Título original: Alien Año: 1979 Nacionalidad: EEUU Duración: 109 min. Género: Ciencia ficción, Terror Director: Ridley Scott Guión: Dan Obannon y Ronald Shusett Reparto: Sigourney Weaver, John Hurt, Yaphet Kotto, Ian Holm, Tom Skerritt, Veronica Cartwright, Helen Horton, Harry Dean y Bolaji Badejo
Sinopsis
De regreso a la Tierra una nave de carga interrumpe su viaje y despierta a sus siete tripulantes, y es que el ordenador central ha detectado la misteriosa transmisión de una forma de vida desconocida procedente de un planeta muy cercano aparentemente deshabitado...
Valoración
Lo mejor: el inicio, con la recepción del rayo acústico (una transmisión sistemática de origen desconocido) que origina la odisea espacial de una tripulación (cada uno de los siete miembros que la integran tiene su encanto) despertada de su premeditado letargo para acudir por obligaciones corporativas a la llamada (más de advertencia que de auxilio) que lleva implícita, deja entrever el intencionado afán de destrucción parásita tras infringirse las normas de cuarentena estipuladas por la división científica y revelarse una orden de prioridad total (a buen entendedor pocas palabras bastan); la astronave comercial (“Nostromo”) y, en concreto, el ordenador interactivo central (“Madre”) son, sin duda, un prodigio imaginativo (así como multitud de elementos tecnológicos propios de un visionario, tales como la apertura de escotillas o la bifurcación de rutas) para la época e incluso para la actualidad, sin importar cuándo se lea la presente crítica (como bien avalan los premios cosechados en mil novecientos setenta y nueve a los mejores efectos especiales del maestro Stan Winston en los Oscar y el Festival de San Sebastián y a la banda sonora del singular Jerry Goldsmith en los BAFTA y los Globo de oro); la igualdad de disfrute respecto a visionar la cinta en pantalla grande en una butaca de cine o hacer lo propio en otra más pequeña en el sofá de casa (salvando las obvias distancias), y es que el apartado técnico (sobre todo en relación a la evolución del terrorífico organismo formado por polisacáridos proteínicos diseñado por el suizo Hans Rudi en el que se infunde Bolaji Badejo para dar vida al xenomorfo, cada vez más hostil y portentoso, transitando desde el huevo del minuto treinta y cuatro hasta el adulto del ciento dos) es tan abrumador que incluso cuarenta años después de su lanzamiento sigue impresionando sobremanera, habiendo servido de inspiración para innumerables metrajes de muchas clases.
Lo peor: el contraste de la presentación (apareciendo paulatinamente las letras que conforman el título que ocupa) con el devenir de la trama, la una minimalista y la otra gigantesca (además de todo lo señalado en el párrafo anterior se trata de una de las primeras propulsoras de la cámara subjetiva para narrar los hechos relatados, un recurso popularizado posteriormente hasta convertirse en un fenómeno de masas y un subgénero con poso), pudiendo inducir este hecho a prematuros errores a aquellos más impacientes; la pausa del comienzo sirve para sumergir al espectador en la historia de un modo increíble pero para algunos puede resultar inadecuada al tratarse de una aventura que exige (y vaya si ofrece en la inmensa mayoría de impases) un frenesí tal que deje sin respiro al más exigente, no siendo cuestionable el interés que suscita en todo momento; la ciencia sucumbe estrepitosamente ante la ficción en aras de ofrecer un producto comercial e intenso, con elegancia pero también cinismo (la literal alusión religiosa a la pintura mural de Leonardo da Vinci “La última cena” es tan osada como portar una criatura alienígena de regreso a casa por cuestiones investigativas cuando esta ya ha demostrado su letalidad), convergiendo originalidad y previsibilidad (la búsqueda del minino es sumamente predecible a pesar de tensionar).
Daniel Espinosa
Creep 2 (Patrick Brice, 2017)
Ficha técnica
Título original: Creep 2 Año: 2017 Nacionalidad: EEUU Duración: 77 min. Género: Comedia, Suspense Director: Patrick Brice Guión: Mark Duplass y Patrick Brice Reparto: Mark Duplass, Patrick Brice, Karan Soni y Desiree Akhavan
Sinopsis
Una videoartista decide ir hasta una casa en medio del bosque para conocer a un cineasta que asegura ser un peligroso asesino en serie...
