El último fin de semana (largometraje)
(Norberto Ramos del Val, 2012)
Diana quiere celebrar su próximo ascenso y dejar atrás un terrible accidente, así que invita a la casa de su abuela a Lisi, Leo y Roque, sus compañeros de trabajo. El pueblo parece abandonado y, aunque los jóvenes lo ignoren, esconde un gran secreto; no están tan solos como creen y puede que, para más de uno, éste sea su último fin de semana.
Sudor frío (largometraje)
(Adrián García Bogliano, 2010)
Un joven en busca de su novia desaparecida inicia una investigación que culmina en una antigua casa. En su interior le esperan dos asesinos brutales, armados con veinticinco cajas de explosivos que estuvieron perdidas desde la última dictadura militar.
La muerte de Otilia Ruiz (cortometraje)
(Ida Cuéllar, 2010)
Otilia Ruiz arrastra el peso de su nombre como una maldición, por lo que decide ponerse en manos de una organización secreta que la llevará a afrontar una extraña prueba en la que puede poner en peligro todo el mundo que hasta ahora conoce.
Amor sacro (cortometraje)
(Javier Yañez, 2011)
Lucía tiene vocación, quiere compartir su vida con Dios y por ello está a pocas semanas de completar el noviciado; su objetivo es dar todo el amor que lleva dentro al mundo. Su vocación de desinterés para controlar sus emociones no será suficiente para satisfacer sus ansias de amor, sentimiento que crece cuando alguien vuelve para estar con ella y ayudarla a sentirse plena, un ser con un gran corazón pero con misteriosas intenciones.
Waffle (cortometraje)
(Rafael de Leon Jr., 2010)
Un científico desfigurado invita a su nueva amiga a cenar; cuando llega la hora del postre, los dos compañeros deciden descubrir su verdadera y desagradable naturaleza...
Leyenda (cortometraje)
(Pau Teixidor, 2011)
Claudia, una niña de diez años, se va con sus padres a pasar el fin de semana fuera de la ciudad; durante el viaje en coche, deciden hacer un pequeño descanso en una gasolinera abandonada. La aparición de una extraña mujer revelará a Claudia su verdadero destino.
Overflowed (cortometraje)
(Joan Llabata, 2011)
Un científico lucha por su creación y sus convicciones a la vez que encara la realidad de un mundo de negocios que sólo presta atención a resultados prácticos. Su vida refleja, por lo tanto, diferentes formas de entender la ciencia en un futuro inmediato.
Metal Creepers (cortometraje)
(Adrián Cardona y J.Oskura Nájera, 2011)
Una popular banda de Glam metal se encuentra en el estudio de grabación preparando su próximo disco. Su productor les entrega unas extrañas partituras que supuestamente tienen poderes mágicos, un hecho que desencadenará una serie de consecuencias.
External world (cortometraje)
(David O’Reilly, 2010)
¿Qué se cuece por el asilo Acme? ¿Y qué hace Pikachu con una careta de Mickey Mouse? Estas cuestiones y muchas otras se responden en una historia tan chanante como corrosiva.
Martyris (cortometraje)
(Luis Felipe Hernández, 2011)
En un mundo decadente un santito cuida de los seres que padecen instintos suicidas.
Bunny the killer thing (cortometraje)
(Joonas Makkonen, 2011)
Cuatro jóvenes se topan con una criatura extraña que parece ser una extraña mezcla entre un conejo y un humano. Esta criatura se llama Bunny, y persigue a todo lo que recuerda...
La cuerda (cortometraje)
(Pablo Sola, 2011)
Javier no necesita absolutamente a nadie para vivir, solamente a su perro, ni siquiera... un momento, ¿qué es eso que sale del váter? ¿una cuerda?
Fluor (cortometraje)
(Paco Barreda y Óscar Romá, 2011)
Zaqueo es un hombre angustiado por su vida que camina entre la línea que separa la locura de la cordura, una difícil situación que afectará a todo su entorno.
Kill the Crypt: Episodio 3 (miniserie)
(David González, 2012)
Haciendo honor a los clásicos del género, un serial killer será el encargado de acabar con los Crypts, los miembros del Cryptshow Festival. La acción de la serie arranca pocos minutos antes del festival, mientras la organización del mismo ultima los últimos detalles... pasen y vean, ustedes deciden quién es el siguiente.
