Título original: A perfect enemy Año: 2020 Nacionalidad: España Duración: 88 min. Género: Drama, Suspense Director: Kike Maíllo Guión: Cristina Clemente, Fernando Navarro y Kike Maíllo Reparto: Tomasz Kot, Athena Strates, Marta Nieto y Dominique Pinon
Sinopsis
Un arquitecto de renombre pierde su vuelo al dirigirse al aeropuerto...
Valoración
Lo mejor: la casi arrogante elegancia que destila cada plano convierte la experiencia en un fantástico ejemplo de cuán puede encandilar el apartado audiovisual sin precisar de grandes alardes argumentales (sin desmerecer dicho aspecto), adaptándose libremente (si bien es cierto que se mantienen los elementos básicos no lo es menos que muchos se remodelan a criterio del director) la novela homónima de Amélie Nothomb; el cúmulo de simbolismos plasmados maravillan por su funcionalidad (la maqueta del aeropuerto es una auténtica delicia que brinda tanta información como la historia misma), dejando boquiabierto al espectador en no pocos momentos secundado por un reparto principal que borda su cometido (los intérpretes transmiten con naturalidad cada matiz de los complejos personajes a los que encarnan); la pretenciosidad tornada obra de arte en la que se traduce el metraje, rindiéndose un sentido tributo al popularmente desconocido pero indudablemente genial poema de Charles Chaplin titulado “cuando me amé de verdad” (con su órdago a conceptos tan humanos y poderosos como la autenticidad, la autoestima, la humildad, la madurez, la plenitud y la simplicidad) de forma eternamente plausible.
Lo peor: la narrativa (subdividida en tres fragmentos circunscritos en la repulsión, el terror y el amor, o al menos así lo asegura quien los relata) se percibe un tanto sosegada en determinados compases (especialmente en aquellos que se repiten sucesos desde diferentes perspectivas), pecando de nula libertad de lectura propia al explicarse absolutamente todo sin necesidad de ello; la retahíla de conversaciones exteriorizadas (las interiores sí logran remover conciencias e incluso algo más la acción que precipita el resto de acontecimientos) llega a saturar en cuanto a contenido filosófico se refiere, antojándose una gratuita saturación de tesis existenciales que no surte efecto alguno debido a la superficialidad con la que se exponen; el desenlace es cuanto menos previsible (todo buen amante de este tipo de propuestas centradas en los entresijos de la mente humana que se precie lo intuirá antes del ecuador), siendo el recurso que durante toda la película se emplea uno evidente e inmediatamente identificable para cinéfilos (concretamente al vincularlo con cierta cinta coprotagonizada por Bruce Willis que lanzó fugazmente al estrellato a Haley Osment) que sin duda dilapida cualquier atisbo de asombro final.
Daniel Espinosa
Save yourselves! (Alex Huston y Eleanor Wilson, 2020)
Ficha técnica
Título original: Save yourselves! Año: 2020 Nacionalidad: EEUU Duración: 92 min. Género: Comedia, Suspense Director: Alex Huston y Eleanor Wilson Guión: Alex Huston y Eleanor Wilson Reparto: Sunita Mani, John Reynolds, Amy Sedaris, John Early, Jo Firestone, Ben Sinclair, Sean Bree, Johanna Day y Gary Richardson
Sinopsis
Una joven pareja decide mudarse al norte del estado para desconectar de sus adicciones (teléfonos móviles) y reconectar con ellos mismos...
Valoración
Lo mejor: la crítica a la alarmante adicción a la tecnología (especialmente tanto a los teléfonos móviles como a los asistentes inteligentes tipo Alexa, Google y Siri, por enumerar algunos citados expresamente en el metraje) que padece la sociedad se plasma certeramente, invitando a cuestionarse cuán dañina puede ser para la colectividad e individualidad semejante dependencia; el ejercicio de recordar una fecha tan señalada como la del descubrimiento de la penicilina es plausible, tanto como proponer un retiro espiritual durante una semana a modo de radical desconexión (el principal problema de ello reside en que ni los propios protagonistas lo respetan); la idea del trabajo a distancia se puede considerar algo revolucionario, ya que en solo un año ha cambiado tanto la situación mundial que actualmente es una alternativa recomendablen sino obligatoria (en la película de hecho es la común) cuando antes era poco menos que una futurista quimera.
