terceros e incluso, por qué no, para uno mismo.
Daniel Espinosa, a fecha 03 de diciembre del 2020