Día 6 (Sitges Film Festival 2010) 21-11-2024 10:00 (UTC)
   
 

Exam
(Stuart Hazeldine, 2009)


Exam




Ficha técnica


Título original:
Exam
Año:
2009
País:
EEUU
Duración:
101 min.
Género:
Drama, Suspense
Director:
Stuart Hazeldine
Guión:
Stuart Hazeldine y Simon Garrity
Reparto:
Colin Salmon, Chris Carey, John Lloyd, Gemma Chan, Adar Beck, Pollyanna Intosh, Luke Mably, Jimi Mistry, Nathalie Cox y Chuk Iwuji


Sinopsis


Ocho candidatos han alcanzado la fase final de selección para entrar a formar parte de una misteriosa y poderosa empresa; entran en un cuarto sin ventanas, y el encargado de la prueba les da ochenta minutos para responder a una pregunta, pero cuando cada uno de ellos da la vuelta a su papel en busca de la misma solamente halla una hoja en blanco.



Crítica


Exam
es uno de esos títulos que consiguen llamar la atención con poco que se explique de él, pues la misteriosa sinopsis que abre infinidad de posibilidades y la cierta similitud con grandes películas como la extraña Cube o la maravillosa El Método hacen de la cinta una interesante propuesta bebedora directamente de la muy explotada saga Saw (por aquello de la claustrofobia máxima y poner en situaciones límite a los protagonistas), siendo la referencia más próxima la correcta Mentes en blanco, ya que ambas presentan a varios personajes relacionados por un objetivo común y los responsables juegan con las posibilidades que ello implica exprimiéndolas por completo; sin embargo, el hecho de situar la historia en una sociedad sumida en una cruel pandemia cuyos infectados precisan de curaciones periódicas para sobrevivir según comentan las personalidades que aparecen en pantalla (al igual que sucede con la empresa organizadora de tan rocambolesca prueba laboral permanece en todo momento presente pero desde una perspectiva meramenta dialectal y no visual al no plasmarse explícitamente) la hace especial e imprescindible debido al trasfondo social que alberga, tan alavable como excesivamente desvirtuado en aras de dotarla de más intriga y al mismo tiempo viscerales genialidades realmente sorprendentes.

Ocho desconocidos, cuyos verdaderos nombres e identidades no son revelados en ningún momento, se presentan a la últuma fase de una presumiblemente dificultosa a la par que longeva prueba (solamente se recoge ésta pero se menciona el meticuloso proceso de selección en varias ocasiones) para conseguir un puesto de trabajo también de misteriosa índole, del que sólo se sabe se dedica a la evolución medicinal que erradicará el virus que está asolando el plantea; ochenta minutos, un folio en blanco para cada uno de ellos y tres estrictas reglas a cumplir si ninguno de ellos desea ser eliminado (no dañar los respectivos folios, no comunicarse con la organización y no abandonar la sala) marcan los cónones con el objetivo de contestar a una pregunta, aunque el verdadero reto será resolver el enigma que oculta la revelación de dicha cuestión (en síntesis éste es el argumento de la película, pero tras él se esconde una compleja estructura de ideas y una producción inteligente que no merece la pena desgranar para no destriparla).

Un solo escenario (la opresiva sala en la que desde el principio hasta el final sucede todo interactuando con los candidatos a medida que los mismos van actuando para tratar de descubrir qué deben hacer), ocho personajes desconfiados (a los que hay que sumar la fugaz aparición inicial del instructor, Colin Salmon, y la constante pero finalmente trascendental presencia del impávido agente de seguridad, Chris Carey) y constantes diálogos en colaboración para tratar de ser elegidos son los tres únicos elementos con los que cuenta la cinta; pero es que este trío no da para poco ni mucho menos, y aunque el principio del filme es algo lento y tosco presentando uno a uno a los ochos candidatos, la intensidad de la trama va creciendo al igual que el interés que suscita a medida que avanza hasta llegar a un final algo descafeinado y posiblemente desaprovechado (poco convincente después de comprobar las genialidades que van produciéndose a lo largo de la historia e incluso divino, un alegato más para catalogarla como una producción de culto).