Lo peor: la secuencia de mensajes de voz que sirve para exponer gran parte de la narrativa es redundante e irritante, al igual que ocurre con la parsimonia decisoria de una pareja cuya química brilla por su ausencia (es complicado encontrar trabajos en los que dos actores gocen de tan poca compenetración interpretativa); la inmensa mayoría de debates ni siquiera se tratan en profundidad (existenciales sobre dinosaurios, concienciadores sobre reciclaje, reminiscentes sobre regalos...), restando la sensación de que todo es tan trivial e inconcluso como los conceptos “retroceso de fase” y “confinamiento perimetral” que imperan en el presente; el final está tan desaprovechado (tanto la aparición del bebé como la fugacidad de las cápsulas) como el simulacro de emergencia practicado para optimizar el tiempo en caso de tener que huir de cierto emplazamiento de unas criaturas (la inspiración en Critters es muy evidente) sin rostro tan entrañables como peligrosas.
Daniel Espinosa
Vicious fun
(Cody Calahan, 2020)
Ficha técnica
Título original: Vicious fun Año: 2020 Nacionalidad: Canadá Duración: 96 min. Género: Comedia, Suspense Director: Julius Berg Guión: Cody Calahan y James Villeneuve Reparto: Evan Marsh, Amber Goldfarb, Ari Millen, Julian Richings, Robert Maillet, Sean Baek, David Koechner, Alex Steele, Kristopher Bowman, Mark Gibson, John Fray, Joe Bostick y Kameron Louangxay
Sinopsis
Un mordaz crítico de cine especializado en terror se encuentra en medio de una terapia para asesinos en la que deberá mimetizarse...
Valoración
Lo mejor: la estética ochentera (desde sintonías hasta vestuario, no siendo muchos los momentos en los que se recurre a ella para tal cometido pero sí en aquellos compases que la requieren) transporta al espectador a dicha época, sugestionándole para que se mimetice con ella no solo para disfrutarla sino para recuperarla; el juego de cámaras de algunas secuencias es glorioso, recogiendo el arsenal armamentístico (palos, agujas, cuchillos, intestinos, clavos, machetes, lápices, mesas, bisturíes, hachas...) del que se valen los villanos para acabar con sus víctimas de una manera metódica e inteligente; el personaje del (supuesto) contable es memorable (al contrario que el del aspirante a redactor de terror de éxito protagonista al solo proponer como idea interesante la opción del taxista fratricida), estando a la altura de extravagantes mitos del celuloide cuyo empatía es inmediata.
Lo peor: la terapia de asesinos en serie sobre la que pivota el guión no termina de convencer, tratándose de una reunión clandestina de psicópatas que pretenden rehabilitarse sin, no obstante, ninguna intención tangible de hacerlo (los hechos no corroboran lo más mínimo la lógica de los sueños a la que se hace referencia explícita); la serie de consejos sobre el respeto del libre albedrío se antoja un tanto absurdo, más si cabe que la mayoría de sucesos que tienen lugar transcurrida la media hora de metraje (a partir de entonces la cordura argumental desaparece en virtud de una acción que exprime las limitaciones presupuestarias de la obra); la sobreactuación del reparto desesperará a más de uno, y es que el humor natural (que aquí brilla por su ausencia) es funcional pero el forzado en absoluto, al menos para todo buen amante del séptimo arte vocacional e inconformista.
Daniel Espinosa
Sitges Film Festival 2020 Resúmen del día 10 (17/10)
Esta vez, Lynch no se ha sentado en su despacho habitual para hacer la previsión meteorológica que inició durante el confinamiento, sino que ha abierto la caja que contenía el Gran Premio Honorífico de Sitges 2020. Un momento emotivo que quedará para siempre en el recuerdo.
El cineasta norteamericano encarna la figura de artista total, con múltiples facetas dentro del mundo cinematográfico (director, guionista, productor o actor) y en otras artes como la pintura, la música, el diseño, la fotografía o la publicidad. Desde Eraserhead (1977) hasta Twin Peaks: The return (2017), sus trabajos invitan a un viaje por los sueños, el surrealismo, los miedos y las obsesiones humanas. The elephant man (1980), cinta que clausura Sitges 2020 celebrando el 40º aniversario con su remasterización en 4K; Dune (1984); Blue velvet (1986), ganadora del Festival en 1986; Wild at heart (1990); Lost highway (1997); The straight story (1999); Mulholland drive (2001) o Inland empire (2006), conforman una cinematografía magistral que ya se ha homenajeado.