“¿Quién es el asesino de Antonia Colinas?”, de A.C.L.P.
Antecedentes
La sinopsis digital versa “descifrar enigmas, revisar el acta policial, los interrogatorios y las pruebas del crimen estrechará el círculo que te hará conocer al verdadero asesino..., cualquier detalle puede ser clave para resolver el caso..., ¿serás capaz?”, mientras que la física “doña Antonia ha aparecido muerta en extrañas circunstancias en el salón de su casa..., muchas son las incógnitas que rodean su muerte..., todo parece indicar que es un suicidio..., o eso quieren hacer creer a Jacinto, el policía”; en la propia presentación tangible consta la célebre cita de Albert Einstein “el juego es la forma más elevada de investigación” y la advertencia “sin nuestra expresa autorización queda terminantemente prohibida la reproducción total o parcial de este documento, así como su uso indebido y exhibición o comunicación a terceros”, restando evidente desde la premisa el carácter motivador y exclusivo de una obra que se aproxima y rinde tributo al mítico Cluedo.
Antesala
La autoría corresponde a la Asociación Cultural Los Perchas, sociedad con sede en Cuenca (ciudad arraigada en las montañas de la zona centro este fundada por los árabes que sigue conservando el recinto histórico amurallado con sus empinadas calles empedradas y sus ruinas de castillos medievales con sus casas colgantes sujetas a la pared de roca calcárea situadas sobre los ríos Júcar y Huécar agarradas a los riscos del desfiladero, mencionando este como dato pedagógico); qué duda cabe que patentar una idea como la que ocupa es dificultoso, mas cuando el concepto de artesanalidad alcanza cotas épicas (según nos aseguran fuentes cercanas a los responsables el tiempo invertido en la confección de los materiales es superior al concebible ya que la llevan a cabo personas mayores y este es un hecho cuanto menos plausible) más aún, sin desmerecer otras piezas similares que encandilan por medios fundamentalmente comerciales.
Contenido
El sobre acolchado luce esplendoroso en su exterior con un emblema patrio (España), dos sellos de confidencialidad (Top Secret), una imagen prediseñada (un caricaturesco detective armado con su inseparable lupa) y la insignia de la corporación (A.C.L.P.); ya en su interior, el mismo alberga varios elementos (nada menos que tres documentos policiales, cinco pruebas, diez personajes y quince pistas con otros tantos auxilios) amén de la introducción (la sinopsis ya adelantada en el anterior párrafo junto a otras pesquisas), cuya composición tipográfica recuerda a los clásicos del género; en cuanto al aspecto meramente técnico, la impresión de los diferentes objetos es de buena calidad (aunque la resolución de ciertas imágenes y sobre todo pasajes es mejorable) y en la historia no se observan errores gramaticales (algo muy común en los trabajos de índole independiente), lo cual es de destacar (y agradecer) hasta la saciedad.
Desarrollo
La ambigüedad copa los primeros compases, pues las fichas de los sospechosos (el respetable no debe olvidar que se puede tratar de un crimen o una inmolación) aportan cuantiosa información aparentemente relevante pese a que a la postre hay que discernir entre anécdota e importancia, no siendo sencillo centrarse en alguno en concreto atendiendo a la estrecha relación que guardan con la víctima la mayoría de ellos (lo cual se traduce en móviles), debiendo establecer vinculaciones entre parentescos (amigos, empleados, hijos, maridos, sobrinos...), profesiones (cocineras, contables, doncellas, jardineros, mayordomos...) y demás características existenciales; además, los archivos de sucesos (con sus oportunas diligencias) requieren de aguda intuición desde el segundo cero para no descuidar nada, contribuyendo a la sensación de no entendimiento inicial (que no posterior) el hecho de que no se especifique el orden estricto a seguir.
Mecánica
Cuando uno ya se ha familiarizado con el funcionamiento (potencialmente conspiranoico con un trasfondo plagado de amoríos, secretos y traiciones no lineal con un sinfín de saltos escénicos), como bien se aconseja, lo mejor es no apresurarse en solventar el caso sino disfrutar del proceso ya que en él es donde reside el auténtico valor de una propuesta cuya estructura no facilita su despliegue (es menester señalar que es preciso un minucioso análisis previo del conjunto ya que los títulos pueden inducir a equívocos incluso antes de comenzar la tarea encomendada); la paciencia siempre es una virtud y más en este particular, residiendo en la técnica pericial de cada cual (la elaboración de un árbol genealógico es tan esencial como los paulatinos descansos que se van advirtiendo) el éxito final (según una fructífera conversación llevada a cabo vía Facebook hay once para evitar filtraciones), obviando que determinado enigma indumentario desorienta un poco.
Tematización
La ambientación es puramente visual (la ausencia del apartado sonoro puede subsanarse con la reproducción de unas pistas acordes a la ocasión que contribuirán enormemente en la inmersión) mediante enigmas tan abundantes como variopintos, con un sistema de ayudas (pese a que se previene expresamente) poco práctico puesto que no hay separación entre ellas, pudiendo desvelar otras que no se quieren consultar); primando la lógica y el raciocinio en detrimento del azar y la imaginación mientras se exige implicación (a veces activa en lo referente a la laboriosidad) en un logrado cúmulo de recursos brindados (no tener que realizar ninguna búsqueda ajena es meritorio a la que par que celebrable para quienes como un servidor no gustan de ellas), la originalidad de los retos a afrontar implicará la destinación de un minutaje considerable (aproximadamente dos horas), amortizándose con creces el escueto desembolso que conlleva el presente producto.
Valoración
Asumir el rol de un investigador como aquí se propone es formidable, con decenas de justificados e inesperados giros de guión para gozar (y padecer) una trama digna de convertirse en novela (e incluso serie televisiva ya que harían falta numerosos capítulos para plasmarla convenientemente con todo tipo de matices) y, aunque a intervalos se difume su esencia (algo normal al extenderse temporalmente de manera tal vez desmedida), el entretenimiento que lleva implícito (interpretar asientos, códigos, columnas, conversaciones, declaraciones, fechas, fotografías, frases, laberintos, letras, mensajes, problemas, símbolos, teléfonos y textos, entre otras cosas, es arduo) es grandilocuente; desde Cementerio de Noticias no se puede sino recomendar la adquisición de “¿Quién es el verdadero asesino de Doña Antonia Colinas?” ya que, contemplando lo argumentado a lo largo de la presente reseña, entusiasmará al más curtido en la materia.
Vínculos
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Daniel Espinosa, a fecha 20 de enero del 2021