El guiño que se hace a Resorvior Dogs, nada pretencioso sino oportuno, se antoja divertido y a la vez sublime, ya que el no tener que asociar nombres a tan elevado número de personajes es de agradecer; así al Candidato Número 1 (un espectacular John Lloyd, que a pesar de su escasa labor interpretativa es el mejor del metraje de largo y una de las claves del mismo) lo llaman “Sordo”, el Candidato Número 2 (Gemma Chan) no está el tiempo necesario en el habitáculo como para recibir mote alguno, al Candidato Número 3 (Adar Beck) “Castaña”, al Candidato Número 4 (Pollyanna Intosh) “Morena”, al Candidato Número 5 (Luke Mably, sobre el que recae todo el protagonismo, siendo el que toma la iniciativa en cada estrategia para hallar pistas que los conduzcan hacia la revelación de la ansiada cuestión a responder) “Blanco”, al Candidato Número 6 (Jimi Mistry) “Árabe”, al Candidato Número 7 (Nathalie Cox, una de las pocas personas que lograrán permanecer en la sala hasta el final y descifrar el enigma) “Rubia” y al Candidato Número 8 (Chuk Iwuji, que interpreta a un banal empedernido religioso) “Negro”, cada uno de estos apodos están fundamentados, obviamente, en la características físicas y los prejuicios que pueden susctitar sus apariencas, siendo “Blanco”, el más irritable y egoísta catalogador.

Exam no conviene que visionarla como otra cinta de terror psicológico que apenas se desvía de los recursos y elementos típicos del género, pues está más enfocada hacia una reflexión acerca del instinto de supervivencia y de cómo cada persona afronta dicho percal de una forma totalmente diferente al de otro, amén de traducirse en una perfecta equiparación con la situación de crisis total actual aunque el examen que dá título al metraje se torne infinitamente increíble debido a las impensables acciones que se requieren para resolverlo positivamente; no hay conductas mejores que otras, pero cada uno termina teniendo su merecido, como es de menester, siendo otro punto elogiable de la película el no dejar cabos sueltos a la conclusión de la misma aunque no resulten del todo convincentes las explicaciones que se dan y de la impresión de que un final más verosímil hubiese mejorado todavía más la impresión general del filme, que a pesar de ello es mayormente buena.



Daniel Espinosa




Mutants
(David Morlet, 2009)


Mutants




Ficha técnica


Título original:
Mutants
Año:
2009
País:
Francia
Duración:
95 min.
Género:
Drama, Terror
Director:
David Morlet
Guión:
David Morlet y Louis-Paul Desanges
Reparto:
Hélène de Fougerolles, Francis Renaud, Dida Diafat, Marie Sohna, Nicolas Briançon, Luz Mandon, Driss Ramdi y Grégory Givernaud


Sinopsis


En un mundo devastado por una pandemia causada por un virus que convierte a los humanos en criaturas primitivas y sedientas de sangre, Marco y Sonia, unos de los pocos supervivientes, inician una travesía por encontrar una base secreta para escapar de estos mutantes...



Crítica


El debut del cineasta francés David Morlet se podría catalogar de notable, puesto que Mutants no es una de las cintas que se suelen visionar por placer (a no ser que se sienta especial predilección por el género zombie) y aún así probablemente gustar
á considerablemente, y no tanto por la representación cruda y visceral de los mismos (puesto que no tiene lugar hasta el punto que podría imaginarse en un principio) sino por el original enfoque que le da a la película, centrándose en una historia de pareja que se ve mermada por la irremediable mutación de la parte masculina que compone dicha relación protagonista de la trama.

