Título original: The revenant
Año: 2015
Nacionalidad: EEUU
Duración: 147 min.
Género: Drama, Suspense
Director: Alejandro Iñárritu
Guión:Alejandro Iñárritu y Mark Smith
Reparto: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Domhnall Gleeson, Will Poulter, Lukas Haas, Paul Anderson, Kristoffer Joner, Brendan Fletcher, Brad Carter, Christopher Rosamond, Timothy Lylersson y Robert Moloney
Sinopsis
Un trampero que vive en las montañas resulta herido de muerte por el ataque de un oso; viendo que nada pueden hacer por él, sus compañeros lo abandonan en el bosque, pero consigue reponerse de sus heridas...
Valoración
Lo mejor: la brutalidad de algunas, de hecho muchas, secuencias, como los algo más de cinco minutos que abarca la masacre inicial entre dos culturas enfrentadas por la posesión de unas pieles consideradas valiosas monedas de cambio, por mencionar la más espectacular sin desmerecer cierta lucha racial, pasará a los anales de la historia como el sentir más pasional y cruel de cuán despiadado puede llegar a ser el hombre en un longevo retrato tan desgarrador como desolador destinado a convertirse en un clásico instantáneo próximo al culto más vanguardista, y es que lo épico y lo poético armonizan en tan contundente relato; la manera en la que la naturaleza se abre paso durante la película, cobrando tanto protagonismo como los diferentes personajes y llegando a imponer de tal modo que uno se siente minúsculo e insignificante en la tan castigada faz de la Tierra, no hace sino ensalzar a Alejandro Iñárritu, un director que ya triunfó con su última obra, la genuina y premiada Birdman, transformando en gloriosas imágenes la novela de Michael Punke en la que se basa; el atractivo aspecto físico de Leonardo DiCaprio, antaño deseado por las féminas, hace tiempo que cayó en el olvido, pero en su lugar ha ido reafirmando paulatinamente su talento interpretativo, el aspecto que siempre debió importar y no terminó de convencer unánimemente hasta una década atrás al tiempo que se desvinculaba de papeles mundanos, hasta éste su reto más exigente hasta la fecha encarnando a un laureado explorador que padece todo tipo de infortunios, siendo la mayor injusticia de la industria del cine si permaneciera sin su ansiado Oscar después de la celebración de la oportuna gala, galardón que se le ha resistido una vez como actor secundario y tres como principal, precisamente las veces que afirman los productores estuvo bordeando la muerte durante el rodaje el mismo.
Lo peor: el empleo de la cámara no es el convencional y, por ende, no resulta tan comercial como la mayoría de cintas, lo cual sumerge al espectador más que nunca en la abundante acción ofreciendo una perspectiva casi subjetiva de la misma pero la realidad puede percibirse tediosamente distorsionada; el sustentado dramatismo, respaldado por unos hechos narrativos realmente duros, derrumban a cualquiera y, según con qué ánimos se visione el metraje, la ansiedad está asegurada; la confluencia de valores como el coraje, el honor, el interés, la lealtad, la ambición, la venganza, la espiritualidad y la supervivencia son tan dispares y se desarrollan con tanta ambigüedad que la combinación y la confusión conceptuales son irremediables, al igual que desubicarse con el sentir multicultural e idiomático del que hace gala el autor, como bien demuestra alternando diálogos ingleses, franceses e indios, así como lenguas indígenas no identificables sin conocimientos específicos.