Alien abduction: Incident in Lake County
(Dean Alioto, 1998)






Ficha técnica

Título original: Alien abduction: Incident in Lake County
Año: 1998
Nacionalidad: EEUU
Duración: 93 min.
Género: Ciencia ficción, Terror
Director: Dean Alioto
Guión: Dean Alioto y Paul Chitlik
Reparto: Benz Antoine, Kristian Ayre, Gillian Barber, Michael Buie, Emmanuelle Chriqui, Marya Delver, Katlyn Ducharme, Ingrid Kavelaars, Aaron Pearl, Bart Anderson, Jim Smith, Forbes Riley, Anthony Beninati, Amanda Harvey, Douglas Jackson, Rick Cramer y Jill Murray


Sinopsis

Durante el otoño de 1997 se encuentró una cámara de vídeo abandonada en una casa en donde una familia completa desapareció; en la cinta se observaba cómo una familia norteamericana experimentaba extraños fenómenos cuando recibieron la tenebrosa visita de unos extraterrestres.


Crítica

Había leído (muy) buenas críticas sobre esta película, Alien abduction: Incident in Lake County, de título tan largo como ínfima calidad visual ofrecida en la misma, pero no me atrevía a visionarla porque creía que iba a el tiempo dándole la oportunidad a esta obra (o documental, como quieren hacernos creer); no es casualidad que dicho apartado técnico esté (o al menos eso se quiera dar a entender) deteriorado, ya que la intención de ello es transmitir todavía más si cabe el terror que la familia McPherson sufre la noche de Acción de Gracias, cita en la que ocurren unos sucesos tan estremecedores que resulta difícil contarlos (y a pesar de que todo esté preparado y resulte obvio que nada es real, verdaderamente se logran transmitir todas las emociones que los personajes supuestamente padecen gracias al modo de grabación).

La familia McPherson, residente en el Condado de Lake (Montana), se dispone a celebrar la noche de Acción de Gracias con una suculenta cena, acudiendo al acontecimiento todo integrante y por ello Tommy (un creíble aunque algo exagerado en ocasiones Kristian Ayre) decide grabar todo con su cámara, sirviéndose del resultado obtenido para los estudios (ya que está cursando la carrera para ser especialista audiovisual) y, de ese modo, los invitados van llegando, incluido Matthew (Benz Antoine), el nuevo novio de Melanie (Marya Delver) que no parece caer demasiado bien a la familia, en especial a Kurt (Aaron Pearl, uno de los mejores de la cinta y sobre el que recae los acontecimientos más importantes de la trama, amén del propio Tommy), con el que tiene sus más y sus menos desde un principio y, de repente, las luces se apagan, por lo que Tommy, Kurt y Brian (Michael Buie, otro peso pesado del metraje que consigue bordar su papel) deciden ir a mirar qué ha sucedido, observando que los fusibles se han derretido, supuestamente por un relámpago que ha caído sobre ellos, momento en el cual vislumbran una luz que incide de lleno sobre el transformador situado en la granja, repercutiendo severamente en todo el circuito eléctrico del lugar, pero hay algo más, junto a la granja pueden observar (y nosotros gracias a las filmaciones de Tommy) una estructura redonda de dimensiones gigantescas, y de ella dos extraños seres que descienden del objeto (teóricamente un OVNI, pero no como solemos imaginarlo) para cortar en canal a una vaca y extraer los viscosos fluidos de ésta; uno de ellos atisba a Brian, apuntándole con una especie de láser (de color rojo intenso, que hará acto de presencia en numerosas ocasiones) e hiriéndole de gravedad en la mano, volviendo los tres a la casa y contando al resto lo que acaban de presenciar, valiéndose de las pruebas visuales de las que disponen para transmitirles con total claridad de lo que se trata, a partir de este momento, todo se volverá caos, terror y desesperación, en un intento por seguir con vida y abandonar sanos y salvos el hogar, cosa que no resultará nada sencilla, ya que los alienígenas acorralarán y manipularán a su antojo a los moradores, a todos menos a Rosie (una espectacular Katlyn Ducharme), la hija de Kurt y Linda (una insípida a la par que desaparecida en pantalla Ingrid Kavelaars) que parece tener algún tipo de vínculo con los invasores.

