Título original: Amulet Año: 2020 Nacionalidad: Reino Unido Duración: 94 min. Género: Suspense, Terror Director: Romola Garai Guión: Romola Garai Reparto: Imelda Staunton, Carla Juri, Alec Secareanu y Paul Okelly
Sinopsis
Un refugiado que ha escapado de la guerra encuentra cobijo en una casa claustrofóbica y medio en ruinas en la que habita una joven...
Valoración
Lo mejor: la vertiente religiosa se introduce de una manera muy poco habitual en el séptimo arte, logrando despertar verdadera fascinación tanto por las citas bíblicas (“como el cordero él regresó al rebaño”) como por las figuras corpóreas (las representantes de la corriente están repletas de matices e ideales como que “el amor es sacrificio”); el sosiego narrativo trasciende lo visual para focalizarse en lo vocal, y si en los siete primeros minutos apenas se pronuncia una palabra (de hecho un nombre) en el resto cada una tiene un significado concreto (desde racistas amenazas hasta consentidas ataduras, pasando por feroces mordeduras, horrendas criaturas e inciertas advertencias); el albañil tildado de filósofo (un simple emigrante en busca de la paz que los conflictos militares le arrebataron) e incluso de obsequio experimenta un desconcierto similar al del espectador, que deseará descubrir el secreto que aguarda en el piso superior de la precaria morada que recientemente habita el mismo (con destellos de la mítica Tu madre se ha comido a mi perro cuando haya una criatura que recuerda enormemente a la supuesta causante de la pandemia que ha provocado centenares de miles de muertes en todo el mundo) y a la postre, seguramente (aquellos más curtidos en la materia cavilarán tempranamente sobre ello acertadamente), confirmar sus sospechas.
Lo peor: la parsimonia argumental (subdividida en dos momentos espaciotemporales para conformar una presuntuosa, sórdida e intrigante trama que pivota sobre un amuleto protector que no goza de suficiente relevancia) hará que más de uno delibere sobre abandonar el visionado con antelación a su conclusión, siendo la única razón por la que debe aconsejarse no tomar dicha decisión la de disfrutar de unos paisajes realmente vírgenes, sugerentes e hipnóticos (más que el propio guión cuyas lagunas aumentan el misterio pero también la incongruencia); el trasfondo bélico (a través de reminiscencias en plena fase soñadora) es un mero telón de fondo (como la mayoría de simbología empleada) que, lejos de dilucidar los actos del protagonista, los enturbia más la serie de acontecimientos que propician el encuentro (que deriva en romance ciertamente aborrecible) a partir del cual la historia empieza cobrar sentido (hasta entonces incendios, partos y demás sucesos no se explican ni siquiera mínimamente); el beneficio cinéfilo es mínimo en relación a la predisposición exigida para obtenerlo (aunque siempre ocurre algo y estremece la frialdad con la que la autora expone sus ocurrencias más peculiares e intimistas), recompensándose la paciencia con un sangriento desenlace que no termina de aprovecharse tanto como se promete hasta llegar al mismo.
Daniel Espinosa
La nube (Just Philippot, 2020)
Ficha técnica
Título original: La nuée Año: 2020 Nacionalidad: Francia Duración: 100 min. Género: Drama, Suspense Director: Just Philippot Guión: Franck Victor y Jérome Genevray Reparto: Suliane Brahim, Nathalie Boyer, Marie Narbonne, Victor Bonnellleld, Sofian Khammes, Clement Bertani y Christian Bouillette
Sinopsis
Una madre soltera empieza a criar saltamontes como negocio propio...
Valoración
Lo mejor: la desesperación de una emprendedora cuyo negocio no funciona como desea se plasma magníficamente (el componente emotivo hace acto de presencia en innumerables ocasiones), optando por una solución aparentemente inimaginable que desembocará en una vorágine de fatídicos acontecimientos no solo para ella sino también para sus allegados; el entomólogo carácter de Luís Buñel (traído a colación para rendirle tributo) se percibe en cada redundante e intimista plano, una fascinación (en este caso por los saltamontes) que alcanza la catalogación de fetichismo sin mucha justificación racional; el omnipresente elemento de la trama (no es otro que las langostas) se aprovecha para provocar el terror que muchos villanos del celuloide no han conseguido, siendo más meritorio el hecho de hacerlo sin mostrar expresamente su voracidad salvo en aquellas escenas más explícitas.
Lo peor: el criadero de insectos (la denominada proteína del futuro por no pocos expertos) no da el juego que se presume, siendo el obsesivo comportamiento de la protagonista hacia ellos más excéntricamente anecdótico que argumentalmente relevante al ser el detonante otro factor más visceral; el esfuerzo requerido para expandir la idea comercial del clan sobre el que pivota la historia es un sumatorio de sangre, sudor y lágrimas (los tres fluidos en sentido figurado y literal) que nutre de parcial originalidad al siempre competente e influyente cine francés sin apasionar como habitualmente ocurre con los metrajes provenientes de dicho territorio; el oscuro (en el más amplio sentido del término) e insulso desenlace es, más allá de angustioso (sensación que se logra en varios compases sin la deseable contundencia), todo un órdago al guión menos autoconclusivo que uno llegue a conjeturar.