Valoración
Lo mejor: el cine independiente (teñido, valga añadir, de tintes propias de la vertiente más culta del mismo) en su versión más puritanamente atractiva en el que se traduce el muy efectivo regreso detrás de las cámaras de Patrick Brice, quien retoma su particular trilogía (pese a que hasta la fecha hayan visto la luz únicamente dos entregas se confirmó oficialmente con el lanzamiento de la primera no solo la continuación que ocupa sino una tercera) de intriga (el hipnótico e incierto devenir es genial) y humor (más negro que el carbón) con notable aceptación de crítica y público, como bien demuestra el más que merecido (no tanto por el mayúsculo éxito que supone sino por el reconocimiento que implica, nada habitual en esta clase de cintas que tanto merecen por su atrevimiento y tan poco consiguen por su promoción) premio a la mejor película logrado en el Sitges Film Festival 2017; el misterioso reclamo (“busco camarógrafo por mil dólares diarios, requiriéndose que sea honesto y valiente, mejor si es fanático de Entrevista con el vampiro, para ir juntos a lo desconocido”) que publica el homicida en el portal Craiglist (espacio virtual de anuncios clasificados con secciones dedicadas a empleos, viviendas, contactos, ventas, ítems, servicios, conciertos y foros, entre otras) para captar víctimas, siendo la última de ellas la presentadora de vídeos online del programa “Encuentros” que, al gozar apenas de audiencia, decide embarcarse en el experimento social (la idea no deja de ser eso al plantear dilemas morales entre empatía u odio) más temerario que haya asumido, tornándose rápidamente en una experiencia inolvidable (y no precisamente por resultar maravillosa sino enormemente impactante); el extraordinario ritmo de la obra no deja respiro alguno (como ocurre con la iniciación a la “muerte asistida” propuesta) ni permite pestañear (más por la profundidad que por la intensidad del guión), plasmándose uno de los brotes del más prolífico sociópata a modo de documental cual buen episodio de la reportera Samanta Villar.
Lo peor: el bajo presupuesto (no dinerario sino técnico) que se aprecia en el método de presentación, un supuesto metraje encontrado previa grabación cámara en mano (u ocultada en lobo de peluche) que dividirá como siempre a la audiencia, contabilizándose tantos defensores (las emociones se transmiten mucho más así) como detractores (la primera persona enturbia el visionado), al igual que sucederá con los sentimientos que despierte el carismático y dictatorial asesino en serie (su atroz comportamiento no hace sino ocultar una gran vulnerabilidad a causa de un traumático pasado, como en la mayoría de casos reales) en cada cual; la terrorífica sinceridad con la que avanza la historia (aquel que promete no matar a su entrevistadora en un plazo de veinticuatro horas y abrirse completamente, sin inhibiciones, para mostrarse, literalmente, en cuerpo y alma, halla en aquella una especie de inimaginable alma gemela), ofreciéndose una fascinante exploración del deseo y la manipulación emocional (en este caso en aras de abandonar la desidia y reencontrarse, según confiesa el mismo con estremecedora e impulsiva frialdad, con la inspiración que antaño convertía su sistemática en religión lo que ahora considera trabajo); la sensación de no acabar apasionadamente extasiado con un filme que integra todos los componentes necesarios para que así sea, residiendo la principal razón de que así sea no en la labor actoral (la química entre maestro y aprendiz es increíble) sino en la metodología narrativa, bastante curiosa pero, en último término, excesivamente arriesgada.
Daniel Espinosa
XX (Annie Clark, Karyn Kusama y Roxanne Benjamin, 2017)
Ficha técnica
Título original: XX Año: 2017 Nacionalidad: EEUU Duración: 76 min. Género: Suspense, Terror Director: Annie Clark, Karyn Kusama y Roxanne Benjamin Guión: Annie Clark, Jack Ketchum, Karyn Kusama y Roxanne Benjamin Reparto: Melanie Lynskey, Sheila Vand, Mike Doyle, Natalie Brown, Angela Trimbur, Kyle Allen, Peter Dacunha, Peyton Kennedy, Breeda Wool, Christina Kirker, Sanai Victoria, Jonathan Watton y Lisa Renee
Sinopsis
Cuatro historias de temática tradicional con una perspectiva femenina...
Valoración
Lo mejor: la contenida e inherente intención de innovar dentro del muy recurrido género de terror a base de atmósferas perfectamente funcionales por parte de unas autores que, lejos de reivindicar la importancia de la mujer en el seno familiar, abordan dicha relevancia desde una perspectiva un tanto condescendiente; la figura materna y las innumerables actitudes subyacentes, desde la despreocupada de la intrigante La caja de Jovanka Vuckovic (“la curiosidad mató al gato”) hasta la complaciente de la religiosa Su único hijo de Karyn Kusama (“de tal palo tal astilla”), pasando por la estresada de la cómica La fiesta de cumpleaños de Annie Clark (“ojos que no ven corazón que no siente”) y la crédula de la ilusoria No te caigas de Roxanne Benjamin (“tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”), citándose así, rápida y esencialmente, todos los fragmentos y, entre paréntesis, los proverbios más adecuados para resumirlos; el disfraz de oso panda, así como otros elementos igualmente singulares (por ejemplo la comida familiar, la pintura rupestre y el incidente educativo, simbolismos respectivamente identificables), logran esbozar una sonrisa, cómplice e inclasificable, en aquellos que aprecian esta tipología de propuestas.
Lo peor: el único e imperial nexo en común entre los cuatro segmentos que conforman el producto (amén de la duración cercana a los veinte minutos en cada uno de ellos), prolongable al propio título (el cual alude a la pareja cromosómica femenina), dista mucho de lo esperable al difuminarse la representación en cuestión hasta antojarse una indigente excusa situacional muy cercana al machismo más alarmante; el empleo del siempre curioso “stop motion” (anglicismo que hace referencia a la técnica de animación consistente en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas) entre piezas no tiene sentido alguno más allá de acaparar la atención de un espectador que, atónito, restará absorbido por las imágenes que mediante dicha pericia se muestran; la antología que ocupa no es más que una sucesión de ideas (más o menos interesantes) sin aval conjuntivo alguno, por lo que catalogarla de largometraje (como oficialmente se hace) es engañar al consumidor.