Título original: Lamb Año: 2021 Nacionalidad: Islandia Duración: 101 min. Género: Drama, Suspense Director: Valdimar Jóhannsson Guión: Sjón Sigurdsson y Valdimar Jóhannsson Reparto: Noomi Rapace, Hilmir Snær Guðnason y Björn Haraldsson
Sinopsis
Una pareja descubre un misterioso recién nacido en su remota granja...
Valoración
Lo mejor: el cúmulo de lindezas técnicas (como el contraste de los caballos negros en la nieve del plano de apertura o el resultado de la metamorfosis de cierta amenaza en sintonía con la que han adoptado quienes atentaron contra la misma del cierre) para hacer reflexionar sobre cuestiones tan preocupantes como profundas es sumamente valioso, invitando a que el público medite acerca de su propia existencia e identidad sistemática e involuntariamente; el desolador entorno en el que se desarrolla la historia se antoja el mejor para la ocasión, facilitando la comprensión e inmersión en la deprimente atmósfera que impera la apócrifa (en el más amplio sentido del término) evolución de la dupla de personajes principales (el minimalismo se extiende al reparto) que sin oficio ni beneficio conocido encarna la viva imagen del aislamiento social; el absoluto protagonista de la película (el híbrido con parte del cuerpo de persona pero la cabeza completamente de borrego) se exhibe explícitamente desde el minuto veinte (primero disimuladamente pero después íntegramente) con asiduidad, permitiendo disfrutar durante muchos compases la maravillosa caracterización que el equipo artístico ha firmado en esta especie de drama familiar con tintes fantásticos que no escatima en originalidad visual pese a que el clásico conflicto maternal basado en una obsesión que deriva en la soledad más absoluta acapare la atención argumental.
Lo peor: el pausado (casi soporífero) ritmo narrativo no siempre está justificado (algunas secuencias como las que captan las rutinas agrícolas o los trances extramatrimoniales de hecho solicitan dinamismo conductual) hasta que se supera el ecuador, percibiéndose por ende excesiva la duración de la cinta; el apartado dialéctico (léase el escueto guión en cuanto a frases se refiere) no acaba de casar con el escenográfico (majestuoso al lucir una fotografía de ensueño pese a tratarse de una pesadillesca fábula en la que se confunde elegancia con pretenciosidad), pronunciándose divagaciones varias (como la conversación acerca de los viajes espaciotemporales) que no tienen cabida racional en una trama enfocada a otros menesteres culturales e intelectuales bien distintos; la feroz crítica a la humanización de los animales se diluye con alegatos que dejan entrever que el verdadero trasfondo es la trivial distracción que cada cual se crea ante dolorosas e irreparables pérdidas a modo de cura psicológica para atisbar un nuevo comienzo descuidando lo cosechado previamente, mas la precipitada e inesperada visita de determinado forastero para alterar (todavía más) la situación plasmada convence tan poco como una división por capítulos (un total de cuatro) de nomenclaturas extrañas que lejos de evidenciar el homenaje (hasta el extremo menos ortodoxo) que se rinde a la naturaleza (concretamente a la fauna) la torna difusa.
Daniel Espinosa
Nitram (Justin Kurzel, 2021)
Ficha técnica
Título original: Nitram Año: 2021 Nacionalidad: Australia Duración: 112 min. Género: Drama, Suspense Director: Justin Kurzel Guión: Shaun Grant Reparto: Caleb Landry, Essie Davis, Anthony Lapaglia y Judy Davis
Sinopsis
Se relatan los eventos que precedieron a la masacre de Port Arthur...
Daniel Espinosa
Silent night
(Camille Griffin, 2021)
Ficha técnica
Título original: Sient night Año: 2021 Nacionalidad: Reino Unido Duración: 90 min. Género: Comedia, Suspense Director: Camille Griffin Guión: Camille Griffin Reparto: Keira Knightley, Matthew Goode, Roman Griffin, Annabelle Wallis, Kirby Howell, Lucy Punch, Lily Depp, Rufus Jones y Sope Dirisu
Sinopsis
Un grupo de viejos amigos se reúne en una idílica casa de campo incomodados por la idea de la inevitable destrucción de la humanidad...
Valoración
Lo mejor: la lección de raciocinio que asumen los integrantes de menor edad ante situaciones extremas es formidable (el elenco joven supera con creces en convicción interpretativa a un adulto que en ocasiones sobreactúa), advirtiendo que existen muchas otras opciones a la simple rendición cuando la supervivencia se antoja inviable en aras de evitar un teóricamente terrible sufrimiento; el trasfondo moral al que se alude despierta en el público una sensación de incertidumbre descomunal (la tesitura expuesta sin duda logra generar desasosiego), invitando a reflexionar profundamente a partir de una reunión en la que los diferentes personajes posibilitan mútliples sentimientos de pertenencia; la reathíla de conflictos narrados consigue mantener la atención desde el segundo cero (el dinamismo argumental es bastante alto), resultando un plausible guión hasta un último tercio relativamente decepcionante.
