Título original: Batman v. Superman: Dawn of justice
Año: 2016
Nacionalidad: EEUU
Duración: 175 min.
Género: Acción, Ciencia ficción
Director:Zack Snyder
Guión: Chris Terrio, David Goyer y Zack Snyder
Reparto: Ben Affleck, Henry Cavill, Amy Adams, Jesse Eisenberg, Gal Gadot, Diane Lane, Laurence Fishburne, Jeremy Irons, Holly Hunter, Scoot Nairy, Callan Mulvey, Tao Okamoto, Brandon Spink, Lauren Cohan, Michael Shannon, Hugh Maguire, Jason Momoa, Ezra Miller y Ray Fisher
Sinopsis
Cuando el hombre de acero de Metrópolis, Superman, y el vigilante de Gotham City, Batman, se sumergen en una contienda territorial, las cosas se complican y una nueva amenaza solicita inminentemente su alianza.
Valoración
Lo mejor: el debate popular a nivel mundial que se desarrolla durante las dos primeras horas de metraje acerca de la pertinencia de optar por una protección divina o humana con las muchas ventajas, y también abundantes inconvenientes, que ambas postulaciones implican, profundas reflexiones que sin duda harán reconsiderar a más de uno sus valores morales; la incursión de cierta figura femenina en la trama, dotando de más contenido a una historia en la que la espectacularidad prima de tal manera que es la protagonista, pudiendo asegurarse sin temor a errar que se trata de la película de acción más lograda del cine hasta la fecha, pero solamente en ese aspecto; la profundidad de las motivaciones del Batman de Ben Affleck, que contrarrestan con el nulo trato de las del Superman de Henry Cavill, oscuras a la par que empáticas, fundamentan el visionado de tan atrevido proyecto en el que el prometido duelo entre los titanes que acaparan el cartel del metraje junto a la escultural Gal Gadot como Wonderwoman se reduce a palabras, a excepción de escasas secuencias destinadas a tal finalidad.
Lo peor: la vestimenta del hombre murciélago, de apariencia tan ortopédica que el diseño militar se sitúa en un segundo plano y destaca tan complejo como ridículo traje alternativo, en la supuestamente apoteósica confrontación entre colosos instantes antes de unirse para luchar juntos contra la amenaza creada por un inmenso Jesse Eisenberg, Doomsday, criatura en la que apenas se indaga, al igual que sucede con un Aquaman que hace acto de presencia anecdóticamente en un archivo cifrado; la duración del filme, nada menos que ciento setenta y cinco minutos en la versión definitiva del mismo, resulta demasiado tediosa, principalmente por un último tercio en el que la sobresaturación de efectos especiales daña la vista en lugar de premiarla y convierte la seriedad infundida hasta entonces en mera virtud audiovisual; la acumulación de acontecimientos, poco o nada hilados entre sí, hace que seguir la narrativa sin perder interés constantemente se torne imposible.