Título original: Bloodsucking bastards
Año: 2015
Nacionalidad: EEUU
Duración: 82 min.
Género: Comedia, Terror
Director: Brian James
Guión:Ryan Mitts
Reparto: Fran Kranz, Pedro Pascal, Emma Fitzpatrick, Joel Murray, Yvette Yates, Joey Kern, Patricia Rae, Parvesh Cheena, Zabeth Russell, Neil Garguilo, Kyran Danaher, Marshall Givens, Justin Ware y Sean Cowhig
Sinopsis
Un empleado, obediente y sobrecargado de trabajo, va a descubrir un secreto que pondrá tanto su vida como la de sus compañeros en peligro.
Valoración
Lo mejor: el innovador estilo de administración empresarial que en la película se propone, un nuevo paradigma de gestión basado en el vampirismo como modelo de trabajo al cambiar la personalidad de los empleados muy positivamente; la frase del prólogo, “esta es la cosa más asquerosa que he visto”, situada dos días después del propio comienzo de la historia y a la que se llega a falta de cuatro minutos del término de la misma, anticipadora del romántico e impactante desenlace que le depara al protagonista, un bondadoso aspirante a gerente de ventas al que su ambicioso némesis había arrebatado hasta entonces tanto sueños como amores; la retahíla de comentarios, pese a ser ofensivos al aludir al machismo o racismo, amenizan una velada en la que la escasez de medios no supone un excesivo problema, aunque sí su precariedad.
Lo peor: el tema tecnológico de Anton Sanko que acompaña a los créditos iniciales, no por la pieza en sí misma sino porque promete al espectador un desenfrenado ritmo fílmico que solamente encuentra en el último tercio de la cinta; el irrisorio arsenal de improvisadas armas del que se abastecen los supervivientes una vez las primeras explosiones de sangre, literales al resolverse de tal modo múltiples muertes de los chupasangre, han acontecido; el cúmulo de personalidades ciertamente aprovechables e infinitamente desperdiciadas, desde la jefa de recursos humanos cuyo corte de pelo la hace confundir con un hombre de no ser por su indiscutible atractivo físico hasta el vigilante de seguridad cuya adicción a las bebidas energéticas para permanecer en alerta máxima dota de gran agilidad mental, gozando la mayoría de gran carisma.
Daniel Espinosa
El cadáver de Anna Fritz
(Héctor Hernández, 2015)
Ficha técnica
Título original: El cadáver de Anna Fritz
Año: 2015
Nacionalidad: España
Duración: 69 min.
Género: Drama, Suspense
Director: Héctor Hernández
Guión:Héctor Hernández e Isaac Creus
Reparto: Yael Grobglas, Yon Tumarkin, Danielle Jadelyn y Dibi Yosef
Sinopsis
Una joven y famosa actriz de cine es hallada muerta en la suite de un hotel; un celador del hospital al que ha sido trasladado el cadáver entra en el depósito y, observándola, se plantea ceder ante sus instintos...
Valoración
Lo mejor: el infierno al que se precipitan tres indeseables jóvenes que, contra toda moralidad y decencia, dejan volar sus deseos más deplorables cual animal que abusa de su indefensa presa profanando el cuerpo teóricamente sin vida de una bella celebridad, resulta tan espantoso como magnético aunque la acentuada decisión la provoque el consumo de substancias nocivas y las consecuencias sean poco menos que disparatadas, un propulsor sobradamente recurrido y una serie de giros argumentales poco sorprendentes; el elenco es, posiblemente, uno de los mejores aspectos destacables, mas atendiendo a que son solamente cuatro los intérpretes es sin duda un mérito en toda regla; la duración, sesenta y nueve minutos, posiblemente no tenga connotaciones pretendidas pero sin duda está en sintonía con la intríngulis fílmica, ajustándose a una historia que da todo de sí cuando apenas se alcanza el ecuador, pudiendo haber sido perfecta y preferiblemente un cortometraje.
