Título original: Watership down Año: 1978 Nacionalidad: Reino Unido Duración: 102 min. Género: Animación, Ciencia ficción Director: Martin Rosen Guión: Martin Rosen Reparto: John Hurt, Richard Briers, Michael Graham, John Bennett, Ralph Richardson, Simon Cadell, Roy Kinnear, Terence Rigby, Richard Callaghan, Denholm Elliott, Zero Mostel, Harry Andrews, Hannah Gordon, Nigel Hawthorne, Lynn Farleigh, Clifton Jones y Derek Griffiths
Sinopsis
Cuando la madriguera de una comunidad de conejos que habita en los pacíficos prados ingleses se ve amenazada, un pequeño grupo de valientes escapa de ella en busca de un nuevo hogar en el que vivir...
Valoración
Quinto, un conejo de una apacible madriguera tiene una premonición..., pronto su hogar será destruido por las máquinas humanas..., seguido por un reducido grupo que lo acompañará hacia un incierto destino deciden huir en busca de un nuevo hogar, donde tendrán que hacer frente a todo tipo de adversidades y vicisitudes utilizando la fuerza, el instinto y su ingenio para sobrevivir en un mundo hostil mientras persiguen su sueño; durante su viaje contarán con la ayuda de Keehar, una peculiar gaviota en su lucha contra las tropas del general Woundwort, el líder de la madriguera en la que pretenden instalarse.
Basada en la famosa novela La colina de Watership del escritor Richard Adams, el director Martin Rosen (Watership down, The plague dogs) crea una tétrica adaptación animada no apta para todos los públicos debido a la crudeza con la que nos describe los episodios de sangre, pesadilla y muerte mostrados de una forma explícita y sin miramientos en lo que se ha convertido en una película inmerecidamente denostada por el público en general (me atrevería a decir que olvidada adrede por los designios de unos espectadores de estómagos poco curtidos) y que esperaban una película al estilo Disney; esta desconocida obra maestra está descrita con un tono de narración épica antigua y oscura en el que se recrea de una manera sórdida y brutal una olvidada realidad; el deambular de unas pobres criaturas que vagan como meros fantoches en la incertidumbre vital..., los conejos son hechos a imagen y semejanza del hombre ya que incluso poseen un idioma propio, una jerarquía social y una religión.
Es por eso que el espectador pronto simpatiza con ellos y se deja arrastrar en esta desoladora aventura terrorífica y violenta pues Martin Rosen sabe dotar a la película de un realismo que no pretende evocar a nadie, salvo a su propio estilo simple (que no sencillo) pero efectivo y que repetiría años más tarde con otra novela del mismo autor (The plague dogs); su éxito radica en los planos parcos carentes de pretensión y en la desgarradora ambientación acompañada de una música minimalista y sutil, dotando al filme de una singular sobriedad.
Con una aguda crítica hacia las relaciones de poder la cinta es un claro alegato ecológico que esconde una reflexión profunda acerca de la dureza de la vida. Idónea para amantes de la violencia seca, cruda y sangrante; mi única duda es... ¿en qué estarían pensando las autoridades cuándo calificaron la película apta para todas las edades?