Título original: I see you Año: 2019 Nacionalidad: EEUU Duración: 91 min. Género: Drama, Suspense Director: Adam Randall Guión: Devon Graye Reparto: Helen Hunt, Jon Tenney, Judah Lewis, Owen Teague, Libe Barer, Gregory Williams, Allison King, Erika Alexander, Jennifer Grace, Adam Kern, Riley Caya, Sam Trammell, Nicole Forester y John Neberg
Sinopsis
Un detective comienza a experimentar en su propia casa sucesos paranormales mientras trata de averiguar el paradero de un niño de diez años que ha desparecido en el pequeño pueblo en la que reside...
Valoración
Lo mejor: el desconcierto se apodera del público sin remedio merced a un guión que, lejos de nutrirse de tópicos del género (si bien se perciben reminiscencias de la fantástica Big bad wolves de un modo mucho más amable), reinventa el concepto del dramatismo familiar hasta percibirse novedoso; el giro argumental del ecuador (casi con precisión de cirujano) en adelante es sencillamente sublime, dotando de racionalidad a aquello que hasta entonces se había presentado como sobrenatural; el sensacional ritmo que impera en la cinta (no se le consiente ni un segundo de respiro al respetable salvo aquellos impases de falsa calma) no debe ser sino abalado, y es que mantener en sumo vilo la duración íntegra del metraje es prácticamente inaudito.
Lo peor: la nula asunción de cierto hecho presuntamente casual (no se especificará más para no revelar nada pero proviene de las alturas) que precipita un fatal desenlace para la mayoría de los personajes, no resultando imposible pero sí casi quimérico; la perversidad que reside en la intríngulis narrativa es sumamente hiriente, llegando a provocar de buen seguro repulsión en aquellos estómagos más sensibles pese a no mostrarse explícitamente (tal vez sea precisamente porque siempre se logra más efecto insinuando que mostrando); la certeza de que la producción no gozará del recorrido que merece, sí consiguiéndolo otras de menor calidad pero más comerciales, pues por todos es sabido que el refrán “valeroso caballero es don dinero” es eternamente axiomático.
Daniel Espinosa
Le daim (Quentin Dupieux, 2019)
Ficha técnica
Título original: Le Daim Año: 2019 Nacionalidad: Francia Duración: 73 min. Género: Comedia, Fantástico Director: Quentin Dupieux Guión: Quentin Dupieux Reparto: Jean Dujardin, Adèle Haenel, Albert Delpy, Coralie Russier, Laurent Nicolas, Pierre Gommé, Panayotis Pascot, Franck Lebreton, Stéphane Jobert, Marie Bunel, Youssef Hajdi, Maryne Cayon, Thomas Blanchard, Maxim Driesen, Rio Vega, David Sztankeste y Julia Faure
Sinopsis
La obsesión de un hombre recién divorciado con una chaqueta de ante le lleva a gastarse sus ahorros e incluso hacer algunas cosas peores...
Valoración
Lo mejor: el posicionamiento de la cámara en algunas secuencias (como la del asiento izquierdo trasero del vehículo mostrando el horizonte o la del espejo enfatizando la crítica a la despersonalización a la que se alude) es primorosa, traduciéndose en un alarde de dominio del medio por parte de un director distintivo donde los haya (en todas las vertientes del término) que vuelve a utilizar el (des)enfoque de los objetos para bipolarizar las imágenes a pesar de no percibirse tan locuaz como en otras incursiones; el suspense generado por las melodías (por tildar de alguna manera a los sonidos que se reproducen) es meritorio, entendiendo como tal conseguir dicho efecto mediante un minimalismo propio del cine independiente al que de hecho pertenece la presente producción; la pretensión de rehuir de simbolismos basándose en ellos es certeramente desconcertante, siendo esta y no otra la sensación principal que se ansío con notable ahínco en un complejo e interesante ejercicio de profundo metacine.
Lo peor: la absurda (adjetivo cómo no aplicable a la cinta misma) promesa del inicio (más allá de un ruinoso protagonista que se cree sus propias mentiras autoproclamándose justiciero anónimo) es una declaración de intenciones (hasta sobrepasado el ecuador encubierta) que se prolonga los algo más de setenta minutos de película, duración tan escueta como los argumentos racionales (subjetivos y de otras índoles los hay en abundancia) existentes para recomendar su visionado; la prenda de vestir sobre la que pivota la trama (fabricada en territorio italiano con material natural escrupulosamente cuidado) es la única premisa para justificar un desarrollo repleto de disparates, requiriéndose una apertura de mente tan mayúscula como la creatividad del autor para disfrutar como se merece tan genuina pieza; el ritmo narrativo es sumamente pausado, lo cual (sumado a las peculiaridades que uno ya presupone de cualquier obra del realizador) solo agradará a aquellos paladares más ávidos de excentricidades.
Daniel Espinosa
Little monsters (Abe Forsythe, 2019)
Ficha técnica
Título original: Litle monsters Año: 2021 Nacionalidad: Australia Duración: 89 min. Género: Comedia, Terror Director: Abe Forsythe Guión: Abe Forsythe Reparto: Lupita Nyongo, Alexander England, Josh Gad, Nadia Townsend, Stephen Peacocke, Rahel Romahn, Kat Stewart, Henry Nixon, Saskia Burmeister, Marshall Napier, Felix Willia y Kristy Brooks
Sinopsis
Un músico fracasado se une a una profesora infantil para intentar proteger a los pequeños escolares de un repentino brote de zombies...
Valoración
Lo mejor: el componente didáctico que deja entrever la metodología de la profesora debería patentarse oficialmente, enfatizándose en la actividad extraescolar en el campamento que origina los catastróficos acontecimientos de entretenido e incierto carácter (se suceden las transiciones del extremadamente infantil al puramente gore) en los que las melodías se postulan como solución universal a todos los problemas; la belleza natural de la (co)protagonista solo es equiparable a su innato talento interpretativo, eclipsando por completo al resto del elenco (valga añadir que tampoco es difícil atendiendo a los ridículos personajes que encarnan a pesar de que alguno se esfuerza en disimularlo) en su papel de improvisada e implacable heroína; la defensa a ultranza del género musical debe aplaudirse sin condiciones, aunque la inmensa mayoría de la letra de los temas elegidos no cuenten parte de la historia (se limitan a narrar ciertas situaciones más triviales que trascendentales) obligando al espectador a leer los subtítulos (las canciones se plasman en inglés) en un ejercicio de comprensión complementaria que contribuye a mantener la atención.
Lo peor: la trama en sí es poco menos que patética (en especial aquellas secuencias que homenajean a títulos clásicos como Bonnie & Clyde con la huida en tractor, Star wars con el cierre de puertas agrícolas o el sinfín de cintas en las que un recinto de experimentación gubernamental es el epicentro de una pandemia), mas que la tranquilidad prime en una situación tan peligrosa como la detallada es inverosímil e irracional; la constante ofensiva a absolutamente todo el mundo que desfila por la pantalla (con los consiguientes tópicos sociales a sectores popularmente marginados) es totalmente prescindible, al igual que una apertura (entendiendo como tal los primeros treinta minutos en los que abundan los vocablos malsonantes) que invita abandonar prematuramente el visionado perdiéndose; la sobreactuación como recurso cómico no agradará a muchos (entre ellos un servidor), sorprendiendo tanto que se siga pensando que puede funcionar como el hecho de que el maquillaje de los zombies (crudamente retratados al inicio pero precipitadamente humanizados al final) luzca excelso o indignante según el caso concreto que se analice.