Lo peor: el fenómeno de masas en el que se ha convertido el trabajo en el sudeste asiático no beneficia lo más mínimo a la recaudación dineraria, aunque sí a la popular, al fin y al cabo el objetivo primordial de cualquier obra más allá de encontrar un mercado virtual en el que triunfar sin beneficios metálicos, pues los responsables pueden presumir sin lucrarse debidamente de más de seis millones de visionados ilegales en dicho territorio según afirman fuentes fiables; la opresiva oscuridad con la que es narrada la trama, introduciéndose pinceladas de un humor negro un tanto despreocupado, puede causar serias secuelas y, por ende, cabe advertir manifiestamente que la producción no está concebida para paladares mundanos; la certeza de que la película jamás contará con la difusión de la que otras gozan por el simple hecho de provenir del conteniente americano y que sea más accesible en la red que en la cartelera suscita, cuanto menos, una sensación de banal comercialidad en la consecución profesional dentro del marco del séptimo arte mundial, pese a que la ocasión tampoco merece un ensalzamiento excesivo amén de la valía y la valentía del autor mallorquín en ésta su ópera prima al tratar una temática tan controvertida como la necrofilia con tanta naturalidad como con la que actúa el cuarteto protagonista, dispar e independentista.
Daniel Espinosa
Generación Z
(Steve Barker, 2015)
Ficha técnica
Título original: Generation Z
Año: 2015
Nacionalidad: Reino Unido
Duración: 83 min.
Género: Suspense, Terror
Director: Steve Barker
Guión: Paul Gerstenberger
Reparto: Dougray Scott, Jessica Gouw, Martin Cann, Claire Goose, Elen Rhys, Jassa Ahluwalia, Sam Douglas, Robert Firth y Manuela Maletta
Sinopsis
Tras haber conseguido salir victoriosa de un apocalipsis zombie, la civilización propone a los más adinerados un lugar donde las personas pueden divertirse viviendo una aventura y pudiendo matar no muertos; sin embargo, una fuga provoca de nuevo el pánico y una alarma mundial.
Valoración
Lo mejor: el entretenimiento que supone una película en la que incluso las bajas, numerosas como no podía ser de otra manera, resultan celebrables, y es que ningún personaje despierta la suficiente empatía como para extrañarlo, lo cual no implica ningún negativismo para la ocasión ya que los tres tipos de víctimas, clientes, trabajadores y activistas no son tales sino los refugiados restantes en la zona; la poca pretensión de una cinta que no evoca al terror inteligente sino al eficiente con los preámbulos justos, divirtiendo igual o más que otra de la misma familia y casi idéntico título, Guerra mundial Z, mas atendiendo a que los presupuestos de ambas son antagonistas, el resultado no dista en demasía y el mérito es mayor en referencia a la presente; la renuncia a una narración en primera persona, insinuada en un inicio, se agradece enormemente, plasmándose la visión pionera de estimulación económica que acompaña a la superación del trauma bélico que alberga la protagonista más livianamente, con una estética muy cuidada culminada en un épico final y se ha valorado, por ende, tan congratulantes matices.
Lo peor: la escasa capacidad para articular los asuntos, actuales e interesantes, por parte de unos responsables que definen su producto, sin ningún tipo de tapujo subyacente ni humildad aparente, como un Parque Jurásico con zombies, guardando sin duda relación ambas en el contexto situacional pero defiriendo enormemente en cuanto a impacto visual y análisis psicosocial se refiere; la idea primigenia de poder disfrutar de una ciudad de vacaciones plagada de seres errantes cual safari de lujo para furiosos cobardes ávidos de blancos fáciles, causantes de una cruel pandemia global diez años atrás que aniquiló a dos mil millones de personas, es cuanto menos curiosa, pero no es menos cierto que lo que depara posteriormente al espectador es un cúmulo de tópicos que ninguna sorpresa contrae; el ritmo, propiamente televisivo, resta enteros a la propuesta que, por el contrario, aprovecha el desencadenante común de un fallo en el sistema informático de seguridad en las instalaciones del gran paraíso isleño magníficamente.