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Éste tercer día de festival promete ser menos comercial si cabe (y por ende menos espectacular, a pesar de tratarse de trabajos amateurs e independientes de gran calidad en su inmensa mayoría) que los dos anteriores, aunque el disponer de más medios no es significativo de mejores resultados (pese a que suele ser así); ha comenzado con una nueva apuesta por el cine independiente nacional con El último fin de semana, último largometraje de Norberto Ramos del Val (responsable de “Muertos comunes” y “Hienas”), quien opta por elaborar una producción extravagante con un toque de slasher, una ocasión única para disfrutar (de nuevo) de aquel terror setentero y underground que tanto agradaba al público que por aquel entonces, buen conocedor y apreciador de dichas obras, disfrutaba sin reparos; a pesar de las carencias y similitudes con otras cintas de semejante índole (de hecho es así, posiblemente, para brindar un homenaje a éstas y no por el simple hecho de plagiar sin sentido), cabe recordar que la película ha sido rodada en catorce días con un equipo técnico compuesto por cuatro personas y con un presupuesto que no alcanza los 10.000€, pero que gracias a la colaboración entre técnicos y actores lo cierto es que el resultado es más que aceptable (de hecho, fue presentado en el Festival de Cine Fantástico de la Costa del Sol, cita que supuso su estreno español y que refleja la profesionalidad que se da, puesto que de lo contrario no hubiese sido aceptada para proyectarse); protagonizada por Irene Rubio, Alba Messa, Marián Aguilera, Silma López y Nacho Rubio la cinta narra la terrorífica historia de tres chicas (las tres primeras mencionadas, algo forzadas en algunas escenas pero creíbles en la gran parte del metraje) y un chico (el último citado) que se van un fin de semana a una casa situada en la playa en busca de tranquilidad, encontrándose con la ocultación de un secreto por parte del pueblo en cuestión que conllevará consecuencias mortales y hará de la película una propuesta poco común que no dejará (no puede hacerlo) a nadie impasible; como último punto destacable mencionar la increíble banda sonora, contundente y de gran factura compuesta e interpretada por el músico sueco Nicklas Barker, un pequeño éxito de ventas en el mercado del rock progresivo internacional que mezcla mellotrón y sonidos característicos de las bandas sonoras más clásicas para formar un conjunto de melodías que infunden un tono intrigante (y de calidad) a toda la cinta.
La jornada ha continuado con otro largometraje, en este caso una producción argentina también con una buena dosis de sangre y destape dirigida por Adrián García Bogliano, Sudor frío, una intrigante y claustrofóbica cinta interpretada por Facundo Espinosa, Marina Glezer, Camila Velasco, Omar Musa, Omar Gioiosa, Rolf Garcia Puga, Victoria Witemburg, Daniel de la Vega, Nicolas Marotta y Noelia Vergini (es preciso mencionar a todos porque cada uno de ellos tiene su especial relevancia en la historia) que no permite al espectador ni un solo segundo de tranquilidad y lo mantiene en vilo durante toda la historia entre sangre, sudor y lágrimas; así, la humilde productora porteña Paura Flics logra ser apoyada por la industria en uno de sus trabajos y darse a conocer internacionalmente (la película incluso se ha estrenado en varios cines argentinos), y es que la estética y narrativa que viene caracterizándola des de sus inicios ha experimentado una notoria mejoría en la visualidad del producto final, alcanzando un resultado que mantiene todos los cánones establecidos por el género de terror y aportando algo de frescura (no demasiada, ya que los elementos recurridos no se entremezclan demasiado bien y son por todos conocidos), novedades que no podían prescindir de ser promocionadas; con un argumento que sorprende pero cuesta de creer mínimamente, la cinta presenta a un joven en busca de su novia desaparecida, a una amiga incondicional dispuesta a todo para descubrir la verdad y una investigación que culmina en una antigua casa ocupada por dos brutales asesinos que hacen uso de decenas de cajas de explosivos para atacarles sin motivo aparente (éstos proceden de la última dictadura militar, época en la que fueron perdidos en dicha morada), un cúmulo de premisas que, como se indicaba con anterioridad, no parecen demasiado conexas y la credibilidad alcanza el grado de mediocre (por contra, el disfrute viene dado por un juego de planos completamente magistral, gracias al cual la tensión y sufrimiento que padecen los protagonistas quedan plasmados a la perfección, sin olvidar mostrar los entresijos de los dementes, ideando macabros planes para ellos que posteriormente acontecerán de forma ralentizada) aún tratándose de la segunda película de terror argentina estrenada en más de veinte años, un alarmante (triste cuanto menos) dato que magnifica la importancia de ésta.
El primer cortometraje a competición ha sido La muerte de Otilia Ruiz, que más allá de la aparición estelar (y sublime) de Pilar López de Ayala no deja más sensación que la de esperar con ansia un desenlace consecuente y razonable, hecho por el que Ida Cuéllar no ha optado, sino que ha decidido presentar una complicada trama en torno a una maldición que poco tiene que ver con el raciocinio solicitado; por su parte, Amor sacro, de Javier Yañez, adentra al espectador en una verdadera experiencia religiosa en la que la existencia de Dios conlleva irremediablemente la del Demonio, ser que se presenta en forma de hombre para una fiel discípula del señor que a su vez encarna la ternura e incredibilidad que el ser humano suele adoptar cuando descubre ciertas verdades, pese a no brindar nada más que eso; Waffle es una producción de corta duración cuyo propósito es el de plasmar las ansias de ser aceptado y las locuras que pueden llegar a hacerse para lograr dicho propósito, para lo cual Rafael de Leon Jr. elige mostrar una desfiguración en clara sintonía con la despersonalización que se adopta en tal circunstancia, sometiendo a los demás a una forzada conexión con la propia persona y asimilarse a ésta; Pau Teixidor ha presentado personalmente su último trabajo, Leyenda, una feroz y virtuosa obra que deja abierta a la mente a la existencia de historias, contempladas como leyendas, realmente ocurrentes, hecho que sufre una niña de diez años inocente amadora de los cuentos de hadas obligado a protegerse del mundo real a partir de una cruel acción de una extraña contra sus padres; Overflowed se asemeja tremendamente a la clásica propuesta japonesa de increíbles y prometedoras ideal pero aborrecible ritmo, y es que Joan Llabata no aprovecha en absoluto una premisa tan favorable como el desarrollo próximo de la ciencia en todo su esplendor en un mundo regido bajo los negocios, en el cual solamente éstos parecen importar y primar por encima del raciocinio común.