Lo peor: la constante introducción de comentarios cómicos aleja a la propuesta de una percepción realista de una premisa sumamente prometedora (la subjetividad de la validez de los mismos implica el desagrado parcial), convirtiéndola finalmente en un auténtico drama con tintes de humor negro sin terminar de casar; el empleo de efectos especiales es superficial e innecesario (la digitalización de cierto fenómeno atmosférico es notable pero redundante atendiendo al minutaje dedicado a detallarlo), habiendo funcionado mejor una técnica basada en la inquietud de aquello que verdaderamente amenazada la integridad de la población que la explícitamente visual por la que se opta; la dualidad del subversivo mensaje no convence plenamente (habrá quien considere dicha afirmación injusta pero está fundamentada), desaprovechándose la calidad del memorable reparto.
Hace muchos años en este lugar entraron unos monjes para estudiar casos paranormales y descubrir qué sucedió con la anciana dueña...
Valoración
La escueta sinopsis versa sobre una trama que rápidamente muta hacia otra muy distinta, antojándose esta propicia para el desarrollo al que deriva la (intra)historia; así pues, la exigua extensión es consecuente al apenas cobrar relevancia en virtud de una tensión sostenida en la que los recursos de escasa inversión económica (como el inmenso acierto de exprimir al máximo las intervenciones de determinado juguete o el tramo en el que se debe agudizar la vista a través de pequeños elementos domésticos) resultan tan o más efectivos que los de un desembolso superior (sin desmerecer ninguno).
La mayoría (por no sentenciar la totalidad) de enigmas son de corte clásico (oséase candados), por lo que los más puritanos aplaudirán la ausencia de mecanismos electrónicos, con unas fluidas transiciones entre estancias (no es ningún misterio revelar la pluralidad pero sí el número exacto de ellas) permitiéndose la meditación suficiente como para solventarlas con éxito; las respectivas resoluciones difieren en cuanto a dificultad (algunas de hecho rozan la proeza intelectual mientras que otras se intuyen casi de inmediato), siendo este aspecto eternamente subjetivo (sólo analizable por cada cual según su criterio).
Si bien las pruebas de valor escasean (en el momento de asistir Daniel Espinosa y Sergi Bernal en representación de esta humilde página ya que dejará de ser así en breve al añadirse nuevas con la debida justificación para no perder un ápice del sentido que impera) y la amplitud de las habitaciones impide percibir la siempre grata sensación de claustrofobia (al igual que lo anteriormente citado esto cambiará en cuestión de semanas), el recorrido evolutivo es enorme; conviene aseverar, en contraposición, que la no linealidad (sí secuencialidad) de los retos facilita la sucesión de sobresaltos (muchos contextualizados).
La decoración está a la altura de unos anfitriones cuyo acting (ajustable como la propia aventura previa petición en la reserva) merece todo elogio posible al lograrse así una espectacular puesta en escena global durante setenta y cinco minutos (al priorizarse el disfrute del respetable en lugar de la mera ganancia comercial tal vez se incremente ostensiblemente el tiempo) de pura adrenalina; a ello cabe sumar unos efectos ambientales de infarto entre los que destacan la aparentemente servicial recepción y el apoteósicamente visceral final para causar ese impacto que todo buen jugador desea sentir (o directamente necesita).
El local (perfectamente climatizado para combatir las inclemencias del exterior) está sito en una calle de mediano tránsito, gozando de plazas de estacionamiento públicas en los alrededores para que acudir en vehículo no suponga un problema; el nada privativo precio (dieciocho euros por persona con un simbólico pago adelantado de veinte para formalizar la sesión) se torna un aliciente complementario para no dudar en vivir las emociones que la posada alberga en su interior (enfatizar sobre la opresiva e inmersiva atmósfera es más una obligación que una opción para apiadarse de aprensivos en potencia).
Únicamente resta aconsejar hospedarse en tan genuino e inquietante hotel tanto a quienes ya lo hayan hecho en el pasado (se han revisado cuantiosos matices desde la reapertura a inicios de temporada) como a los que todavía no (congratulará sobre todo a los acérrimos seguidores del género de terror por la cantidad de referencias que captarán enseguida como El exorcista, El último exorcismo, La matanza de Texas, La monja o La señal); además, los primeros podrán optar por una genial modalidad exclusiva al repetir en compañía (basta con contactar antes con el maestro de ceremonias vía chat, correo o móvil).
A modo de eventual despedida (no será la definitiva de fructificarse cierta noticia desvelada en primicia que por ahora debe permanecer en secreto), agradecer al gentil propietario (Marcos Rosado) el trato recibido no solo en la partida sino también en la amena e interesante conversación posterior (repleta de anécdotas e intimidades); asimismo, para hacer justicia, es menester felicitar a los polifacéticos subordinados del regente (Hotel Maverick y Alan Beker), quienes ponen de manifiesto su talento interpretando con naturalidad los diferentes roles a lo largo de la épica experiencia (lo es en toda regla).
