La trampa del mal
(John Erick Dowdle y Drew Dowdle, 2010)
Ficha técnica
Título original: Devil
Año: 2010
País: EEUU
Duración: 80 min.
Género: Suspense, Terror
Director: John Erick Dowdle y Drew Dowdle
Guión: M.Night Shyamalan y Brian Nelson
Reparto: Chris Messina, Logan Marshall, Jenny O'Hara, Jacob Vargas, Bojana Novakovic, Bokeem Woodbine y Caroline Dhavernas
Sinopsis
Cinco personas que no se conocen entre sí quedan atrapadas en un ascensor; tras el susto inicial y la incomodidad de la situación, deciden esperar tranquilamente a que los equipos de rescate puedan sacarlos, pero entonces los cinco se enteran de que uno de ellos no es una persona normal y corriente, sino algo mucho más terrible, algo que escapa a la razón humana y que les hará perder el control de la situación.
Crítica
¿Cansado de las aburridas conversaciones con tus vecinos cuando subes con ellos en el ascensor?, Devil (que a España llegará bajo el ridículo título de La trampa del mal) propone otro ejercicio, jugar al quién es quién, eso sí, con el curioso aliciente de saber que uno de ellos es el mismísimo diablo; la primera entrega de la trilogía “The Night Chronicles” (las tres inspiradas en historias provenientes de la mente de M.Night Shyamalan) ofrece una singular visión de lo que comúnmente conocemos como azar, y es que de hecho para el conocido director tal cocnepto no existe, todo tiene un por qué y en este filme trata de demostrarlo mediante secuencias espeluznantes e impactantes.
La trama es una leyenda narrada a intervalos (como suele ser habitual en sus películas), en la que se cuenta la historia de cinco extraños que se quedan atrapados misteriosamente en un ascensor (previamente van siendo presentados uno a uno de forma fugaz, pero dando detalles que son sumamente relevantes para el devenir de la película); paralelamente, el detective Bowden (Chris Messina) trata de averiguar los sucesos ocurridos en un supuesto suicidio, y sus investigaciones le conducirán al hotel en el que se encuentran encerradas estas personas, por lo que sesde el centro de vigilancia irá contactando con ellos para intentar esclarecer los hechos, al mismo tiempo que presencia como van muriendo uno a uno sin aparente (se demostrará que no es así) lógica.
Los cinco desconocidos son de lo más variopinto: un mecánico ex-militar (Logan Marshall), un vendedor arrogante (Geoffrey Arend), una mujer adinerada (Bojana Novakovic), una anciana (Jenny O’Hara) y un guardia de seguridad del propio hotel (Bokeem Woodbine), características de cada unode ellos que son las más singulares e importantes para el transcurso de la trama; lo que en un principio podría interpretarse una situación fortuita comenzará a verse desde otro prisma, cuando uno de los guardias del centro de vigilancia (Ramírez, interpretado por Jacob Vargas) interprete todo como algo místico, recordando una historia que había escuchado hace tiempo y de la que se deduce que entre esas cinco personas se encuentra el anticristo.
La película irá avanzando con grandes dosis de intriga y misterio creciente hasta llegar al desenlace, lo mejor de la cinta, con una sorpresa mayúscula que dejará las teorías caviladas por los suelos, dando un giro final ciertamente sorprendente y esclarecedor; prepárense para la sentir la claustrofobia (aunque no tanta como debiera), el suspense (a ratos) y el terror en una cinta cuyas mejores escenas se desarrollan en un ascensor y los sucesos extraños se suceden uno tras otro, desembocando en un final de lo más original y al más puro estilo M.Night Shyamalan (aunque cabe recordar que la cinta no está dirigida por él, sino por John Erick Dowdle y Drew Dowdle, aunque apenas podríamos encontrar diferencias en la forma de dirigir), cuyo toque místico de la historia fue perfectamente captado por el guionista, Brian Nelson (responsable de una joya como Hard Candy y de la deprimente pero exitosa 30 días de oscuridad), y llevado a la pantalla con acierto.
En definitiva, La trampa del mal no termina de ser una notable película en la que la tensión y el toque sobrenatural funcionen (especialmente debido a que la historia enseña todas sus cartas en el título y la introducción, y además la atmósfera que se pretende conseguir no da el resultado esperado), aunque como pasatiempo no está nada mal, y supone una mejoría de M.Night Shyamalan (que aunque solamente aparezca como guionista es el principal atractivo de esta película y sobre el que recaerán todos los elogios o críticas) respecto a proyectos anteriores de este gran guionista y director que busca con ahínco una obra realmente merecedora de mención (cosa que hasta la fecha solamente consiguió sin discusión alguna en sus principios con la inolvidable El sexto sentido, su mejor obra hasta el presente).