Tras una interesante propuesta venidera de películas contenedoras de los más variados y apreciados cortometrajes de los más prestigiosos directores internacionales, cuya compañía distribuidora es Serendipia bajo los diferentes volúmenes de una colección denominada “Avantgarde”, el segundo bloque ha comenzado con Adrián Cardona, que no podía faltar a la cita del Cryptshow Festival 2012 de nuevo, y junto a J.Oskura Nájera (ambos integrantes de la cada vez más relevante Eskoria Films) propone una simple historia de heavy metal entremezclada con extrañas ciencias ocultas, Metal Creepers, una divertida obra que ha hecho las delicias del público ovacionándola tras su proyección, pues la combinación de música, humor y gore siempre es bienvenida y agradecida; External world supone un extraño aunque absorbente viaje a través de los más variopintos personajes animados (en dos dimensiones, para más inri) en el que las más disparatadas acciones aconteces mediante una absurda trama que si bien no pasará a los anales de la historia sí harán que el nombre de su director, David O’Reilly, logre sonar en más de un festival merced a un humor altamente adulto y bizarro como pocos; a pesar de la corta duración de Martyris (no llega a alcanzar los ocho minutos), Luis Felipe Hernández consigue absorber toda la atención en un principio y toda la frustración (provocada por la desesperación de no ver avanzar la historia) a partir de la mitad de la obra, y es que pretender trata un tema tan complejo como oscuro a partir de un inexpresivo protagonista no puede alcanzar el estatus de interesante (pese a contar con un apartado visual fascinante); Joonas Makkonen plasma en la pantalla su antihéroe ideal cuyo nombre es Bunny, un temible monstruo mitad conejo mitad pene cuya apariencia salvaje se corresponde con su actitud caníbal, el cual protagonista una historia demasiado pausada y atípicamente vana, pues a pesar de alguna que otra escena sangrienta ciertamente de agradecer no aporta lo más mínimo ni a nivel argumental ni des de la perspectiva innovadora (éste segundo aspecto es el más reprochable, pues una criatura de semejante aspecto podía haberse convertido en todo un símbolo del cine independiente); haciendo uso de una descomunal suciedad y un deshabito total por la limpieza o dedicación por cualquier labor, Pablo Sola convierte una cuerda (interminable) en temible, al estar situada en el retrete y carecer de finitud conocida, aunque no termina de convencer en ningún momento la obra al parecer querer simular (o parodiar) alguna cotidianeidad y, sin embargo, no producirse en ningún momento (sin embargo es entretenida y relativamente correcta en cuanto a desarrollo); Paco Barreda y Óscar Romá convierten el cepillado en una angustiosa acción, aconteciendo toda la trama en un único espacio cerrado (el baño) y haciendo infinita la sensación de malestar, más allá de dicho sentimiento de repulsión, poco más supone Fluor; no podía terminar la sesión sin proyectarse el tercer y penúltimo capítulo de la breve y desternillante miniserie ideada y protagonizada por el equipo del festival Kill the Crypt, episodio en el que, de nuevo, la víctima ha sido el conocido como hombre para todo, tónica que se repite desde el primer capítulo y parece convertirse en la opción elegida para el último de ellos, el cual podrá disfrutarse en la jornada de mañana.
Por último recordar que también ha sido el momento de presentar la nueva colección Avantgarde Spanish Cinema (acto mencionada rápidamente al inicio del segundo bloque de cortometrajes a competición), que nace con el objetivo de hacer visible la obra de cortometrajistas hasta ahora limitada a los circuitos de los festivales, con la presentación de la mano de los responsables de la web Proyecto Naschy, encargados de esta iniciativa; como novedosa propuesta (y conclusiva) se ha realizado una apoteósica batalla de programadores en el restaurante Can Frai de Badalona, lugar que ha servido de acogida para un duelo a muerte (en sentido figurado) entre los programadores del Fantosfreak (Rafa Dengrá) y del Festival de Cine de Terror de Molins de Rei (Roger Sábat), los cuales han proyectado sus cortometrajes más terroríficos en respuesta a los del anteriores del oponente, sucediéndose multitud de piezas imperdibles e impactantes por parte de los dos bandos, talentosos a la hora de mezclar estilos tenebrosos y oscuros así como compaginarse.
Daniel Espinosa