“El miedo”, de un escritor anónimo para la revista Tot oci
El miedo
Qué malo es el miedo, ¿a que sí?
Los seres humanos no estamos preparados para el miedo, no sabemos comportarnos con dignidad...; sólo hay que ver qué cantidad de tonterías hacemos cuando tenemos miedo.
Porque, a ver... si estás en la cama y escuchas un sonido extraño, ¿qué haces?, ¡te tapas con la sábana!; muy bien, ¿qué pasa?, ¿que las sabanas son antibalas?, ¿que si viene el malo con un cuchillo no las podrá traspasar y se le doblará la hoja?
¿Y cuando nos da por mirar debajo de la cama?, ¡por favor!, suponiendo que haya un asesino debajo de la cama, ¿qué ganas mirando?, ¿que te mate antes?; ¿y cuando lo ves qué le dices?, “buenas noches, ¿qué?, ¿esperando a que me duerma, no?, por el amor de Dios salga de aquí que cogerá frío, ala, suba que le vendrá un ataque de asma con tanto polvo, máteme en la cama, que estará más cómodo”.
Otra situación, oyes un ruido extraño en casa, te levantas totalmente asustado y, ¿qué haces?, preguntas “¿hay alguien?”, ¿pero crees que si hay alguien contestará?; entonces empiezas a rondar por casa poco a poco y sin hacer ruido porque así, si te meten un susto, que sea mortal de necesidad.
Otra, vas en coche y, de golpe, el conductor empieza a correr como si fuera Fernando Alonso y tú, acojonado, te agarras bien fuerte a la maneta de plástico, ya se puede estampar si quiere que tú sigues agarrado, y si no aprietas los pies contra el suelo, como si eso te pudiera salvar de la estampada; en estas ocasiones las madres cogen el bolso y se lo ponen delante como si fuera un airbag, gran solución.
Lo que también es muy curioso es que, cuando nos tenemos que poner una inyección, casi todos reaccionamos de la misma manera; ¿y qué hacemos?, ¡pues poner el culo tan duro que la aguja rebota!, sabemos que así duele más pero no lo podemos evitar.
Y es que el miedo nos hace hacer una tontería tras otra, ¿quién se explica si no que para bajar al garaje, si no hay luz, no podamos de dejar de pensar que hay alguien detrás de una columna o en algún rincón esperando para hacernos una “pupita española”?; ¿y qué hacemos?, silbamos o cantamos una canción de Bisbal, ¡muy bien!, eso mismo, da más datos, ¡lanza una bengala!
¿Y qué pasa cuando vas por la calle y de golpe ves a alguien y piensas que va a robarte?, pues que cambias de acera, seguro que si es un ladrón pensará “mierda, otro que se ha cambiado de acera, qué noche llevo”; pero ¿por qué hacemos esto?, ¿qué pasa? ¿que los ladrones sólo roban en la acera de los pares?
P.D.: señoras y señores, el miedo existe, aceptémoslo, porque al fin y al cabo sólo hay una cosa peor que cagarse de miedo... morirse de miedo.