La historia comienza con una brutal secuencia que a la postre será la mejor de la cinta, introduciéndonos en un mundo devastado por hordas de zombies sedientos de sangre (algo no muy original, lo sé); en esta tesitura se encuentran Sonia (una extraordinaria Hélène de Fougerolles) y Marco (un Francis Renaud que a medida que avanza la historia va perdiendo credibilidad en su interpretación), una pareja a bordo de una ambulancia (Sonia trabaja de ello)  junto con la agente Pérez (una odiable Marie-Sohna Conde, sentimiento despertado por el gran papel que realiza en lo poco que permanece con vida su personaje), una militar que pretende aprovecharse de ellos para llegar a la Base Noé, uno de los pocos sitios seguros que quedan todavía en el mundo.

Pronto comprobarán que la cosa no será nada sencilla, cuando uno de los mutantes (un autista que verdaderamente hace estremecer) infecte a Marco (aquí vuelve a relucir la teoría de que no es necesario un mordisco para contagiar, sino que basta con el contacto con la sangre) y así, los dos (la agente Pérez se queda por el camino), se disponen a alojarse en un centro abandonado, a la espera de que les vengan a rescatar (para ello intentan hacer uso de la radio, aunque no obtendrán respuesta hasta horas después para la comprensible desesperación de ambos); mientras, Marco va comenzando a transformarse en uno de los mutantes (caída del pelo, de los dientes, actos agresivos incontrolables, vómitos de sangre... escenas muy bien elaboradas e impactantes), proceso doloroso y dramático que bien padece Sonia, la cual opta finalmente por encerrarlo en el sótano del lugar, complicándose todo todavía más cuando un grupo de supervivientes llega (encabezados por Franck, un Nicolas Briançon que sobreactúa de tal forma que no resulta en absoluto creíble, y custodiado por Virgile, el siempre intimidador Dida Diafat, que protagoniza una de las escenas más impactantes y espectaculares del filme), obligando a Sonia a obedecerlos, mientras ésta oculta la existencia de su compañero sentimental; aunque al final todo sale a la luz, y entre ataques de más mutantes, deberá hacer frente al amor de su vida en aras de salvaguardar el niño que está esperando (únicamente comprensible en virtud de una poco probable nueva entrega).

La fotografía que Mutants ofrece es de una calidad extremadamente alta, respaldada por unos escenarios mejores aún, aunque el argumento es algo inferior y se vuelve a repetir lo que ya hemos visto en decenas de films de este género, virus desconocido, pareja en refugio desconocido y otros muchos elementos que no nombraré por el simple motivo de no hacer desvelar datos de relevancia en la trama (como hecho destacado para refutar la presente crítica se podría señalar que, como en tantas ocasiones anteriores, hay personas inmunes a este virus), además, los efectos de sonido son extraordinarios, de lo mejor del filme, muchos de ellos con la necesidad de ser acompañados por el apartado visual; la banda sonora también consigue sumergir al espectador en las vivencias de los protagonistas, aterrados por las innumerables presencias mutantes que invaden los alrededores (aquí cabría decir que el maquilla no termina de convencer, ya que si bien es cierto que la mayoría de criaturas sí presentan un aspecto formidable, el del protagonista no es así, restando algo de realismo a dicha pandemia) y, en cuanto el guión, empieza bien (incluso formidable), pero a medida que pasan los minutos va cayendo en picado, y aunque no llegue a estrellarse, el desarrollo es bastante lento y los actores (exceptuando a la protagonista que expresa sus emociones de acordes a cada situación) no son para nada brillantes y, en la segunda mitad, empieza la matanza y se desata el descontrol zombie, aunque no hay una gran cantidad de ellos (suceso que puede hallar su explicación en que los hechos tienen lugar en un complejo en medio de un bosque) pero sí hay más calidad (y brutalidad) que cantidad; a partir de ahí ya se tienen todos los elementos que soñaríamos de una película de este estilo, gore, zombies horripilantes y por supuesto la lucha por la supervivencia, aspectos que los amantes de este querido subgénero no podrán quejarse, ya que la película lo tiene y lo entrega en buenas dosis, con una dirección bastante solida, pero en cuanto al terreno de la innovación la cosa cambia, pues ahí habría que decir que es más de lo mismo y no aporta mucho (de hecho puede que nada).

