Título original: Horror express Año: 1972 Nacionalidad: Reino Unido Duración: 86 min. Género: Suspense, Terror Director: Eugenio Martín Guión: Arnaud Usseau y Julian Zimet Reparto: Christopher Lee, Peter Cushing, Alberto Mendoza, Silvia Tortosa, Telly Savalas, Julio Peña, George Rigaud, Ángel Pozo, Víctor Israel, Helga Liné, Alice Reinheart, Juan Olaguivel y Hiroshi Kitatawa
Sinopsis
El cuerpo de un antropoide hallado en Manchuria por un científico inglés es trasladado a Londres a bordo del Transiberiano, comenzando un viaje que estará plagado de intrigas y muertes al volver a la vida...
Valoración
Esta coproducción angloespañola no deja indiferente a nadie, o te gusta o la odias, y es que tras alcanzar la fama de hito en el cine fantástico español en su época por la cantidad de estrellas de renombre mundial que conforma su reparto siendo una de sus mejores bazas (gran Telly Savalas, predilección personal), Pánico en el Transiberiano se tradujo una rara avis en su conjunto pero que logra crear una identidad sobria, elegante y singularmente extraña; sigue resultando tan atípica como atrayente a día de hoy, propia del cine psicodélico de los setenta con sus monstruosas y abominables criaturas, sus artesanales efectos especiales llenos de sangre, vísceras y sus recursos experimentales fruto probablemente del consumo de estupefacientes que tan libremente corrían por aquella gloriosa época.
El resultado final es una amalgama de ideas bizarras y un tanto eclécticas digna de una producción de serie b pero ejecutada excelentemente por unos convincentes actores, un frenesí primitivo en el que se mezclan especímenes extraterrestres de brillantes ojos rojos, cosacos rusos encabronados, zombies de ojos blancos y hasta un monje satánico..., todo ello dentro de los angostos vagones del lujoso convoy, elemento imprescindible que dota a la película de una sensación claustrofóbica de la que no se puede escapar; la dupla protagonista, interpretada magistralmente por Christopher Lee y un brillante Peter Cushing, deberá enfrentarse a una energía maligna de otra galaxia a la que dejaron sus congéneres en el Planeta Tierra y que lleva desde tiempos prehistóricos adaptándose a nuestro planeta de un modo un tanto curioso para poder subsistir, poseer huéspedes (el profesor Saxton lleva consigo un homínido congelado encontrado en Manchuria sin saber que en su interior se alberga el peligroso ser etéreo, desatando la locura y la muerte una vez que despierta de su letargo y, debido a que la criatura sólo puede manifestarse en la oscuridad, el autor supo recrear ese ambiente sombrío a la perfección).
Si bien el argumento hace que sea imposible aburrirse logrando mantener el suspense durante todo el metraje, la resolución de algunos actos y en especial ese final un tanto previsible hace que carezca de esa chispa original que la hubiese encumbrado y cuyos ecos aún resonarían a día de hoy; la música un tanto naif se va intercalando con imágenes del tren – o más bien de la maqueta del tren - que ajeno a todo lo que ocurre en su interior prosigue su recorrido por la solitaria y fría estepa rusa nocturna de mil novecientos seis..., si lo que buscas es un horror que no es de este mundo, no lo dudes más, ¡este es tu tren!