Creada por Dick Clark Producciones, y dirigida por Dean Alioto, la película creó gran conmoción en el año de su estreno al tratarse, supuestamente, de una recreación de “La cinta McPherson”, un vídeo casero (teóricamente real) en el que se podía observar cómo la familia McPherson era el objetivo de una abducción extraterrestre y lo cierto es que hoy en día eso parece absurdo y sería descabellado pensar que algo de lo plasmado en el filme es real o está basado en algo verídico, pero ciertamente consigue copar de inquietudes al espectador, que puede observar, perplejo, cómo un desconocido e inusual reparto puede interpretar de manera inmejorable su personaje (sin excepción alguna); la película causó un nivel de confusión y controversia tal (por su transmisión inicial haciéndose eco de anteriores incidentes, enturbiando la realidad) que los investigadores de OVNIS, entre ellos Stanton Friedman, no fueron informados de la naturaleza de la película por decisión de los productores y la falta de responsabilidad haciendo creer que este hecho era real para el público dio lugar a un debate sobre el engaño de la película se llevó a cabo en Internet, salas de chat y tableros de anuncios, donde se expuso que todo se trataba de un hecho ficticio gracias al personaje de Tommy McPherson que se vinculaba con el actor Kristian Ayre, pese a ello, algunos espectadores siguieron insistiendo que algunas partes de la película eran ficticias, pero que la experiencia de los McPhersons fue real, y otros que la propia película era una cadena de pruebas de una conspiración. La cinta fue transmitida posteriormente en Nueva Zelanda en el canal TVNZ, con una advertencia sobre la autenticidad de la película que se estaba llevando a cabo en Estados Unidos (mensaje que aparece en varias ocasiones en el metraje).

El análisis de la película, mediante supuestos testimonios, de alguna manera ha restado importancia a su apariencia de realidad, lo que sugiere que su emisión engañosa se debió en mayor parte a organismos de radiodifusión para fomentar deliberadamente esta confusión y, entre los analistas, se encuentran un agente de policía (que no está de acuerdo con las grabaciones al interpretar que no demuestran nada), un director de cine (que admite que el filme le asustó y llenó de inquietudes al ver que la familia no tenía unas experiencias parecidas a las de ET, sino que sólo intentan seguir con vida en todo momento), un músico (que dice haber perdido la Fe tras el visionado de la cinta, algo surrealista en todo caso), un analista de vídeos (que concluye que la filmación es falsa), un doctor experto en psicología (al que sorprendente enormemente que la que lleve la serenidad  tranquilidad al grupo sea la niña menor) y una científica (que da la explicación más razonable si se tratara de algo real, sosteniendo que es un claro ejemplo de una especie superior que toma muestras a una inferior para conquistarla con amplios conocimientos previos); una de las escenas que más impactante ha sido la que tiene lugar en la habitación de Tommy, cuando uno de los alienígenas le sorprende y coge su cámara, analizándola de forma primitiva y sin aparente finalidad (más allá de averiguar qué es el objeto que tiene en las manos y cuál es su función), de hecho, en gran parte del metraje se da importancia a esta hipótesis, a que ellos no pretenden hacerlos daño y que únicamente atacan cuando se sientes amenazados (sería lógico teniendo en cuenta que la cámara de vídeo la pueden considerar un arma); además, destacar de nuevo el papel de Katlyn Ducharme, no sólo por la interpretación (que es magnífica), sino por el personaje que representa, lleno de misterio (es muestra de ello cuando quita los cartuchos de la escopeta en un momento de descuido colectivo, como si supiera lo que iba a suceder), es menester al ser muy reseñable.

Como buen amante del género de terror y, en menor medida, del subgénero alien (mucho más de los sucesos paranormales, ámbito en el que también podríamos incluir en parte el de los alienígenas), debo admitir que Alien abduction: Incident in Lake County es mucho más de lo que esperaba ver, es el padre desconocido del tan de moda terror cámara en mano, es la esencia de Señales (la obra de M.Night Shyamalan que en su momento me conquistó y ahora me doy cuenta de que no era innovadora en absoluto) y es, en definitiva, una producción de bajo presupuesto (aunque los efectos especiales no se podrían catalogar de ínfimos, ya que cumplen su finalidad holgadamente) que nadie se puede perder; eso sí, que nadie espere ver una de esas películas que se sirven de estruendos incomprensibles para hacer sobresaltar al espectador (que por otra parte me parece loable, pero es un recurso demasiado empleado comúnmente) ya que no se pretende eso, lo que el director intenta (y a mi juicio consigue) es atemorizarnos ante la idea de que una especie superior, con armas y estrategias desconocidas para nosotros, quisiera estudiarnos, observándonos y analizándonos hasta el punto de ser abducidos, ese es el verdadero terror de Alien abduction: Incident in Lake County, el miedo a lo realmente desconocido.



Daniel Espinosa