Título original: El cuco Año: 2023 Nacionalidad: España Duración: 94 min. Género: Drama, Suspense Director: Mar Targarona Guión: Alfred Pérez y Roger Danès Reparto: Belén Cuesta, Jorge Suquet, Hildegard Schoerdter, Rainer Reiners, Chacha Huang, Manuel Dueso, David Selvas y Marina Gatell
Sinopsis
Una pareja decide pasar una vacaciones diferentes para desconectar...
Valoración
Lo mejor: la plasmación de una cita (“ni la muerte ni la ansiedad pueden producir la insoportable desesperación que resulta de perder la propia identidad”) del maestro literario de las paradojas cósmicas H.P. Lovecraft al inicio del filme denota la fantástica (en el sentido tanto figurado como literal) tónica argumental respetada, aunando varios géneros (prima el thriller pero tienen cabido otros como el drama con situaciones delicadas o el cómico con humor negro) con rotundo éxito a ritmo de música clásica o alternativa (en la fusión de ambos estilos casi opuestos reside el impacto sonoro) según el momento concreto analizado; el intercambio temporal de casas (en la ficticia página Hygge House) despierta infinita curiosidad por lo novedoso e interesante que se antoja, elevando a otro nivel el ya característico método abanderado por populares compañías como Airbnb para estremecer con unos huéspedes (la excentricidad es exagerada para obedecer a ciertas creencias oscuras) cuya ansia de experimentar la vida ajena (el fin último de este tipo de gestiones al cederse también los bienes materiales) cobra tintes paranoicos e insanos; el sistema narrativo (con capítulos divisores a partir de unas normas de oro que a la postre hielan la sangre por la exactitud con la que se consuman) funciona a las mil maravillas (soslayando el abuso de desnudos parciales femeninos o la escasa fidelidad en la recreación de hogares internacionales), avanzando la trama con la precisión de un cirujano para tornar la velada cinéfila en una de las más desconcertantes e intrigantes de la temporada (de procedencia mundial) sin discusiones.
Lo peor: la relación furtiva (en contraposición a la monotonía que representa el matrimonio protagonista evidenciándose que madurez e infantilidad no casan) que se (des)dibuja se percibe completamente gratuita, con un objetivo conflictivo tan latente como la repercusión de los elementos (relojes, espejos o pastillas entre ellos) en los que el espectador debe centrar su atención plasmándose en primer plano explícita e innecesariamente menospreciando como consecuencia la capacidad del mismo; la cantidad de errores lógicos observables (desde asistir a un parto sin mascarilla quirúrgica hasta exteriorizar verbalmente los pensamientos en soledad) desvirtúan el realismo que se trata de infundir a la obra, decepcionando asimismo la decisión de recurrir a la aborrecible repartición de roles domésticos para enfatizar el simbolismo del título (cabe recordar que el cuco es un pájaro parásito) con una historia en la que las ideas originales en el ámbito sentimental brilla por su ausencia; la obvia (e incluso textual atendiendo a la publicidad promocional) reminiscencia a La semilla del diablo (valga aclarar que aunque la intríngulis sea prácticamente idéntica la metodología difiere ostensiblemente) perjudica severamente a la presente, pudiéndose intuir (tal vez no plenamente pero sí en esencia) antes del visionado el devenir de una cinta que en absoluto merece críticas negativas al respecto al convertirse en un excelente homenaje en el que los conceptos multiculturales (el síndrome de Capgras, el carnaval de Fasnacht, la hormona oxitocina, los símbolos rúnicos...) abundan para beneplácito de mentes ávidas de ampliar conocimientos.
Daniel Espinosa
Yannick (Quentin Dupieux, 2024)
Ficha técnica
Título original: Yannick Año: 2024 Nacionalidad: Francia Duración: 64 min. Género: Comedia, Fantástico Director: Quentin Dupieux Guión: Quentin Dupieux Reparto: Raphael Quenard, Blanche Gardin, Pio Marmai y Sebas Cha
Sinopsis
Un espectador interrumpe una obra teatral para mostrar su desilusión...
Valoración
Lo mejor: la habilidad del autor para abandonar (al menos parcialmente) sus características excentricidades narrativas en aras de presentar un mediometraje (contenida duración que ejemplifica la mesura adoptada para la ocasión) es plausible, consolidándose como un referente del absurdo también desde una vertiente mucho más realista; el concienciador mensaje para invitar a reflexionar sobre cuestiones aparentemente nimias pero a la postre relevantes resulta fantástico (el género en el que mejor se englobaría la cinta pese a parecer lo contrario), patentando una especie de metaarte en el que las metafóricas ocurrencias debidamente desarrolladas abundan; el monólogo del vigilante nocturno reconvertido en espontáneo crítico merece cuantiosos elogios, demandando el entretenimiento por el que ha pagado con pasmosa sinceridad a modo de detracción del director.
Lo peor: la retahíla de paradójicas afirmaciones (como que el amarillo es el color de quienes padecen infidelidades) se antoja tan insustancial como la parsimonia escritural del protagonista al urdir su errática e intolerable obra, percibiéndose desidia en el discurso que sirve de telón de fondo; el sosegado ritmo que impera (dos minutos para plasmar el título son excesivos cuando el total apenas sobrepasa sesenta) llega a irritar al más paciente, repitiéndose ciertas ideas (algunas explícitas como el “no puede ser” del inicio que se pronuncia decenas de veces) sin fundamento ni propósito; la empatía con el público recuerda a la del maravilloso programa televisivo catalán (revisionado en español como El paisano por Pablo Chiapella) El foraster de Quim Masferrer, traduciéndose en un rotundo negativismo al darse a partir de un burdo sabotaje derivado en comunitario secuestro presión verbal mediante.