Con todo lo expuesto, podemos concluir que Mutants probablemente sea una de las mejores película de zombies desde 28 Días Después, aunque no refiriéndonos en el sentido estricto del género en cuanto a salvajismo y fuentes de sangre (en este aspecto se asimila en exceso a la mediocre 30 días de oscuridad), sino remitiéndonos a un apartado dramático fuertemente emocional que centra sus recursos en narrar (visualmente) los cambios que va padeciendo un infectado, sin mostrarnos en cuestión de segundos un cambio radical como suele suceder en la mayoría de cintas de esta índole; es por ello que todavía cobra más importancia el aire comercial que el director da al metraje en su última media hora, ofreciéndonos una retahíla de muertes tan innecesarias como los personajes secundarios que van sucediéndose, estropeando parte (sino todo) de lo conseguido con anterioridad.



Daniel Espinosa




Tú eres el siguiente
(Adam Wingard, 2010)


Tú eres el siguiente




Ficha técnica


Título original:
You’re next
Año:
2010
Nacionalidad:
EEUU
Duración:
94 min.
Género:
Comedia, Terror
Director:
Adam Wingard
Guión:
Simon Barrett
Reparto:
Sharni Vinson, Nick Tucci, A.J.Bowen, Joe Swanberg, Margaret Laney, Rob Moran, Barbara Crampton, Simon Barrett, Ti West y Kate Lyn


Sinopsis


Un retirado matrimonio celebra su aniversario de bodas junto a sus cuatro hijos y amigos más cercanos en las afueras de la ciudad con el único propósito de pasarlo bien y ponerse al día de los asuntos familiares, pero una serie de siniestros incidentes cambiarán todas sus expectativas.



Crítica


Definida por parte de no pocos medios de comunicación como la digna sucesora generacional de Scream (osada afirmación ya de entrada), qué duda cabe que Tú eres el siguiente (título que a la postre supone el preludio de lo que depara el mismo) se ha convertido en uno de los estrenos más esperados del verano del presente año (cabe matizar dos mil trece por si el escrito es leído en otra temporada), y lo curioso es que no lo ha hecho por méritos propios (la publicidad propiamente dicha del producto apenas se ha extendido a un par de vídeos virales y algún que otro poster delatador del aspecto que los antagonistas de la historia iban a tener) sino por el énfasis de los citados canales de difusión, los cuales parecen haber pactado con los responsables del filme verter solamente opiniones favorables acerca de éste con el propósito de ser incluidas en los carteles promocionales, declinando incluir un solo punto negativo (lo cual lejos de alentar al espectador común lo ahuyentará al mostrarse reacio); como es evidente, aspectos negativos contiene la cinta, como cualquier otra, y aunque bien es cierto que las promesas aseguradas se consuman en mayor medida no llegan (ni mucho menos) a poder situarla a la altura del mito cinematográfico del género de terror del habitualmente genial Wes Craven (trabajos como Almas condenadas suponen la excepción que confirman la regla), por lo que como era de esperar no es oro todo lo que reluce (sería sumamente raro que así fuera en plena era en la que prima la repetición de predecibles obviedades por encima del riesgo por presentar novedosas ideas, si bien es cierto que algunas sí se producen y es por ello, además de por otros atractivos que se irán mencionando a lo largo de la crítica, merece la pena concederla un visionado, pues el riesgo a que se produzca una decepción es mínimo si no se posee una predisposición de excelencia) aun pudiendo ser equiparable a obras tan logradas como la magnífica Los extraños (la enorme cantidad de puntos definitorios que comparten ambas hace sospechar que ha sido tomada como patrón a seguir, aunque aquella tenía como recurso primordial el apartado sonoro y ésta m
ás el visual).