Daniel Espinosa
Post mortem (Peter Bergendy, 2020)
Ficha técnica
Título original: Post mortem Año: 2020 Nacionalidad: Hungría Duración: 115 min. Género: Suspense, Terror Director: Peter Bergendy Guión: Gabor Hellebrandt, Peter Bergendy y Piros Zankay Reparto: Viktor Klem, Fruzsina Hais, Schell Judit, Andrea Ladanyi, Zsolt Anger, Gabor Reviczky, Gabriella Hámori, András Balogh y Diana Kiss
Sinopsis
Un fotógrafo y una niña pequeña se enfrentan a un grupo de fantasmas instalado en una comunidad tras terminar la Primera Guerra Mundial...
Valoración
Lo mejor: la premisa no puede ser más sugerente, relacionando la fotografía con lo sobrenatural (este último aspecto sí se exprime con espíritus, fantasmas, hadas y demás representaciones que emulsionan su presencia en las imágenes) desde una vertiente tradicional del ocultismo; el primer tercio es absorbente e interesante, maravillando especialmente el proceso que sigue el técnico alemán para confeccionar sus creaciones (más que meras plasmaciones son auténticas obras de arte que evocan una viveza tal que uno duda si los fallecidos lo están neurológicamente); la recreación de la época en la transcurre la trama es fantástica, haciéndose lo propio además con una pequeña comunidad de creencias paganas en la que nocturnos sonidos (puertas abriéndose, sillas moviéndose...), misteriosas muertes (purgadas almas, poseídos cuerpos...) y lúgubres figuras (emergentes sombras, insidiosas interacciones...) se manifiestan continuamente.
Lo peor: el nivel de los efectos visuales es muy mejorable (a excepción de los que lucen en el último tramo que sí alcanzan la notabilidad), en contraposición a unos sonoros que estremecen de veras sin precisar de grandes alardes (de hecho ambos se complementan mucho mejor cuando se insinúan que cuando se muestran); la temeridad de pretender emular clásicos como El exorcista sin los medios ni las ideas a la altura de las circunstancias, antojándose una propuesta tan vacía de entidad propia (desde el reparto hasta el guión) que resulta completamente prescindible; el afán de aprovechar los (escasos) recursos funcionales sin mesura es nefasto, percibiéndose tempranamente repetitivos para beneplácito del autor (que se acomoda en ellos) e ingratitud del respetable (que comprueba cómo los sobresaltos son predecibles), siendo en cualquier caso la opresiva e inquisitiva ambientación una sobresaliente delicia para los sentidos.
Daniel Espinosa
Sitges Film Festival 2020
Resúmen del día 7 (14/10)
El Festival ejerce desde siempre una función esencial como revelador de talento en el ámbito del cine de género y son numerosos los ejemplos a lo largo de su historia. Y hoy ha sido una de esas jornadas especiales donde se ha presentado el debut en el largometraje de tres representantes del presente y el futuro del género y han explicado en rueda de prensa a los medios acreditados los secretos de sus obras. A las diez y media de la mañana, el realizador francés Romain Quirot acompañado del actor Hugo Becker han presentado el estreno mundial en el Festival de Le dernier voyage de Paul W.R. La desaparición del único astronauta capaz de salvar el planeta Tierra es el punto de partida de esta cinta de ciencia ficción que cuenta entre sus filas con el veterano Jean Reno. Según palabras de Quirot: "La película es una reflexión sobre la niñez y cómo un niño ve el mundo. Como en El principito, la manera de mirar de un niño es diferente", en un film que también tiene oculto un mensaje ecológico de querer salvar el planeta. A continuación, Just Philippot, director de La nuée (La nube), ha hablado sobre las claves y referencias de este drama de terror tan peculiar, donde una plaga de saltamontes se convierte en la protagonista. Para salvar su granja de la quiebra, una madre soltera cría saltamontes comestibles. Desarrolla un extraño vínculo obsesivo con ellos que la llevará a enfrentarse a los campesinos de la región y a sus propios hijos, que ya no la reconocen. El film del joven francés se presenta con una gran expectación entre los fans del género fantástico.
Los últimos en hablar de plagas y obsesiones con los insectos en la jornada de hoy han sido el director y la actriz protagonista de Mosquito State, la cinta polaca de Filip Jan Rymsza con Charlotte Vega de protagonista. En esta ópera prima que se mueve entre el drama y el terror con tintes de Cronenberg, un obsesivo analista de datos de Wall Street encuentra patrones similares entre sus modelos informáticos y los mosquitos de su apartamento. Ante los medios acreditados, Filip Jan Rymsza ha hablado sobre los orígenes y las motivaciones de este personal debut en el largometraje: "La concebí como una parábola. Al principio quería que fuera realista, pero durante el proceso empezó a coger forma de parábola o fábula; una especie de realismo mágico".