Haritz Zubillaga, director de “El ataúd de cristal”



Daniel Espinosa (entrevistador de “Cementerio de Noticias”)  El estreno de la propuesta ha acontecido por todo lo grande, en el marco del Sitges Film Festival 2016; ¿qué supone para ti que un certamen tan prestigioso como éste haya decidido incluir tu trabajo para formar parte de su programa en la sección Oficial Fantàstic (sessions especials)?

Haritz Zubillaga (director de “El ataúd de cristal”)  Supongo que para todas las películas estar en un festival como el SITGES es importantísimo; para “El ataúd de cristal”, una película hecha sin ayudas públicas y por el momento, sin el apoyo de ninguna televisión, estar en él no es que sea importante, es que nos da la vida del todo.



D.E.  Una producción vasco-catalana como debut fílmico...; ¿la unión se debe a exigencias de producción o a otros asuntos ajenos a ella?

H.Z.  Tanto Basque Films (la productora vasca) como Life and Pictures (la productora catalana) han estado desde el primer momento con el proyecto, y es que mi relación con ellos viene de largo, casi desde mis primeros cortos; la película existe solo gracias a su nivel de implicación y a la confianza que tuvieron en el guión desde el principio, ya que son ellos los que decidieron que, pese a todo, la cosa fuera para adelante.



D.E.  Encontrar originalidades en el séptimo arte parece, a día de hoy, una quimera; ¿con el presente metraje aspiras a ofrecer una experiencia genuina o más bien a rememorar obras ya existentes?

H.Z.  Nos hemos empeñado mucho en hacer una película que funcione como un tiro para el espectador, vibrante del primer al último fotograma; todas las películas que me apasionan tienen en común una cosa, te atrapan y no te dan tregua porque te da miedo hasta pestañear, y eso es justamente lo que quería para “El ataúd de cristal”.



D.E.  El título reivindica la elegancia sin necesidad de prescindir de la sencillez; ¿el guión se aleja de esta postura y alberga un trasfondo?

H.Z.  El tema de la fama, la vanidad y las apariencias, tuvo mucho peso desde que empezamos a escribir el guión, pero creo que en realidad todos somos dos personas, o más, y creo que todos guardamos cadáveres en el armario, y colocar a una actriz en el centro de esta historia me parecía muy oportuno porque su trabajo, por propia naturaleza, gira en torno a manejar medias verdades y medias mentiras; también es sabido que los actores ocupan un escalafón muy alto en la escalera de la vanidad, solo superados por los directores.



D.E.  Las reminiscencias inmediatas a clásicos contemporáneos como “Buried” son inevitables el leer la sinopsis y visionar el adelanto; ¿cuáles han sido tus inspiraciones para aunar tensión y claustrofobia?

H.Z.  Alfred Hitchcock es una referencia de la que ni puedo, ni quiero escapar, de hecho creo que su influencia se extiende a día de hoy a casi todas las películas que vemos, sean thrillers o comedias románticas, están contadas, podríamos decir en gran medida, a su manera; otros directores que admiro son Mario Bava, David Fincher, Brian de Palma y un largo, muy largo, etcétera pero, en cualquier caso, creo que lo de las referencias es un tema más subconsciente que otra cosa, porque algunos espectadores me han sorprendidocon referencias que jamás habría dicho pero dices, “sí, cierto, tiene mucho que ver”.



D.E.  Una única actriz para protagonizar un largometraje...; ¿cuán costoso ha resultado exprimir sus dotes interpretativas en un escenario tan limitado como la lujosa limusina en la que se desarrolla la historia?

H.Z.  Desde el principio sabía que la elección de la actriz era fundamental, porque sale en el noventa y nueve por ciento de los planos; necesitaba una actriz con dos características fundamentales, que tuviera un gran talento y que estuviera al menos tan loca como yo para aceptar este reto, y Paola Bontempi, con la que ya había trabajado en “She’s lost control”, cumplía de sobras ambos requisitos.



D.E.  Uno de los valores emergentes del actual cine español, así te han declarado, textualmente, varios medios de prensa patria y extranjera; ¿hasta qué punto esto te resulta un halago y no una fuerte presión?

H.Z.  Es un halago, sin ninguna duda, y lo agradezco sobremanera, cuando diriges una película la presión, que es muchísima, viene de otras muchas fuentes y de lo más variadas, empezando por la propia autoexigencia, intentar que cada cosa que haces vaya un paso más allá que la anterior; estas consideraciones, personalmente, lejos de presionar, animan a trabajar duro y a hacer las cosas lo mejor posible.



D.E.  Un autor como tú, imaginativo e inventivo, al que le gusta arriesgar , siempre tiene proyectos en mente...; ¿hay alguno que vaya a ver la luz en fechas próximas del que puedas adelantar detalles?

H.Z.  Algo hay pero aún es demasiado pronto para dar detalles, solo espero que mi segunda película se haga lo antes posible; hacer “El ataúd de cristal” nos ha llevado cuatro años y, a ese ritmo, si haces cálculos, el número de películas que puedes hacer es muy pequeño.



D.E.  Te agradezco enormemente, en nombre propio en particular y del equipo de esta humilde página en general, tu participación; ¿deseas añadir algo más a modo de “hasta luego” (nunca “adiós”, faltaría más)?

H.Z.  La limusina ha arrancado y, con ella, el Infierno está en marcha...