No cabe la menor duda de que Adam Wingard es un hombre de costumbres, y es que suele contar en sus películas con el mismo equipo artístico, encontrándose en este caso entre el escueto reparto actoral los mismos nombres que en sus filmes precedentes (Pop skull y A horrible way to die, premiados en el Festival Internacional de Indianápolis 2007 y el Festival de Austin 2010 respectivamente), a los que cabe sumar la incorporación (podría denominarse así al apenas variar el listado de participantes respecto a aquellas) de su compañero de profesión Ti West, responsable de cintas tan internacionalmente alabadas como The house of the devil y singularmente atrayentes como The inkeepers, quien ya había aparecido en sus propias producciones; el producto se ha fraguado entre habituales a las antologías de terror de corte independiente, género en los que se han consolidado tanto el propio responsable (uno de los veintiséis que contribuyó a conformar la irregular The abc’s of death) como el guionista, que no es otro que Simon Barrett (suya fue la pieza más impactante de la imperdible V/H/S, la primera entrega de la que se antoja una apasionante saga de pequeñas obras recopiladas a modo de tributo al horror más imaginativo), y ello se observa especialmente en la manera de exprimir cada plano, de aprovechar al máximo cada situación, de volver a demostrar cómo una corta trayectoria puede parecer dilatada si se consigue alcanzar el exquisito sentido de la dirección mostrada y cuasi patentada al alejarse de extendidos a la par que aborrecibles convencionalismos apostando por lo extremo por controvertido que pueda llegar a ser (y es) el resultado.


El ya retirado (así lo afirma la sinopsis oficial aun no llegándose a concretar la profesión de ninguno de ellos) matrimonio Davidson (Rob Moran y Barbara Crampton) se dispone a celebrar su aniversario de bodas junto a sus cuatro hijos y amigos más cercanos (una inmaculada Sharni Vinson a la cabeza, la cual hará las delicias del respetable cuando empiece a hacer justicia por mano propia cual Macaulay Culkin en Solo en casa, a la que acompañan, por destacar algunos y no mencionar a todos, un versátil Nick Tucci, un tierno A.J.Bowen, un odioso Joe Swanberg y un fugaz Ti West) por todo lo alto haciendo alarde de su inmensa fortuna y mayor sentido del gusto, decorando el gigantesco hogar que han decidido habitar para la ocasión ubicado a las afueras de la ciudad (de hecho una casa de vacaciones propia que se encuentran abierta, sospechoso incidente que sorprendentemente no les preocupa lo más mínimo) como solamente una cita tan relevante como ésta lo requiere con el único propósito de pasarlo bien y ponerse al día de los asuntos familiares; sin embargo, las discusiones iniciales (jocosas disparidades que en cualquier clan salen a la luz cuando se reúnen todos los integrantes del mismo) dejan paso a una serie de siniestros incidentes que cambiarán por completo sus expectativas, y es que cuando todo parece transcurrir acorde con lo que se espera de una reunión de parientes (con todo lo malo que ello implica) empiezan a suceder hechos extraños que trastornarán para siempre la vida de los comensales, pues un grupo de insaciables asesinos enmascarados (para más de animales, he ahí la gracia del percal al cambiar las habituales tornas de la caza) acosa a todos y cada uno de los visitantes sin piedad pero, para sorpresa de todos los implicados, mientras que el número de los enemigos va creciendo al irse desvelando traiciones varias y el de los supervivientes decrece sin pausa, la pareja de uno de los vástagos se sobrepone a cuantos ataques sufre llegando a averiguar que el interés (en este caso económico) puede despertar el lado más oscuro hasta del más impensable (as
í sucede en la confabulación final).

No es fruto de la mera casualidad que hayan tenido que transcurrir nada menos que tres años (el filme está datado de dos mil diez al ser rodado por aquel entonces) para que la cinta haya comenzado a comercializarse merced a la desmesurada sobrevaloración de la que ha gozado, pues aun plasmándose perfectamente la esencia del terror setentero (el sentido homenaje se alterna con el irrespetuoso oportunismo) y las reminiscencias a característicos recursos del gran John Carpenter sean tan constantes como inevitables (multitud de secuencias tales como los primeros planos de las sufridoras víctimas se relacionan directamente con él) no llegan a ofrecer nada nuevo que otros productos englobados en el mismo género no lo hayan hecho con anterioridad, mas el sentido cómico que insistentemente estropea la estupenda atmósfera de tensión creada evidencia más si cabe las carencias de un trabajo ya de por sí restringido en todos los sentidos (desde el presupuesto hasta la intríngulis misma); es menester aclarar que no se han analizado las interpretaciones de forma individual a lo largo del anterior párrafo (el correspondiente al resumen de la trama) porque pueden resumirse todas en aparentemente ridículas, el primer concepto debido a que la realidad dista mucho de lo que presuntamente parece (en la mejor vertiente de ello) y el segundo a que el nivel de profesionalidad de prácticamente la totalidad de los actores queda en entre dicho en momentos cruciales, instantes en los que se espera que demuestren sus dotes y sin embargo éstas parecen las propias de un principiante (más de uno tal vez lo sea), algo que como es obvio merma el encanto que delicada y elegantemente podrían haberse ganado tanto ellos como el resto de apartados técnicos, minimalistas pero sin discusi
ón alguna posible sumamente opresivos.

Tú eres el siguiente
ha sido aclamada en la última edición del Fantastic Fest celebrado en tierras texanas alzándose con hasta cuatro premios (los de Mejor Fotografía, Mejor Director, Mejor Guión y Mejor Actriz) y ha gozado de una envidiable acogida allá donde ha sido proyectada, pero si de veras recompensa dedicar algo más de una hora y media de la corta existencia de la que disfruta el ser humano a un ejercicio que se reduce a defender aquel célebre dicho de que el cazador puede ser cazado es una cuestión puramente subjetiva, pues el plano objetivo debe limitarse exclusivamente a recalcar que las deducciones no abundan en ella (los constantes giros argumentales la hacen muy dinámica pero también irregular) y la visceralidad cobra tintes estratosféricos una vez superado el ecuador de la misma cuando ya han sido presentados los personajes y empieza la verdadera trama adyacente a una velada que se presumía apacible, limitados reclamos que para algunos serán más que suficientes (para éstos la satisfacción alcanzará su punto más álgido en los compases finales) y para otros en absoluto; más allá de la más que extensa diversidad de opiniones que pueda llegar a suscitar la película es evidente que la contundencia de determinadas imágenes (el significado de lo que debe ser considerado explícito podría modificarse tras observarlas) no es nada común resultando por ende celebrable, ya que censuras varias se suelen suceder en las carteleras (la más llamativa de los últimos tiempos fue la de la teóricamente conclusiva Saw 3D) sin tan siquiera ofrecer la oportunidad de disfrutar (o disgustarse) con la versión completa en formato doméstico (en estos casos lo más aconsejable es adquirir la oportuna copia del extranjero mediante la siempre recurrible importación, pues en otros territorios no son tan estrictos y la permisibilidad al menos sí llega al salón de casa, como pudiera ser el caso de la brutal A serbian film, con la cual la presente se identifica en una escena muy concreta), triste realidad que por suerte (o por desgracia) no se cumple, mostrándose en todo su cruento esplendor.



Daniel Espinosa

 
 
  Menú de navegación
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  Proyectos de Cementerio de Noticias

COMPAÑÍAS ASOCIADAS Y COLABORADORAS

Algar Editorial

Cat3heory

Escape City Box

Escape Portátil

GDM Games

Mind Escape Games

SITGES

Verkami

Zacatrus!

PRODUCCIONES AUDIOVISUALES Y FÍLMICAS

Desolatium

Hades

Herederas

Shkid

Síndrome de Diego

Verano rojo

Yo también la veo

  Forma parte de Cementerio de Noticias

Cementerio de Noticias


Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis